Se enreda la Corporación Los Yarumos con auditoría de la Contraloría de Manizales

MARTHA LUCÍA GÓMEZ
LA PATRIA | MANIZALES

Dura tarea le tocará cumplir a la Corporación Ecoparque Los Yarumos para aclararle a la Contraloría de Manizales los líos, que por diferentes conceptos ha tenido, en los que están comprometidos unos $4 mil 77 millones.
El organismo de control en una auditoría que desarrolló entre mayo y julio de este año detectó 13 hallazgos con implicaciones administrativas, fiscales, disciplinarias y tributarias.
Lindon Alberto Chavarriaga Montoya, contralor municipal, sostuvo que dieron un concepto desfavorable a los estados contables del Ecoparque. Argumenta que el Municipio aportó tres lotes para conformar la Corporación, y que uno de ellos hace parte de una lista de predios ocupados en forma irregular por terceros, por lo que el riesgo fiscal asciende a $3 mil 287 millones 913 mil.
La Corporación inició hace tres meses un proceso de liquidación, debido a los problemas (ver recuadro En liquidación).

Detrimento patrimonial
Para la Contraloría, la Corporación es de carácter público y no asumirlo así generó irregularidades en procesos internos y deficiencias en la revisoría fiscal. El carácter público lo sustenta en que el Municipio hizo mayores aportes que los privados para constituir la Corporación y se suscribieron contratos interadministrativos, propios de entidades estatales.
Preocupa a la Contraloría que no hay informes ni manejo de inventarios. Se establecieron diferencias entre algunos inventarios por $100 millones 941 mil, según datos de algunas entidades que han tenido que ver con la Corporación como Confamiliares y la Corporación para el Desarrollo de Caldas.
La Contraloría estableció que la directora ejecutiva del Ecoparque entre 2011 y marzo de 2012 no presentó informe de gestión detallando la situación de los recursos materiales, financieros y humanos, bienes muebles e inmuebles.
Fuera de esto, podrían generar detrimento patrimonial los $143 millones 656 mil de un desembolso que hizo la Alcaldía el 3 de febrero de 2011 y no se registró en contabilidad, y sobre lo que se desconoce su inversión. Se suma un convenio interadministrativo del 11 de junio de 2011 que tampoco se contabilizó ni se sabe la inversión, el monto era de $167 millones 400 mil. La Contraloría estima que podría generarse un detrimento patrimonial por $311 millones 56 mil.

Más irregularidades
El contralor indica que por servicios públicos el Ecoparque debe $33 millones 17 mil 349 , y por impuestos $27 millones 892 mil 827, que sumados a otros conceptos asciende a $123 millones 98 mil 842, de varios años.
Fuera de eso se observaron documentos que equivalen a facturas sin consecutivo ni autorización de la DIAN para autorizar préstamos a la directora ejecutiva de la Corporación, suscritos por ella misma, por $1 millón 130 mil, y otro sin recibo de caja, del 30 de octubre de 2011, de ella hacia la Corporación por $4 millones.
La Contraloría halló que se hicieron obras para construir una burbuja artesanal en la plazoleta del Ecoparque, sin contrato, ni estudios previos ni confrontar cotizaciones.
En la contabilidad de la Corporación y en la del Municipio no se encontró registro de bienes por lo que no se pueden determinar valoraciones exactas de lo que sucedió. Según el contralor, en la cláusula primera del convenio de constitución de la Corporación se establece que concluida la construcción del Ecoparque la infraestructura pasará al Municipio y no está en la contabilidad.
"De 2009 no hay recibos ni estados financieros certificados, no se contabilizó el arrendamiento del Ecoparque a la firma Celerak por $5 millones 500 mil, y tampoco se registraban los ingresos de visitantes, ni se cuenta con contabilidad registrada en libros oficiales entre enero y octubre de 2010", agregó el contralor.

Pérdidas recurrentes
La Corporación contrató una auditoría con Nexia que concluyó que hubo pérdidas recurrentes en la operación del Ecoparque, entre 2008 y 2010 por $279 millones 695 mil, sobre lo que la Contraloría llama la atención porque, según los estatutos, las acreencias debían ser canceladas con recursos del Municipio.
Los últimos hallazgos del organismo de control hablan de ausencia de un plan de mantenimiento de bienes muebles e inmuebles, que están muy deteriorados. Para completar se incumplen normas laborales, que generaron ocho demandas, algunas que no han sido contestadas generando un riesgo jurídico.
El contralor indica que esperan la respuesta de la Corporación sobre un plan de mejoramiento, y que trasladarán, para su investigación, lo que corresponda a otros organismos para establecer responsables.

Administración poco ortodoxa
El actual administrador del Ecoparque Los Yarumos, Juan José Silva, gerente del Instituto de Cultura y Turismo, dijo que les entregaron el bien el pasado 1 de junio. "Estamos haciendo esfuerzos para limpiar la imagen. Deben responder las personas que estuvieron al frente del Ecoparque".
Silva indicó que desde la fecha en que asumieron están al día en servicios públicos y que Los Yarumos está abierto al público para que ingrese gratis y disfrute de parte del sendero, juegos infantiles, cine domo, mall de comidas y la concha acústica. Siguen fuera de servicio el canopy, puente tibetano, muro de escalada y otra parte del sendero. Formulan un proyecto de recuperación, estimado en unos $80 millones, con Infimanizales.
Sobre las familias que estarían ocupando terrenos del Ecoparque dijo que lo desconoce, pero que revisarán y de ser cierto iniciarán un trabajo con ellas. "Lo que sucedió en el Ecoparque es el fruto de una administración poco ortodoxa".

En liquidación
Alejandro Mejía Arango, agente liquidador de la Corporación Ecoparque Los Yarumos, empezó esta labor hace tres meses, cuando la Contraloría hizo el primer requerimiento. Su respuesta es que procedan contra los responsables.
Sobre las condiciones en que encontró la Corporación, dijo que lo visto en documentos de la Contraloría es que hubo manejos muy malos de los dineros y de administración. "Esto derivó en que la asamblea de la Corporación decidiera la liquidación".
El proceso avanza con la relación de pasivos, que sumada a los gastos de liquidación no superan los $300 millones. Falta por definir unas demandas laborales.
Mejía Arango sostuvo que la Corporación se constituyó entre varias entidades públicas y privadas, y que en los estatutos se definió que era una corporación anónima privada, de capital mixto que se rige por el derecho privado. Los socios son el Municipio de Manizales, Fundación Lúker, Comité de Cafeteros, Comité Intergremial, Infimanizales.

La Lúker no está
Ana María González, gerente de la Fundación Lúker, manifestó que acompañaron a la junta directiva de la Corporación Ecoparque Los Yarumos hasta hace tres años, cuando decidieron retirarse y legalizar la entrega del bien al Municipio, pues hace 10 años donaron recursos económicos para construir el lugar y vieron innecesaria su participación.
"Es un escenario que se construyó para la recreación de la ciudadanía y que ojalá pueda mantenerse como en un comienzo. Estamos listos a colaborar con la información que podamos suministrar y acompañar cualquier esfuerzo".
Agregó que la situación del Ecoparque nunca ha sido boyante, ni de altas rentabilidades, porque no fue concebido así. "Mientras estuvimos, cuando se presentaba una situación inquietante o faltaba información siempre lo hicimos saber. De todo dejamos constancia en las actas de junta, lo único que recuerdo fue dificultades en la administración de Celerak, como no presentar algunas contabilidades. Esperamos que los organismos de control esclarezcan lo que pasó".

Diferencias
Johana Serna fue la directora del Ecoparque entre el 18 de julio de 2010 y marzo de este año. Dijo que son extraños los resultados de la Contraloría porque las demandas y las deudas son de periodos anteriores a su paso. "Me deben más de un año de salario, precisamente porque la Alcaldía no canceló lo que le correspondía para el mantenimiento y sostenimiento. Solo recibimos en el 2011 un rubro con el que se cancelaron deudas anteriores. Por eso me tocó renunciar".
Agregó que recibió el Ecoparque caído, sin equipos, sin libros contables, incluso estaba cerrado para el acceso al público, y que Verónica Trujillo, entonces presidente de la junta de la Corporación, daba órdenes de poner a trabajar a los empleados sin tener seguridad social. "Cuento con la documentación de que al momento de mi llegada contraté el mantenimiento de los atractivos, el problema fue que por la época invernal se generaron derrumbes y arrasó parte del sendero principal y canopys más altos y puentes".
También dijo que no se perdieron elementos de lo que recibió, aunque no hubo un inventario anterior para comparar.
Verónica Trujillo, hoy profesional especializado en la Alcaldía, señaló que estuvo en la entidad desde mitad del 2010 y renunció en junio de 2011. "No conozco el informe y no podría debatir algo porque no tengo argumento. La junta es la que acompaña y apoya a un directivo, pero quien toma las decisiones del manejo de la plata, contabilidad e inventarios es él, para eso se nombran. Las demandas laborales que conozco son las que vienen desde Celerak y vincularon al Ecoparque, no sé de qué habla Serna, no manejábamos contratación, ni relación con trabajadores ni con arrendatarios. Recibimos muchos informes contables en la junta y no podría dar una opinión de este tema, hace un año no estoy allí".

Lo que sucedió con Celerak
El Ecoparque Los Yarumos se lo entregó la Corporación Ecoparque Los Yarumos a Jaime Montoya Castaño, Gerente de Celerak S.A, con un contrato verbal que rigió entre agosto del 2009 y enero del 2010, cuando se firmó para estar vigente hasta el 30 de junio del año pasado.
Durante ese tiempo se presentaron varios contratiempos, pues Montoya hizo obras sin autorización de la Corporación: movió el puente tibetano, trasladó los juegos infantiles a la Torre al Cielo (en el barrio Chipre), comenzó a edificar en la plazoleta sin licencia, se retrasó en el pago del arrendamiento y también en servicios públicos, al punto que el Ecoparque y la Biblioteca Orlando Sierra tuvieron que cerrar por la suspensión en el suministro de agua, luz y teléfono.