Rezaron por las víctimas de la masacre en la vereda La Isla, en Manizales

LA PATRIA | MANIZALES

38 voces le pidieron este sábado al unísono al Todopoderoso, bajo 31 grados de temperatura, que perdone a quienes le quitaron la vida a cinco personas, el pasado 21 de agosto, en la vereda La Isla, de Manizales. Las víctimas acampaban a orillas de la quebrada Llanogrande.

A las 2:00 de la tarde, en medio de guaduales. en el mismo sitio en que los violentos asesinaron con tiro de gracia a dos mujeres y tres hombres, habitantes del Kilómetro 41 se reunieron para rezar el Santo Rosario. 

"Queremos reivindicar este lugar y pedir que no seamos estigmatizados. Somos gente buena y pacifica. Nadie puede quitarle la vida a otro. No conocíamos a quienes murieron, pero tampoco debemos juzgarlas ni sumarnos a las especulaciones. Tienen familia y sabemos su dolor", explicó una organizadora de la actividad.

Camino

Para llegar al sitio exacto de la tragedia hay que caminar unos 10 minutos desde la carretera Panamericana y luego meterse por un camino lleno de guaduales. 

"Hay gente que no volvió a acampar. Otros vienen a chismosear", indicaron vecinos.

A pocos metros del lugar de la masacre había un grupo de bañistas, mientras que en el plan donde fallecieron las víctimas el sacerdote Rubén Darío Valdez, del Kilómetro 41, empezó a rezar en medio del canto de las aves. Ahí podían observarse aún la mesa y asientos en guadua fabricados por los fallecidos para su fatal paseo. Además, todavia quedaban restos de empaques de comida y del fogón que usaron para cocinar. 

Perdón 

A medida que pasaba cada misterio se hacía una petición especial. Por la familia de los muertos, porque saben lo que soportan ahora; por la paz del país; por los habitantes del sector; pero especialmente por los asesinos.

"Que Dios los perdone y les permita arrepentirse. Que les dé conversión en sus corazones", anotó el sacerdote. 

Luego de las oraciones clavaron una pequeña cruz de madera en el centro del campamento y el padre lanzó agua bendita. Un símbolo de perdón y recuerdo. Alguien prendió un velón, pero también al unísono los asistentes pidieron apagarlo para evitar un incendio forestal. 

A las 3:00 se emprendió el retorno en medio de los guaduales. En la carretera veredal se hizo la última parada para rezar y bendecir el lugar donde cayó muerta una de las dos mujeres. Fue a unos 30 metros del campamento. "Es algo muy triste", dijo una abuela de 82 años, quien estuvo en la ceremonia porque sintió como suyo el dolor de estas cinco familias.

Sobrevivientes

A la tragedia sobrevivió un hombre, herido a bala en la cabeza y quien se hizo el muerto. Además de tres mujeres que lograron escapar.  Hay recompensa de $50 millones por información sobre los responsables.  Las investigaciones, al parecer, van por buen camino.