El campo llega a la ciudad, cada mañana en el Terminal Mixto de Manizales

Foto | Germán Pérez | LA PATRIA Chiva el Halcón

Lunes, Enero 21, 2019

A las 7:00 a.m los campesinos empiezan a comprar sus alimentos. En la tarde, los pasajeros se agolpan para viajar a las veredas.

TATIANA GUERRERO

LA PATRIA MANIZALES

A Rubén Darío Ospina le emociona que llegue el sábado, no por la fiesta y el jolgorio que sugiere este día festivo, más bien, por la gran afluencia de campesinos que llegan desde las 7: 00 a.m a la Terminal Mixto de Manizales.

La vehemencia de Darío sobresale con su mirada hacia el horizonte y le acompaña en suespera de que el cupo de 10 pasajeros le de el impulso para arrancar en su campero y llevar a cabo el tercer viaje en el día.

Dan las 3:00 p.m y distante de los poemas del famoso poeta nicaragüense, en un verso libre resume la dinámica de una terminal que tiene 10 años de fundada.

El campesino en la mañana,

se trae el campo a la ciudad

en la tarde, el campesino

se lleva la ciudad al campo

Su verso se respalda en los bultos de plátano, yuca, café , guineo, mandarina, aguacate ynaranja, que traen los pasajeros de las fincas. Mientras que a su regreso, el abono, el cemento, las canastas de cerveza y el mercado no tendrán otro destino que el campo.

Son las 3:15 p.m y el bus escalera llamado Halcón pronto emprenderá su salida, ya llenó sus 45 puestos y muchos bultos de alimentos y sacos abarrotados de abono se destacan en su parte superior. Mientras tanto, Darío cae en los vagos recuerdos cuando la Terminal no existía y tres filas de camperos se ubicaban en la Carrera 21, entre las calles 16 y 18. "En años anteriores, cuando los camperos desfilaban en las calles y eran el único transporte en Manizales metía 35 o 40 pasajeros, y en las chivas 120 personas".

El viaje de Q'HUBO

No solo para los conductores, el sábado en la Terminal es un día provechoso, los 20 ejemplares de Q'HUBO que lleva vendidos Carlos Ignacio Yate, confirman que los vendedores también le sacan provecho. Sin embargo, después de estar recostado en una malla, una pasajera que va para el corregimiento de Irra, en Quinchía (Risaralda) le compra el periódico número 21.

Según Carlos, a los campesinos les gusta comprar mucho el diario cuando se registranmuertos y accidentes en las veredas.

Dilema de los pasajeros

En un extremo de la Terminal y mientras despacha el mercado para su hija que vive en San José, Fraide de Bedoya rezonga: "me emborracha la música en las chivas". Aunque Bedoya considera que los viajes son geniales y la gente es muy querida, siempre opta por ubicarse en la parte de adelante con los conductores, para no soportar el alto volumen de los parlantes.

Una idea de la que no hace caso David González, puesto que se sienta en los últimospuestos y al lado de los pasajeros disfruta de los vallenatos que ponen en el bus escalera.

Unos de paseo, otros de regreso

En la parte trasera de un campero y en medio de cuatro compañeros de viaje, César Franco va de regreso a la finca Altamira, en la vereda Alto Tablazo. Cada ocho días llega a la ciudad con su patrón y en sus labores como administrador le paga a sus trabajadores, a continuación compra la remesa que lo abastecerá por una semana.

Lo mismo no sucede con Luis Hernán Betancur y su esposa, en un saco llevan los alimentos para preparar un asado en La Cabaña. A sus 64 años, la voluntad de viajar y realizar paseos no se acorta.

En medio de la ciudad y el campo

El reloj señala que son las 4:00 p.m y tras un aviso de su colega Leonardo López, RubénDarío solo tiene pocos minutos para despedirse e iniciar su recorrido hacia la vereda La Cabaña. En unos kilómetros estará sintonizando la música de carrilera, mientras tanto, los pasajeros comentarán sobre el café y las matas de plátano que sembró, las arrobas que alcanzó a recoger, los tiempos destinados para abonar, el tipo de abono que esta vez optaron por llevar y los nuevos productos que llegaron al Comité de Cafeteros para fertilizar el campo.

Luis Hincapié, despachador