MARTHA LUCÍA GÓMEZ
LA PATRIA | MANIZALES
"Antes del desastre ellos escuchaban ruidos en la ladera, como agua corriendo, y observaban que salía agua. Llamaban y no los atendían y cuando los atendían decían que no había quien fuera".
La frase es de María Victoria Álvarez, miembro del equipo de 15 profesionales con el que la firma Acuaservicios realizó un estudio técnico-científico en el barrio Cervantes, contratado por familiares de las víctimas, para determinar las causas que originaron el deslizamiento o movimiento masal el 5 de noviembre del año pasado que dejó 48 muertos.
Entre las conclusiones del estudio aparecen que la comunidad buscó ayuda institucional y de las autoridades, se apoyó en sus líderes, pero no les prestaron atención.
El ingeniero civil y especialista en hidráulica Carlos Alberto López Herrera, director del proyecto y representante de Acuaservicios, afirma que las autoridades plantearon que el deslizamiento se dio por una inestabilidad a consecuencia de las lluvias o de factores externos que quedaban fuera de su control.
Lo que hizo Acuaservicios fue investigar primero las características del suelo y tomar muestras que se examinaron en el laboratorio de Geotec S.A para verificar estas afirmaciones.
Descarte de posibilidades
La firma encontró que la zona alrededor de la tubería en Cervantes era la más saturada, y que existía una fuente de agua que tenía que provenir de algún lado. Establecieron que los suelos en general, exceptuando los alrededores de las tuberías, no estaban saturados sino húmedos por la época invernal, y no reportaban niveles de riesgo.
Esto lo determinaron con un balance hídrico (contabilidad del agua) sobre unas 12 hectáreas en la zona superior de Cervantes. "Resultó que era imposible que las lluvias llegaran a saturar el terreno porque la zona tiene capacidad de transporte de agua, a través de sus calles y sardineles que funcionaron como canales, techos de las casas y el alcantarillado, aunque era insuficiente. Prueba de esto es que nadie se quejó de que las calles se inundaran en algún momento", argumentó López.
Dice además que si bien en la zona había rellenos y actividades de movimiento de tierras, desde 1940, las condiciones geomecánicas del suelo dieron como resultado que si no hubiese un factor externo de saturación los taludes fueran estables. Descartadas las posibilidades de inestabilidad geotécnica de la ladera y la saturación por lluvias pasaron a analizar el acueducto y hallaron varios problemas (ver infográfico).
Responsabilidades
Para Acuaservicios, si se hubieran acatado los llamados de la comunidad no habría ocurrido la tragedia. "Detectada la fuga debieron haber vaciado el tanque. La responsabilidad es compartida entre Aguas de Manizales y el Municipio porque la empresa recibió esa infraestructura de Empresas Públicas, que era 100% del Municipio, con algunos problemas. Aguas tampoco operó de la manera más eficiente. La realidad está ahí y es que la fuente de saturación que generó el derrumbe y la inestabilidad del talud fue el agua del acueducto", sostiene López.
Para tranquilidad de la ciudad este experto afirma que posterior a la tragedia y de una dura lección, Aguas de Manizales está tomando medidas acertadas como una campaña de detección de fugas y una inspección de redes de acueducto y alcantarillado con equipos de última generación.
"Lo que ocurrió en Cervantes es una suma de situaciones infortunadas: las fallas en operación sumadas al taponamiento de la red y la condición crítica de la instalación de la tubería en el sector, pero si ellos toman las decisiones completas en el momento debido habrían resuelto el problema", agrega López.
Juan David Arango Gartner, gerente de Aguas de Manizales, indicó ayer que recibieron copia del estudio de Acuasevicios, pero no lo han analizado.
Para determinar las causas de lo que ocurrió en Cervantes se realizan al menos unos tres estudios: uno de Aguas contratado con la firma Acuaterra, que está en proceso de revisión; otro de la Universidad Nacional y de Ingeominas y uno más que hace la Fiscalía.
"Hay que esperar el resultado de todos estos estudios para analizar esa situación desde lo técnico y hacer un pronunciamiento", dijo Arango Gartner.
Nelson Camelo, director seccional de Fiscalías, indicó que la misión del estudio técnico la tiene el CTI y que la tubería que está en custodia está para estudios de resistencia. "Quedamos a la espera de lo que indique el CTI para tomar decisiones judiciales".
El director del CTI en Caldas, Wilman Antonio Barreto, explicó que ya vinieron a la ciudad expertos de la Universidad Nacional y pasaron una propuesta para hacer el estudio, que costaría $160 millones. "Estamos gestionando los recursos para que lo hagan completo, y duraría entre dos y tres meses. Fue difícil conseguir personas expertas para esta labor, pues muchas empresas y profesionales se declararon impedidos ya que contrataban con el Municipio".
Jorge Enrique Restrepo, abogado de la firma contratada por la comunidad de Cervantes, en representación de 40 familias, dijo que el estudio de Acuaservicios se utilizará como material probatorio para una conciliación prejudicial en la Procuraduría Administrativa, que se realizará el próximo 27 de este mes. "Si no se llega a un acuerdo se llevará a demanda".
En la conciliación se harán presentes abogados de Aguas de Manizales, del Municipio y de las familias damnificadas. Otras ocho familias tienen procesos aparte.
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