LA PATRIA | MANIZALES
Ha fallecido Don Ariel Cardona Galvis. Ha terminado su vida de una manera que siempre quiso, aunque muy pocos pueden escoger la manera de morir, pero todos ansían que el término de su vida sea tranquila y así le fue dado este premio a Don Ariel, un creyente y practicante católico sin claudicaciones, con lo cual enalteció sus vivencias cotidianas.
En esta ocasión, la columna taurina Al Alimón quiere volver a presentarles a los aficionados las palabras escritas el 5 de diciembre del 2010, en este mismo espacio y referentes a Don Ariel, con ese inmenso don que valía más que cualquier doctorado como se le decía, pero hoy debemos reconocer en público aunque a él no le gustaba el término: El Maestro Ariel Cardona Galvis. Hacía poco había dejado esta sección del periodismo taurino de Manizales, pero siempre fue su animador y expresaba su aprobación ante lo que le gustaba y callaba cuando no concordaba con lo expresado. Fue amigo de sus amigos y hostil con sus malquerientes.
“Por más de 60 años, el periodista Ariel Cardona Galvis ha defendido la fiesta brava y ha sido leal como el que más a la Feria de Manizales. Tantos años de entrega a su periódico LA PATRIA y a sus columnas de la Feria, y cada año sus notas en Al Alimón, han refrendado su querencia por la fiesta brava que lleva incluso una fuerte impronta de su amigo, el recordado e inigualable Pepe Cáceres.
Don Ariel merece un homenaje que le haga sentir que su obra no fue en vano porque lo hizo por convicción y por creer que era un deber defender a su Manizales y a su Feria por encima de todo. No toleró jamás que se le coartara su criterio y estuvo atento a otras opiniones, las cuales consideró siempre para afirmarlas o rechazarlas con verticalidad frente a su consideración personal de ver, entender y opinar sobre la tauromaquia.
¿Cuál periodista se ha dedicado más de 60 años a escribir de toros con sinceridad y sin esperar nada más que el reconocimiento íntimo de la labor cumplida? Ninguno. No hay nadie que supere lo que Ariel Cardona ha hecho en beneficio de la fiesta brava y la Feria de Manizales. No ha esperado ni recibido nada que no sea su salario de periodista.
Un hombre de una reciedumbre que otros envidian. Don Ariel se merece, como ninguno, el Cordón de la Feria otorgado recientemente a muchos que no han hecho lo que don Ariel ha realizado por la Feria de Manizales. Ha defendido con valor y altivez la fiesta brava y, por sobre todo, la que se presencia en Manizales. Hombre hosco y bueno con más cualidades que defectos. Franco y sin melosas ideas para defender lo que cree y siente. Si alguien se merece el Cordón de la Feria es don Ariel”.
Los ganaderos de Antioquia, Córdoba, Bolívar y Sucre, se pronunciaron en defensa de las reses bravas, creando una asociación y al mismo tiempo persisten en la defensa de las tradicionales corralejas, propias de los pueblos de la Costa Caribe. La nueva entidad que agrupa a ganaderos de toros de lidia se denomina Asotoros.
Pretenden recoger 200.000 firmas para contrarrestar un proyecto de ley que impediría la realización de las corralejas. Están esta clase de espectáculos estrechamente ligados al pueblo y constituye una clase de diversión, que aunque ha cobrado vidas humanas, es inherente a la idiosincrasia de los habitantes de las tierras propias de las corralejas. Las muertes se producen por la imprudencia de los mismos capeadores o espectadores que abusan del alcohol y no limitan su acción ante el riesgo evidente.
El domingo anterior Alfredo Molano escribió en su columna dominical en El Espectador.
“…Todo el problema de la muerte digna de los animales consiste en no ver la manera como los matan. Es digna cuando ese sacrificio se hace a escondidas.
La globalización está empeñada en borrar la muerte. En esconderla. ¡Es horripilante! ¡Enluta! ¿Ha visto alguien en una propaganda cualquiera de cualquier producto un muerto? ¡No! Ese hecho de la vida debe ser suprimido. La muerte solo se muestra –¡y de qué maneras tan brutales y crueles!– en la televisión; ahí es digno matar y contramatar. Y sobre todo, no inquieta ver la sangre humana si al tiempo se toma coca cola y se come una hamburguesa”.
Ha escrito desde Sevilla Diego Silveti, el matador de toros mexicano que ha realizado una importante temporada este año. La nota es del 22 de junio pasado, haciendo consideraciones personales sobre la Fiesta Brava en Colombia y Bogotá, de ella se extracta:
“Me parece una atrocidad que viviendo en el siglo XXI en un mundo democrático, globalizado y se sigan viviendo atrocidades como el hecho de despojar de una libertad como en este caso es la fiesta brava. Colombia es un país que ha sufrido mucho, que ha luchado por la libertad, que ha tenido muchos problemas y que ha salido siempre adelante.
Me parece muy poco ético que un solo político y un solo ser humano, que posee un poder que se lo ha dado el pueblo, quiera prohibir un derecho, una tradición, un modo de vida, una actividad económica, una actividad cultural como es la fiesta de los toros….”
Una nota, del 9 de julio del presente año, del torero español Miguel Angel Perera, se refiere a la Fiesta Brava y a su condición de profesional de ella, con ahínco defiende su actividad a la que tiene pleno derecho y nadie, en un país democrático, se lo debe impedir.
De allí se extracta: “ …Tengo la conciencia más que tranquila. Sé que no hago nada malo ni inmoral. Entiendo que algunos lo vean como un espectáculo cruel, pues ha sido así desde que el mundo es mundo. Podría extenderme y contar cómo ha habido defensores y contrarios a lo largo de la historia. Pero es un tema muy manido.
Yo quiero, mediante estas líneas, defender mi condición de torero. ¿Qué hay de malo en ello? ¿Por qué quienes se amparan en el poder creen que tienen derecho a prohibir absolutamente nada? A ellos los elige el pueblo; a nosotros es el pueblo quien nos respalda. Porque el pueblo es el público. Sin público, no hay espectáculo. Pero yo no toreo por ser visto, por ser aclamado. Toreo porque es así como me siento, como me interpreto a mí mismo. Siendo torero soy persona. En la cara del toro me siento libre.
¿Que si me considero artista por ello? Podría ser. Se asemejaría a cualquier hombre creativo que a través de su pincel –en el caso del pintor-, o de la pluma –en el caso del escritor-, refleja lo que lleva dentro. Como lo reflejó Goya cuando dibujó La Tauromaquia, o Federico García Lorca cuando evocó a Ignacio Sánchez Mejías en la famosa Elegía”.
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