María Amelia Salazar Pinzón y Catalina Salazar Mejía le imprimen el sello manizaleño a la ciencia

Blanca Eugenia Giraldo
LA PATRIA | MANIZALES

Si Catalina y María Amelia Salazar hubieran planeado su futuro juntas tal vez no les habría salido tan paralelo. Son manizaleñas egresadas del colegio San Luis Gonzaga y estudiaron en la Universidad Nacional, la primera, ingeniería física en la de Manizales y María Amelia, matemáticas en Medellín. Hace un año trabajan en el Instituto Max Plank, en Alemania, solo que en distinta ciudad.

Se graduaron de bachilleres con un año de diferencia, Catalina en el 2000 y María Amelia, un año después.

De esa etapa los buenos recuerdos abundan y no ahorran palabras para recordar las enseñanzas de profesores como Romel Patiño, de física; María Shiley y Gloria Inés Morales, de matemáticas, y María Elsy, de español.

"En una tarde lluviosa, Romel nos llevó a la cancha de fútbol para ver los charcos que se formaban. Quiso mostrarnos cómo se hacían las ondas y desde ahí me fascinó entender cómo funciona la naturaleza y qué hay más allá. Era muy exigente y a la vez muy buen maestro. Yo creo que la exigencia es fundamental, tanto de la familia como del colegio, para que uno pueda alcanzar metas y forjarse un futuro", comenta Catalina.

De esas mismas experiencias se enriqueció María Amelia, a quien además de las matemáticas la apasiona la literatura. Por eso evoca el trabajo de María Elsy, su maestra de español. "Recuerdo que durante el año debíamos leer cierto número de libros que escogíamos de una lista gigante que ella tenía. De cada libro hacíamos un ensayo escrito. Me gustaba mucho que podía leer lo que escogiera, así escribía de algo que en realidad me interesaba. El hecho de tener la libertad de escoger lo que queríamos saber-aprender permitía que lo hiciera con gusto y entusiasmo".

La matemática

Una idea clara rondó por la mente de María Amelia Salazar Pinzón cuando planeaba su futuro. Se ganó la Beca Andrés Bello y quería estudiar una ciencia pura, por eso sus opciones se mantuvieron en un vaivén entre matemáticas, física y hasta filosofía. Se decidió por la primera.

Optó por la Universidad Nacional, sede Medellín, para hacer su carrera, solo que el último año lo cursó en Bogotá, donde continuó con una maestría en la Universidad de Los Andes. "De esa etapa recuerdo a Juan Diego Vélez y Carlos Parra, que me inspiraron. Encontrarse con gente tan buena en esta área es un aliciente que nos empuja a seguir", asegura la joven María Amelia.

Gracias a una beca obtuvo el título de Master class en Utrecht (Holanda), maestría que se ofrece para atraer extranjeros que quieren continuar con el doctorado.

"Es muy intenso, en un año trabajamos el pénsum de dos", comenta la joven, quien terminó el doctorado el año pasado. Quiere ser docente universitaria, razón por la cual calificó para trabajar en el Instituto Max Planck de matemáticas, en Bonn (Alemania), donde se dedica por completo a desarrollar trabajos de investigación y a crear conceptos nuevos sobre matemáticas y creatividad.

Según María Amelia, este Instituto se creó para que personas de todo el mundo investiguen y compartan el conocimiento. "Son varios institutos del Max Planck, enfocados en diferentes áreas de la ciencia. Hay de matemáticas, física teórica y física aplicada", explica.

Después de pasar tantos inviernos en Europa, María Amelia reconoce que extraña su tierra, por eso quiere escoger un lugar más cerca de Colombia para su desempeño profesional. "Después de Alemania, me voy para Río de Janeiro (Brasil) a seguir aprendiendo en un instituto de matemáticas".

María Amelia

Colegio San Luis Gonzaga, promoción 2001.

2002-2006 Matemática Universidad Nacional de Colombia, sedes Medellín y Bogotá.

2007 Maestría en matemáticas en la Universidad de los Andes.

2008 Master class en la Universidad de Utrecht (Holanda).

2009-2013 Doctorado en matemáticas.

Ha desarrollado investigaciones en el Instituto de Matemática Pura y Aplicada, en Río de Janeiro (Brasil), y en el Centro de Investigación Matemática, en Barcelona (España).

2013 Trabaja en el Instituto Max Planck de Matemáticas, en Bonn (Alemania).

Física sólida

Catalina siempre se inquietó por conocer cómo funcionan las cosas y aunque en sus primeros años quiso ser ingeniera civil, como su papá, después de una feria estudiantil la sedujo la física.

Hizo sus estudios en la Universidad Nacional, sede Manizales, y en su memoria vagan las enseñanzas del profesor Andrés Rosales Rivera, muy importante para su carrera.

Gracias a una beca estudió la maestría en Bogotá, en la misma área y universidad. Aprovechó para dictar clases en la institución y, cuando terminó, continuó con el doctorado.

Por sus logros y excelencia académica obtuvo otra beca que le otorgó el Gobierno brasilero para estudiar en el Centro Latinoamericano de Física de Río de Janeiro. Los reconocimientos siguieron. Para celebrar el 50 aniversario de ese Instituto, se creó un premio para los dos mejores trabajos de grado. Hace 15 días la tesis doctoral de Catalina fue reconocida como la mejor, sobre un método de refrigeración magnética, que utiliza material magnético sólido como refrigerante, lo que aportaría mayor eficiencia energética y un menor riesgo para el medio ambiente.

Al terminar el doctorado, asistió a una conferencia en Vancouver (Canadá) en mayo del 2012, donde conoció a la que hoy es su jefe. "Siempre quise vivir en Europa, aproveché y le envié mi currículo y ahora trabajo en el Instituto Max Plank, en Dresden (Alemania).

"Después de un doctorado en ciencia es común que se dificulte trabajar, porque falta experiencia. Por eso hago una estancia posdoctoral, que ya no implica estudio, sino un trabajo (de dos a cinco años) para hacer investigación. Tengo varios proyectos y en algunos trabajo con otras personas de distinta nacionalidad (India, Irán, Rusia y Alemania). Todo es en inglés y a veces la cultura es un problema", comenta.

Catalina dice que cuando termine quiere regresar al país. "Ser extranjero es duro, así lo traten superbién. Creo que en Colombia se puede hacer mucho. Inclusive estoy pendiente de convocatorias, pero me desanima la situación, además la calidad de vida aquí es muy buena", aclara.

Hace un año Catalina, la doctora en física, acompañó a su amiga María Amelia, la doctora en matemáticas, cuando expuso su tesis de doctorado en Utrecht (Holanda).

A Catalina y María Amelia no las une solo el apellido, aunque no son parientes, pero sí la pasión por hacer lo que más les gusta: investigar para imprimir con sello manizaleño el futuro de la ciencia.

Estudios Catalina

Colegio San Luis Gonzaga, promoción 2000.

2001-2005 Ingeniería Física Universidad Nacional de Colombia, sede Manizales.

2006-2008 Maestría en Ciencias-Física, Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá.

2008-2012 Doctorado en Ciencias-Física, Universidad Federal de Río de Janeiro (Brasil).

2013 Actual estancia en Instituto Max Planck de Química-Física del estado sólido, en Dresden (Alemania).

LAS FRASES

"Los colombianos se destacan por juiciosos y buenos trabajadores. La alegría y la forma de ser latina también gusta mucho", Catalina.

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"Sin esfuerzo es imposible aprender. A los niños hay que mostrarles que la ciencia está en todos lados, es hacerla más práctica", Catalina.

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"Las matemáticas se aprenden a través juegos que desarrollan el razonamiento y la creatividad", María Amelia.

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"Los problemas sociales se solucionan con educación, pero creo que las matemáticas sí son las responsables de modelar muchas cosas que ayudan a la ciencia", María Amelia.

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"Felicito a Catalina por el premio que obtuvo en Río de Janeiro por su tesis de doctorado. La recuerdo como una alumna excepcional y de gran talento que supo aprovechar mi forma rigurosa de enseñar y la preocupación por dar lo mejor".

Andrés Rosales Rivera, doctor en física y docente de la Universidad Nacional sede Manizales.

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"María Amelia hace parte de esa camada de muy buenos estudiantes que han pasado por la Universidad. La recuerdo por sus buenas notas y su buen desempeño. Me alegra saber el nivel que ha logrado".

Juan Diego Vélez Caicedo, matemático de la Universidad Nacional sede Medellín.