El virus visto desde afuera: manizaleños en el extranjero cuentan su historia con el covid-19

David Muñoz

LA PATRIA | MANIZALES

Positivo para covid-19

"Estos síntomas son de altibajos. Tengo fiebre y no tengo ganas ni siquiera de comer", el que habla es el manizaleño Yerson Blandón Castañeda, quien vive en España desde hace 13 años. El pasado lunes, después de ocho días, le notificaron que era positivo para coronavirus.

Contó que vive en Zaragoza, pero la enfermedad y por supuesto la cuarentena le cogió en un hotel de Madrid, donde llegó para asistir a una capacitación.

En la soledad de su cuarto, les envió un mensaje a los colombianos para que sigan las recomendaciones de salubridad del Gobierno y eviten la propagación del covid-19.

"Lo que está pasando es serio. Lo pasamos bastante mal, sin contacto con nadie, escasamente con un médico. Todo es por teléfono. Le preguntan a uno lo que va a comer, se lo dejan en la puerta y se marchan", dijo el caldense, de 34 años.

Admitió que cuando vio los primeros casos en China pensaba que a él no le tocaría y reconoció que fue a una fiesta, cuando España reportaba unos mil infectados. “Fui un inconsciente, por eso no quiero que esto se repita en Colombia”.

Añadió que vendrán tiempos más difíciles y recomendó no saturar los centros asistenciales “porque es deber de todos ayudar para que el virus se acabe poco a poco".

Encierro en tranquilidad

Tres años lleva Andrea Alzate Valencia viviendo en España. De ese tiempo, los momentos más difíciles son los de los últimos días por causa de coronavirus. La enfermedad la obligó, por decisión del Gobierno, a encerrarse en su casa para evitar que se propague. Ella lo asumió con tranquilidad.

"Estamos bien, tranquilos en el encierro. No podemos salir a menos que sea a comprar comida, a la farmacia o a lo indispensable. Quienes tengan que ir a trabajar tienen que tener una autorización de la empresa y estar dados de alta en la seguridad social", manifestó esta manizaleña, quien vive con su hija, Hannah Hidalgo Alzate.

Andrea, quien vivió en Chipre, sostuvo que a pesar de la calma, la situación es difícil porque muchos no soportan la cuarentena: "La gente esta muy angustiada en sus casas, les agobia en encierro".

Añadió que hay servicio de trenes y buses, pero que así se arriesgan al contagio. "Por mi parte no trabajo esta semana, veremos la otra. Todo hay que llevarlo con calma y Dios proveerá lo de cada día, nosotras al ser Testigos de Jehová estamos tranquilas y hay que aguantar, acá se ve la solidaridad entre las personas", aseguró.

Consejos desde Italia, país más crítico

La manizaleña Isabella Catapano, quien cumple su cuarta semana de cuarentena en Milán (Italia), el país más crítico por la pandemida del covid-19, les da algunos consejos a los caldenses sobre qué deben hacer para vivir en el aislamiento:

1. No obsesionarse con las noticias ni ver todo en internet. Tratar de darse un límite porque sino se enloquece y aislarse sirve para la tranquilidad mental.

2. Al levantarse quitarse la pijama y bañarse porque estar todo el día en ropa de dormir no ayuda para la salud mental y física y tampoco para las demás personas que están casa.

3. Propóngase una vez al día hacer algo que les guste y que no hayan podido por falta de tiempo: leerse un libro, aprender a cocinar, ver una película, entre otros.

4. Rezar, hacer meditación o yoga, independiente de la religión. Es darse una pausa y es importante para las energías.

5. Los museos y las universidades tienes cursos online gratis. Aprovechen porque hay de todo en la web.

6. Es preferible pedir domicilios, pero si va a ir al supermercado, haga la lista de lo que necesita porque volver no es tan sencillo por las filas y porque hay que estar a distancia de las demás personas.

7. Tratemos de mandar cosas positivas por redes sociales. El mundo se está limpiando y la contaminación está bajando. Son importantes mensajes de amor y llamar a familiares y amigos que nunca llamamos.

"El mundo nos obligó a estar quietos, nos quería dar un mensaje, excelente para pensar en el futuro", concluyó Isabella, quien vive con su hija, de nacionalidad italiana.

Ayuda psicológica en línea

Alexandra Franco llegó a España justo cuando la crisis por causa del coronavirus se asomaba. Hace una semana viajó desde Manizales a realizar su práctica universitaria de Comunicación Social y Periodismo en la Universidad de Valencia.

A su llegada a Valencia la gente le empezó a hablar de que ya había contagiados por el coronavirus. De la Universidad le dieron medidas para cuidarse en casa y resaltó la importancia de la primera semana de receso, en la que incluso se cancelaron las tradicionales fiestas de Las Fallas. Esta semana también seguirá en confinamiento.

"El sábado de la semana pasada fue la noticia de la pandemia. De la Universidad monitorean lo que hago, buscan que no vaya a tener problemas o una situación de desequilibrio emocional. Brindan ayuda psicológica en línea", explicó Alexandra.

El temor es latente, sostiene que es difícil salir debido a las precauciones que tomó la Policía y las multas van de $2 millones a $6 millones por incumplir las reglas e incluso pueden quitar los documentos. Solo se puede salir a pasear a la mascota, comprar al supermercado, a la farmacia o a botar la basura, pero a la carrera.

Comparten con sus mascotas

Henry Franco y Ana Isabel Montoya son una pareja de esposos que vive desde hace 15 años en Quito, capital de Ecuador. Junto a sus mascotas, Kike y Juanita, pasan la cuarentena en su vivienda.

Ellos laboran en almacenes de Bata, pero no pueden trabajar debido a que todo el comercio cerró, salvo los supermercados y tiendas y serán 15 días que estarán en esa situación a causa de la llegada del coronavirus.

El manizaleño recordó que el primer caso de coronavirus llegó hace dos semanas a Ecuador. “La noticia la tomamos con precaución, pero sin caer en pánico. Obviamente las medidas gubernamentales y locales se han hecho más estrictas con el pasar de los días. Las calles están solas y la economía está prácticamente paralizada”, comentó Franco.

Para evitar exponerse en lo máximo, la pareja mercó y aunque hay un “abastecimiento normal”, ya escasean el pollo, la carne y los enlatados. Incluso aumentaron los precios de frutas y verduras.

Ver televisión, leer y hacer limpieza de la casa son actividades que realizan para ocupar el tiempo. “La mejor parte es que podemos compartir con nuestros dos perritos y pasarla juntos, lo que siempre es importante”, concluyó.

Esposos en cuarentena

Los esposos Mónica Franco Valencia y Michael Castro Flórez veían lejos el coronavirus cuando surgió en China y llegó a Europa. Ellos, comunicadores sociales y periodistas de la Universidad de Manizales, estaban tranquilos en Nueva York (EE.UU.) hasta que el covid-19 llegó al país y empezaron a sentir las consecuencias.

Desde hace 7 años viven en Estados Unidos y dicen que en su ciudad el primer caso del país lo veían como una noticia aislada. Cuando llegó a Nueva York entendieron que la realidad era distinta.

Mónica indicó que el impacto económico es bárbaro. "Por ejemplo, en mi caso, trabajo como mesera en un restaurante colombiano. La semana pasada nos empezaron a cortar las horas de trabajo porque el flujo de gente había bajado mucho, pero el pasado lunes los jefes me dijeron que durante dos semanas paso de trabajar de seis días a dos, si no es que cierran temporalmente".

Agregó que es impresionante ver la ciudad que nunca duerme sin personas en los trenes, en los buses o en las calles. Están acostumbrados a ver una ciudad agitada de gente y bulla.