Oído, volvió la zarzuela de Ponce de León

LA PATRIA | MANIZALES

El castillo misterioso, zarzuela escrita y estrenada en Bogotá por José María Ponce de León en 1876, resucitó anoche en el escenario del Teatro Los Fundadores, gracias al Taller de Ópera de la Universidad de Caldas y el Departamento de Música de la Universidad de los Andes, quienes la rescataron del olvido en que estaba sumida esta obra bella, compleja y emotiva.

Rondy Torres, profesor e investigador del departamento de música de la Universidad de los Andes y Doctor en música y musicología de la Universidad Sorbona, de París, fue quien reescribió las partituras y dirigió el espectáculo, que contó con la participación de los solistas Beatriz Mora, Stephani Cabuya, Enrique Martínez, Héctor Camacho, Camilo Mendoza y Fernando Linares, quienes estuvieron acompañados por el Coro del Taller de Ópera del Alma Máter y la Orquesta Sinfónica de Caldas.

El recital, que se presentará de nuevo hoy a las 7:30 de la noche, propone una lectura de texto alrededor de una mesa de trabajo durante la cual los cantantes se convierten también en relatores neutrales del argumento, que se basa en la historia de amor entre Margarita y Cristian. Este último termina acusado de un crimen que no cometió, pero después de varias peripecias y situaciones inesperadas logra casarse con su amada.

Los cerca de 700 espectadores disfrutaron de esta obra, que fue la segunda producción de Ponce de León estrenada en el Coliseo Maldonado, de Bogotá, en abril de 1876. Diferentes influencias estilísticas aparecen a lo largo de la zarzuela. La influencia italiana del bel canto predomina en la partitura, aunque influencias musicales locales enriquecen el modelo de la zarzuela española.

Ritmos de contradanza, bambuco, polka aparecen en el piano, mientras que el vals y el galop recuerdan al compositor de música de salón que era Ponce. Las diversas situaciones que van de lo cómico a lo trágico justifican diferentes recursos expresivos que crean la riqueza de esta zarzuela, que al final fue ovacionada por el público con una seguidilla de aplausos. La entrada al espectáculo es libre.