Lucha social y humana contra el cáncer en la Fundación Alejandra Vélez

MARGARET SÁNCHEZ
LA PATRIA | MANIZALES

El día que a Juan Diego Loaiza, de nueve años, le diagnosticaron cáncer, no solo aprendió a convivir con las máquinas de quimioterapia, también conoció a una nueva familia que lo apoya en esa batalla, la Fundación Alejandra Vélez Mejía.

Luz Marina López observa detenidamente a Juan Diego mientras relata cómo descubrieron que su nieto tenía linfoma de Hodgkin.

"En 2011 le apareció una bolita en el lado izquierdo del cuello. Un médico en La Enea nos dijo que era un ganglio inflamado, pero que era raro que no le doliera o tuviera fiebre. En la EPS dijeron que no era nada para preocuparnos. Semanas después se le formó una masa muy grande, era cáncer".

La abuela afirma que la enfermedad de Juan Diego fue causa de la negligencia médica, pero que gracias al apoyo de la Alejandra Vélez Mejía el proceso ha sido más llevadero.

"Hemos vividomomentos tan difíciles, el niño casi se nos muere, pero en la Fundación nos han ayudado con asesoría psicológica, jurídica, económica, educativa y hasta recreativa", comenta.

Lucha

Juan Diego sonríe tímidamente y mira a su perro Nikky, que nació hace dos años, el mismo tiempo que lucha contra la enfermedad. Toda la casa está llena de sus fotos en actividades de la Fundación.

Recuerda que en la Feria de Manizales de este año desayunó con las candidatas al Reinado Internacional del Café. "La señorita Portugal me mostró los juegos de su celular, hablamos y nos reímos", cuenta.

En la sala están las fotografías de él disfrazado de Hombre Araña, un retrato gigante cuando era bebé, pero hay una imagen en particular que no se detiene a mirar, cuando no tenía cabello.

"Después de la mamá y el perro, el cabello es lo que más quiere Juan Diego. Le dio muy duro cuando se le empezó a caer por la quimioterapia", apunta su abuela Luz Marina.

"Cuando uno siente que no puede más y que va a caer, en la Fundación le ayudan a levantarse, con palabras de aliento y actividades, que lo sacan a uno del estrés por un momento", agrega María Eugenia López, madre de Sergio Alejandro Vásquez, de 13 años, que desde los ocho tiene cáncer de retinoblastoma.

Sergio también recibe beneficios de la Fundación Alejandra Vélez Mejía. "Le han cumplido varios sueños", comenta su mamá.

"Le encanta la música popular y el fútbol. Hace dos años lo llevaron a conocer a Jhonny Rivera y al Charrito Negro y el año pasado asistió al entrenamiento del Once Caldas, los jugadores le regalaron un balón que conserva como un tesoro".

Otra mamá que agradece el apoyo de la Fundación es Diana Patricia Cardona. Ella vive en Viterbo con su hija Laura Cristina Muñoz, de 13 años, quien se recuperó de leucemia hace dos. 

"Sin ellos no hubiera sido capaz de superar las cosas. Llegar a una ciudad que uno no conoce es muy difícil. Se preocuparon por mi estadía y de que no estuviera deprimida. Cada vez que viajo a Manizales me siento en familia", asegura.

Dar para recibir

Sandra Liliana Londoño es una mamá que recibió el apoyo de la Fundación Alejandra Vélez Mejía y se quedó para ayudar a otras madres que luchan por sus hijos.
"En el 2009 conocí a doña Gloría Cecilia Betancurt, cuando a mi hija Angie Vanesa Castro le diagnosticaron linfoma de Hodgkin, el mismo de Juan Diego. Ella me prestó asesoría jurídica, pero lo más importante apoyo psicológico", comenta.

En 1996, Isabel Mejía de Vélez reunió a sus amigos más cercanos y a los directivos del entonces Hospital Infantil Universitario de Caldas para crear una pabellón para atender a los niños con cáncer, motivada por la muerte de su hija Alejandra, diagnosticada de leucemia a la edad de seis años y que sobrevivió hasta los 14.

Gloría Cecilia Betancurt, directora de la Fundación, recuerda ese momento como si fuera ayer y acepta que aunque ahora no estén en el Hospital Infantil, su trabajo social y humano es el mismo.

"Nuestros resultados no se pueden mostrar en una caja. Son las historias de los niños las que reflejan nuestra labor. El sistema de salud no tiene en cuenta el entorno familiar, que se pone en crisis al recibir un diagnóstico de cáncer", argumenta.

Resalta, además, que gracias a la Radio Teletón han logrado sobrevivir estos años. "Lo recaudado en la primera y segunda jornada de donación sirvió para construir el pabellón de oncología del Hospital", enfatiza Betancurt.

Este año será la XVI versión de esta actividad, se llevará a cabo el próximo miércoles en el auditorio de la Universidad Nacional, de 9:00 de la mañana hasta las 7:00 de la noche.

"Serán casi 11 horas para que la gente done lo que salga de su corazón. Esta es un evento que se ha institucionalizado en Manizales. Esperamos la participación de unas 25 empresas y de todos los ciudadanos para continuar con nuestra labor social con los niños", afirma la directora de la Fundación.

Para donar

Los ciudadanos que quieran hacer su aporte, el próximo miércoles, a la XVI Radio Teletón de la Fundación Alejandra Vélez Mejía lo podrán hacer a través de las alcancías solidarias que estarán en distintos puntos de Manizales como: Auditorio de la Universidad Nacional, Parque Caldas, El Cable, Plaza de Bolívar, Centro, entre otros lugares.
También pueden consignar su donación en la cuenta de ahorros de Davivienda 08610003070-8.

El dato

Desde el año pasado la Fundación está ubicada en la carrera 24 con calle 49 hacia la carrera 22 Nº 21-48, oficinas 303 y 304 del edificio Plaza, en la Plaza de Bolívar.

Beneficiados
En la Fundación Alejandra Vélez Mejía atienden niños de varios municipios de Caldas y departamentos vecinos, que son remitidos al servicio de oncología.
* 192 total de inscritos.
* 87 niñas.
* 105 niños.
* 102 menores de 13 años.
* 48 entre los 13 y 17 años.
* 32 mayores de 18 años.