Adiós al escritor, político y amigo César Montoya

LA PATRIA | MANIZALES

7 de marzo. "Llevo más de 30 años a su lado y será orador en mi sepelio", dijo César Montoya Ocampo en su columna Hombre-Época, publicada en LA PATRIA, refiriéndose a su amigo Ómar Yepes, actual presidente del Directorio Nacional del Partido Conservador.

2 de mayo. "Vas a tener que demorar el discurso de mi sepelio porque estoy saliendo de esto", le expresó César a Ómar durante una llamada telefónica que este último le hizo para preguntar por su salud.

3 de mayo. "Fue operado del corazón hace como 15 años. Se hacía sus revisiones, pero le dio una gripa que se le complicó y le produjo una neumonía. Por ello, estuvo en la clínica unos días, salió para su casa a continuar con el tratamiento. Iba bien, pero resulta que fue a bañarse y le dio el infarto en el baño", afirmó Ómar, quién consideraba a César como un hermano.

Montoya, de 89 años, murió en su casa en Pereira. Es recordado por ser un destacado orador de Caldas y un escritor prolífico que dejó como legado siete libros publicados e incontables artículos. Fue representante de la Cámara y director de la Dirección Nacional de Instrucción Criminal (hoy Fiscalía). También se desempeñó como embajador en Bolivia y como columnista de este diario. 

Recuerdos

Ómar recuerda a César como un apasionado por el Partido Conservador. Según él, a donde llegaba era centro de atención por ser orador y escritor. "Intercambiamos muchos libros y en materia política se convirtió en un amigo inseparable", dijo.

Otro amigo de César es el escritor José Miguel Alzate. Para él, la muerte de César la califica como un golpe duro porque compartían el gusto por la literatura y las letras. "Sus frases expresan el sentimiento de un hijo apegado a sus ancestros, que lleva tatuado en el alma el recuerdo de la infancia", indicó en su artículo Las memorias de César Montoya Ocampo, que redactó cuando Montoya publicó su biografía Memorias de Juan el Ermitaño.

En el 2016

El Concejo Municipal de Aranzazu le concedió la orden de los Fundadores en el grado caballero por dedicar buena parte de su vida a la investigación de temas literarios y de arte plasmados en obras como Prosas para un insomnio, De aquí y de allá, La palabra contra el olvido, entre otras.