La Trampa: Los chicharrones para el 2020 que tendrá Carlos Mario Marín

La terminación de la Alcaldía de José Octavio Cardona León parece intempestiva, porque se veía poco probable que el candidato del Liberalismo, apoyado por el Centro Democrático, fuera derrotado. Pero así sucedió y Jorge Hernán Mesa, un viejo veterano de mil batallas, en distintos ejércitos, en la política fue apabullado por el joven concejal verde Carlos Mario Marín, quien asumirá el próximo lunes.

Por esto, lo que antes era simplemente una continuidad ahora serán los chicharrones que deberá tragarse el próximo mandatario. Ojalá que no le vayan a afectar su pérdida de peso, lograda según él a punta de bicicleta en los últimos años, pero no la tendrá fácil en estos asuntos. Demos una mera mirada.

Clínica para mascotas

No hay en el presupuesto del próximo año, aprobado por el Concejo, recursos para dotar la clínica para mascotas que la Alcaldía que se va se empeñó en construir en un sector aledaño al Hospital Geriátrico San Isidro, en el sector de La Linda. Se invierten allí 4.500 millones de pesos, pero ya lo había anticipado el secretario de Medio Ambiente que los recursos para dotación y sostenimiento debería gestionarlos el próximo mandatario. Vamos a ver cuánto le cuesta esta terquedad al Municipio y de dónde salen los recursos, si es que no se prefiere por darle otro destino a estas instalaciones.

Las terrazas pendientes

La Alcaldía que termina intentó imponer una fórmula que nadie sabe de dónde salió con el fin de gravar a quienes usan antejardines y terrazas para explotación comercial, sin embargo, la oposición a la manera arbitraria en que se intentó arrancó una rabieta al mandatario que presentó el proyecto, pero pidió que lo hundiera el Concejo, esto para él decir que sí hizo lo que le correspondía y dejar en manos de los concejales la responsabilidad de que no se pague por el uso del espacio público. Al final no se reglamentó y las terrazas y antejardines ocupados siguen sin compensar a la ciudad. Deberá la actual Administración municipal encontrar una fórmula que permita usar estos espacios sin construcciones permanentes y que retribuyan a la ciudad algo en impuestos por permitirles usarlos. Que no que engavete más.

El derrumbe en Bajo Rosales

La compleja obra que se realiza sobre la Avenida Kevin Ángel Mejía y con la que se intenta desatascar parte del tránsito por esta vía, mantuvo trancones durante dos años y fue la excusa perfecta para sostener el pico y placa a los particulares, promesa de campaña de Octavio Cardona a los taxistas de la ciudad. Sin embargo, la obra va de aplazamiento en aplazamiento y de un encarecimiento tras otro. Cuando se esperaba que la última parte se entregara en este diciembre, un derrumbe en octubre se llevó al traste con esta idea y aún no se conoce cuánto costará las obras de contención que se deberán hacer y menos quién las pagará. Este chicharrón grasoso lo recibirá la próxima Administración que deberá entrar a discutir con el seguro o con el constructor quién responde por el imprevisto. Este chicharrón costará unos miles de millones de pesos.

La planta de aguas residuales

Este chicharrón se lo pidió el nuevo alcalde, al solicitarle al saliente y al gerente de Aguas de Manizales suspender la licitación para asignar la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR), por considerar que no había garantías en este proceso contractual. La saliente Administración terminó por darle la razón, a regañadientes, a Marín, quien tendrá dos retos mayúsculos, enderezar lo que consideraba que estaba mal en la convocatoria y, más difícil, garantizar que con el cambio de vigencia fiscal no se vayan a perder los recursos prometidos por el Ministerio de Vivienda para esta necesaria obra para la ciudad, que busca proteger la quebrOrgullosos de la ciudad, pero... con tareas pendientesada Manizales.

Girasoles para tumbar

Una urbanización construida en zona de riesgo, en la Ruta 30, y que ha sido mejorada por sus habitantes con el paso del tiempo debe ser demolida según mandato judicial, pero nadie quiere ponerle el cascabel al gato. La actual Administración dilató el acatamiento de la orden judicial, a pesar de haber dicho que estaba obligada a ejecutar la orden. Por tanto, la próxima Alcaldía recibirá tamaño chicharrón, que no será fácil de tragar, pues al fin y al cabo afecta la vivienda de 27 familias, aunque más grave será si se permite que las zonas de riesgo se edifiquen.

El espacio público

Durante estos cuatro años la ocupación del espacio público es un problema que ha pasado de castaño oscuro. Por este motivo, parte de las quejas más comunes de los ciudadanos tienen que ver con este asunto, que riñe con el derecho al trabajo de quienes más lo necesitan. Poner orden en vías principales y en barrios que han sido ya ocupados es una necesidad, pero no la tendrá fácil la nueva Administración, pues muchos se creen con derechos adquiridos en donde la ley no permite excepciones. Amanecerá y veremos.