MARTHA LUCÍA GÓMEZ
LA PATRIA | MANIZALES

Ladridos; pelos; colitas en movimiento; heces fecales; enfermedades y visitas al veterinario; ojos juguetones, tiernos y no tan amistosos, son parte de la vida de dos mujeres con el mismo nombre y apellido: Paola Gómez; de Karla Araque, y de Adriana Villegas y su esposo, Carlos Andrés Moreno.

Tienen diferentes ocupaciones, residen en distintos barrios de Manizales y cuentan con más recursos que otros para sostener a los perros y gatos que rescatan de las calles.

Los une el deseo de no verlos expuestos al maltrato y a las inclemencias; se dedican a una labor que pocos quieren hacer, pero que muchos defienden: recoger, proteger y mantener animales.

Adriana y Carlos Andrés, por ejemplo, residen en una casa del barrio El Palmar. No es muy grande, y tienen un gato y 10 perros, cinco recogidos de la calle y cinco de la familia, compuesta por tres hijos y una nieta de 8 años. Carlos asegura que es pasión y convicción lo que comparte con su esposa.

"Si vemos un perro abandonado lo recogemos, lo llevamos al veterinario para desparasitarlo, despulgarlo y esterilizarlo para ofrecerlo en adopción y que consiga hogar", cuenta Carlos.

Las áreas comunes de la casa son para los perros; tienen casi desocupados sala, comedor y patio. Las habitaciones del segundo piso son de la familia, aunque algunos caninos tienen concesión y pueden subir, esos son los de la familia.

La personalidad animalista ya la tienen todos, hasta la nieta trabaja por la causa. En el carro familiar siempre llevan agua fresca y concentrado para conquistar a los callejeros, pues se han encontrado con casos tan difíciles que se han tenido que quedar sentados en un andén hasta cuatro horas, tratando de recuperar caninos.

La meta de esta familia es que los perritos sean adoptados, la vía es una cuenta de facebook para ofrecerlos con fotos, edades y nombres, pero a veces se deben quedar por meses. En esta tarea llevan cinco años, y gracias a las redes sociales les llegan ayudas, como el concentrado, fuera de la mano derecha en que se han convertido amigos donantes.

Carlos asegura que a los vecinos no les molesta el ruido ni la presencia de tanto animal, pues hay viviendas en las que también tienen hasta cinco perros.

Solo en especie

65 perros de todas las razas, tamaños y colores reciben cuidados en el Hogar Perritos de la Calle, de Paola Gómez Hoyos, ubicado en la Estación Uribe. Viven como en una finca, con espacios para correr, recibir sol o sombra, jugar o hacer pereza.
Desde chiquita, Paola ha recogido perros, pues ver a un animal abandonado es de las cosas que más la mueven. Este amor lo heredó de su padre, el cafetero Fernando Gómez Chica, que cuando vivía no dudaba en echar en la camioneta a cuanto canino encontrara en las vías.

Paola aprendió que no hay problema en ir hasta otro municipio a un rescate, los recoge y saca de situaciones de maltrato. Dice que se gasta alrededor de $4 millones en el mantenimiento del hogar. Lo que más le cuesta son las esterilizaciones, si se quiere frenar la sobrepoblación de perros en Manizales.

Tiene tres hombres de confianza, que son los que cuidan el hogar. Los fines de semana es de asueto para los animales, salen de las perreras y de los espacios de estadía para caminar por todo el lugar.

También tiene programa de adopción, con el cumplimiento de estrictos requisitos, como que toda la familia acepte al perro; además de visita previa para ver a dónde va a quedar el animal.

"A los que me quieren ayudar les digo que no lo hagan con dinero, pero sí en especie. Ayudar no es llamar a una entidad para que recojan un perro. Este es un problema en el que falta mucha conciencia, pues no se puede tener una fundación de animales para lucrarse. Mi meta es que en 10 años no haya perritos en las calles", señala Paola.

Los más adultos no son adoptables. Paola dice que pocas personas les brindarán los cuidados especiales, por eso se quedan allí. Los fines de semana acuden brigadas de voluntarios a bañarlos a todos. Al mes pueden llegar entre siete y ocho perros nuevos y salen unos cuatro o cinco.

Apretados

Karla Araque creó hace cuatro años la Corporación Huella Amiga, con sede en la vereda Alto Tablazo, pero la entrega por los perros viene de niña, cuando llevaba a casa a todo el que encontrara en la calle.

Ya de casada tiene 40 animales entre perros y gatos que viven en la sede la Corporación, aunque tiene seis caninos en cuarentena por tos perrera. También es defensora de la esterilización canina, porque dice que cada día son más los animales que sacan de los hogares y terminan siendo callejeros. En el equipo base de la Corporación hay 10 personas y 15 voluntarios, viven de lo que cada miembro del equipo base aporta y de algunas donaciones, pero ya se están viendo cortos de dinero. Consideran que entre más espacio se tiene, más es el abandono, porque la gente descarga la responsabilidad en estas entidades.

El programa de adopción es el fuerte. Al mes tienen que conseguir $2 millones 500 mil, sin contar el dinero para atenciones veterinarias. Quieren que sea una causa sostenible y generadora de empleo, pero deben pagar $500 mil del alquiler de la casa y $300 mil en solo agua, más el combustible de los vehículos en los que salen a recorrer la ciudad.

"Es una labor que los privados están haciendo, y le corresponde al Municipio. No entendemos por qué en el Albergue Municipal están entregando animales sin esterilizar, cuando es la principal causa de toda esta situación".

Sin reparos

En el barrio El Caribe hay una casa en la que Paola Gómez les dedica todo el tiempo que requieran perros y gatos. Su infancia transcurrió en esta función, y a sus 28 años y ya casada continúa. Creó la Fundación Dejando Huellas, que tiene una sede en la vereda Morro Gordo, vía a La Cabaña, donde atiende a 80 animales, otra en el Bajo Tablazo con 20 gatos y 5 perritas, y en su casa tiene tres perros enfermos de sarna.

Comenzó con una rifa que le permitió esterilizar 70 especies. Ya cuentan con 15 voluntarios con los que hace jornadas de adopción, que se consolidan con la firma de un contrato que exige la adecuada tenencia. Al mes entregan de 10 a 12 animales, pero a diario los llaman o los buscan por facebook para recoger perros y gatos abandonados. También venden camisetas a $19 mil para completar el $1 millón que es lo mínimo para subsistir.

Paola no ve como problema la sarna que le han pegado tres veces, ni los arañazos que le han dejado marcados algunos gatos en brazos y piernas, tampoco la mordedura de un gato con rabia, que la llevó a recibir vacuna.

Su esposo, Carlos Nieto, y sus dos hijos le ayudan, dicen que es algo contagioso; aunque la entrega no es tanta como la de esta mujer, que en ocasiones se tiene que acostar a la 1:00 de la madrugada cuando termina de arreglar la casa.

Su sueño es comprar un lote con una amiga para levantar una sede campestre donde los animales se sientan mejor. También critica que toda esta labor se esté dejando a los privados, y que la Alcaldía no colabore, al menos, entregando los perros esterilizados.

Esta es la constante en todas estas historias de vida. Un llamado a las autoridades para que contribuyan con un tema de ciudad que requiere atención.

Espera

Juan Carlos Barrera, secretario Municipal de Medio Ambiente, reconoce que en el presupuesto de la Alcaldía aprobaron $80 millones para esterilización, la mitad corresponde al programa de Saneamiento Ambiental y la otra a la Unidad de Protección Animal, que se ejecutará cuando construyan un quirófano en el Albergue Municipal.

Explica que el Albergue entrega en adopción sin esterilizar porque no es su obligación. "Ya es mucha labor que hacen con recoger los animales de la calle. La población no ha aumentado, se mantiene en unos mil".

Las comunas Ciudadela del Norte y San José es donde más callejeros encuentran. Barrera anuncia que está programado para el 22 de este mes tener adjudicado el contrato de construcción del quirófano, que debe estar listo para finales de octubre. Allí harán la esterilización para perros y gatos ubicados en los estratos uno y dos, y para los que se entreguen en adopción.

En el Albergue se mantiene la población de 180 animales recogidos de la calle.

El concejal animalista, John Hemayr Yepes, reconoce que hacer estos procedimientos en el Albergue saldrá más barato, pero le preocupa que los recursos aprobados no se alcancen a ejecutar  y se pierdan. Señala que anualmente el Municipio esteriliza entre 400 y 500 animales.

Esterilización a bajo costo

El veterinario Jaime Osorio, miembro de la Fundación Animalista San Francisco de Asís, ubicada una cuadra antes del Instituto Chipre, por la carrera 7, es el ángel de la guarda de las organizaciones que trabajan con animales de la calle. Con lo que se paga una esterilización para un perro pequeño en una veterinaria, allí puede llevar cuatro. "Nos enfocamos a esterilizar a bajo costo para estratos bajos, el volumen es lo que nos permite tener estos precios". Ven la necesidad de crear conciencia en la esterilización, porque con una perrita que quede preñada es una camada segura de por lo menos 10 perros, que seguramente irán a la calle. En un mes esterilizan 150 animales. En todo 2013 operaron 1.300, de enero de este año a lo que va corrido del mes llevan unos mil, por lo que creen que llegarán a los dos mil.

Dónde consultarlos
Cuenta en facebook Adriana Villegas (animalista)
Perritos de la Calle 8872525, celular 3122571992.
Corporación Huella Amiga, 8899380 y 312 8967281.
Cuenta en facebook Fundación Dejando Huellas Manizales