MARTHA LUCÍA GÓMEZ
LA PATRIA | Manizales
La historia de Natalia Gómez Calderón y su familia representa a por lo menos 209 familias que invaden los costados de la antigua vía al Guamo, zona vecina del barrio Bosques del Norte en Manizales.
Vive desde hace siete años en la casa 98, al lado del barranco, y hay familias que se asentaron al otro lado, a pocos metros del cauce de la quebrada el Guamo.
"Llegué con mis tres hijos, unos gemelos de 8 años y otro niño de 10, y mi esposo. Desde hace cuatro meses tengo a cargo dos sobrinas, porque la mamá murió de covid. Mi marido vende frutas en la calle. Tratando de darles estabilidad a los niños construimos la casa en esterilla. No sabíamos que el lote era del Municipio".
Tutela
Según Natalia, cuando llegaron se contaban unas 22 casas, pero la zona se fue poblando a pesar de que todos saben que el peligro está por lado y lado: por la quebrada, el riesgo de una creciente, y por el barranco, un posible derrumbe, como ocurrió el pasado 6 de mayo, aunque no pasó a mayores.
Por esto piden a la Alcaldía que los reubiquen o les permitan autoconstruir las casas. Natalia dice que están allí por necesidad.
El 30 de mayo del 2019 falló una tutela que presentaron habitantes. La Alcaldía estaba a punto de desalojar a 300 familias que invadían, pero la tutela le ordenó que en 48 horas actualizara el censo de habitantes para identificar vulnerabilidades, monitoreara el riesgo de los predios, realizara acciones para mitigar el riesgo de desastre y actualizara la caracterización de hogares.
El fallo señaló que una vez hiciera todo esto, con la Inspección Sexta debía hacer el desalojo, garantizando los derechos de los ocupantes. Hasta hoy, ya con una nueva Administración, no ha sucedido.
Quedan atrás
Natalia cuenta que hace hace poco invadieron un predio privado con 14 viviendas, les dieron un tiempo para desalojar y se metieron al predio del Municipio.
Las familias no tienen agua potable, toman el líquido de un nacimiento; solo algunas casas tienen energía eléctrica, que comparten con los que no tienen conexión. La mayoría cocina con leña.
"Soy consciente de que a más de uno le han dado apartamento y vendió el predio, otros que volvieron, y los que de verdad necesitamos vivienda digna quedamos atrás. He mandado cartas a la Alcaldía y nunca he tenido respuesta. Vemos y palpamos el peligro. A veces no dormimos, más con esta llovedera, y eso tampoco es vida; pero no tenemos otro sitio a donde ir".
Problema que crece
Claudia María Salazar, arquitecta y directora de la Unidad de Gestión de Vivienda en Manizales, informa que el miércoles harán una jornada de trabajo con técnicos de varias dependencias de la Alcaldía para abordar los problemas del Guamo e ir consolidando una decisión. "Se presentan muchas cosas que hacen que cada caso deba ser manejado diferente. Hay gente en zona de alto riesgo, invasión en predios privados, invasión en predios públicos. Hay familias a las que ya se les ha dado vivienda en San Sebastián y volvieron a la invasión, otras que llegaron nuevas, hay familias que viven allí hace mucho tiempo y nunca accedieron a beneficios de vivienda y otras que llegan cada noche porque hay mucho inquilinato. Es un problema de vieja data que está creciendo".
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