Laura Salazar, control sobre los cielos

LAURA SÁNCHEZ

LA PATRIA | MANIZALES

Después de siete años regresa a compartir la Navidad con su familia. El oficio como controladora aérea le deja por fin un tiempo decembrino a Laura Salazar para pasar sus vacaciones.

"Nunca vas a encontrar a alguien que se queje de este trabajo, porque realizo algo con lo que una persona que extraña otra puede viajar para encontrarse con ella", relata Laura. Mientras habla recibe llamadas de otros controladores y verifica el estado del clima en Manizales. Siempre atenta a la pantalla y las nubes.

Controlar el tráfico aéreo del Aeropuerto La Nubia es tarea de todos los días. No importa el Día de la Madre, del Padre, del Trabajo, Navidad o fin de año, debe estar al frente de las operaciones de los aviones.

Tiene 26 años, siete de experiencia y de ellos tres y medio trabajando en La Nubia. "El año pasado me tocó trabajar el 31 y 1 de enero. Mi mamá vino desde Medellín, compramos jamón y compartimos junticas en casa. A las 9:00 p.m. ya estaba dormida porque debía estar de turno a las 5:00 a.m.", se ríe.

Según ella, la aviación es un servicio público esencial. En La Nubia hay con ella cuatro controladores que se organizan en turnos. Procuran que quienes trabajen el 24 y el 25 de diciembre, no lo hagan el 31 y 1 de enero.

Buena plaza

La Nubia es un aeropuerto que opera hasta las 6:30 p.m. "Manizales es de las mejores bases en el país, nos brinda calidad de vida a los controladores, porque el aeródromo no se presta para actividad nocturna y es imposible que aterrice un avión de noche", comenta.

No pueden recibir llamadas de celular, por eso en las fechas especiales nadie la llama, porque su familia sabe que está trabajando. "Tenemos chats con colegas y molestamos con 'levanten la mano los que están de turno el 25 por la mañana' y nos reímos".

Continúa contando que el 1 de enero no hay casi vuelos por las fiestas de año. Sin embargo, ellos están presentes pasando información meteorológica cada media hora a la Aerocivil.

"A uno le toca escoger una fecha, el 24 o el 31 de diciembre, a no ser de que esté de buenas como yo que estoy en vacaciones".

"Tú no sabes cuántas historias se pueden contar en una sala de abordaje y aunque ellos no saben que yo soy protagonista de ellas": Laura Salazar.