Ilya U. Topper
EFE|LA PATRIA|ANTIOQUIA (TURQUÍA)
Un hospital clandestino con un centenar de camas donde se recuperan los guerrilleros sirios, un almacén con medicamentos que serán llevados de contrabando a Siria y una densa red de apoyos forman parte de la estructura paralela que los refugiados sirios levantan en Turquía.
El motivo es el descontento de muchos refugiados sirios con los campamentos oficiales que les esperan en Turquía y donde la atención ha empeorado en los últimos meses, según denuncian algunos.
"Los heridos que llegan desde Siria son acogidos siempre por ambulancias turcas y trasladados a un hospital turco, donde se les trata igual que si fueran ciudadanos turcos", reconoce en declaraciones a Efe Wasim Taha, dirigente en Turquía de la Unión de Organizaciones Médicas de Socorro de Siria (UOMSS).
"Pero el problema es que se les da de alta tras pocos días por la falta de espacio y necesitan más atención, reposo y rehabilitación", advierte el activista.
Los pacientes sirios reciben esta atención en un edificio de tres plantas en un pueblo de la provincia de Hatay, inaugurado anteayer.
Hasta entonces, se les acogía en casas privadas de la zona, y pese a su moderna estructura y la presencia de guardias jurados no tiene visto bueno de las autoridades turcas, aunque éstos "hacen la vista gorda", admite Taha.
El lugar acoge únicamente heridos del conflicto y la mayoría son hombres jóvenes, combatientes del Ejército Sirio Libre (ESL) o grupos rebeldes cercanos. Se recuperan aquí antes de regresar a Siria, sin pasar por el sistema de campos de refugiados.
Con los últimos avances del Esl, que logró controlar casi toda la frontera turco-siria en las zonas occidentales, cruzar al país vecino es mucho más fácil que antes.
Entre los heridos del hospital clandestino hay incluso pacientes de Hama, en el centro de Siria, y otros proceden de los últimos combates alrededor de Alepo o de Latakía.
Pero los caminos de contrabandistas por los que llegan refugiados y guerrilleros heridos también sirven en el sentido inverso: la UOMSS envía continuamente cargamentos de medicina y vendajes al interior de Siria, donde falta de todo.
Un almacén en el municipio de Reyhanli sirve para recoger donaciones llegados de diferentes países, y también de ONG turcas, y preparar maletines médicos y mochilas que luego viajarán a Hama, Alepo, Idlib y otras zonas de combate.
"Hasta ahora, numerosos activistas del Esl vivían en los campos de la provincia de Hatay y coordinaban desde aquí sus actividades, pero en el último mes Turquía vació tres de los cinco centros que hubo aquí y ha enviado a casi todos los residentes a un campamento de la provincia de Sanliurfa, a centenares de kilómetros al este", denuncia Yamil Saib, otro activista sirio.
De hecho, el campamento de Reyhanli, que durante casi un año acogía a varios miles de refugiados, está casi desmantelado, como pudo comprobar ayer Efe, y apenas queda una decena de refugiados y una tienda de campaña.
"El campo de Sanliurfa es espantoso: parece una cárcel, la gente no puede salir, no hay electricidad, están aislados y no pueden mantener contacto con sus familiares en Siria", cuenta Saib.
Según relata, las autoridades turcas han ofrecido a numerosos residentes de los campamentos de Hatay la opción de ser trasladados a Sanliurfa o de regresar a Siria, y si bien al principio todos elegían la primera opción, "ahora la gente prefiere volver a Siria que ir a aquel campamento", asegura.
Saib recuerda que la semana pasada hubo una revuelta de refugiados en un campamento de la provincia de Kilis, y el ejército turco acabó entrando en el recinto empleando granadas de humo, que dejaran varios heridos.
"Cómo puede ser que agredan a quienes han huido de la muerte y la represión en su país? Es inhumano", denuncia Saib. Entre las quejas de los refugiados destaca la escasez de manutención.
"En Kilis no reciben raciones de comida sino una asignación de dinero para comprar alimentos, pero no alcanza para nada; la gente vive en condiciones infrahumanas", asegura el activista.
Ante este panorama, numerosos refugiados piden volver a Siria y entran de nuevo clandestinamente en Turquía, pero ésta vez sin acogerse a la ayuda oficial, sino hospedándose en casas particulares, lo que los convierte en inmigrantes ilegales.
El Gobierno de EE.UU. denunció ayer que el régimen sirio usa aviones y tanques contra la población civil en la ciudad de Alepo, lo que a su juicio es un nuevo ejemplo de la "depravación" del presidente Bachar Al Asad.
El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, dijo a los periodistas a bordo del Air Force One que hay "un asalto en curso" contra la población civil en Alepo, la segunda ciudad siria y centro económico del país.
El Gobierno de EE.UU. tiene "informes creíbles" de que el régimen usa no solamente helicópteros, sino también aviones y tanques "para cometer actos de violencia atroz contra la población y los civiles desarmados", indicó Carney.
Cerca de 80 personas murieron ayer en Siria, según los grupos opositores, que denunciaron intensos bombardeos, en especial en Alepo, donde se registraron también combates entre el ejército y los rebeldes.
Solo en Alepo murieron entre 16 y 20 personas, en bombardeos a los barrios de Al Sukari, Salahedín, Al Sajur, Al Bab y Bustan al Qasr, donde las tropas del régimen abrieron fuego desde helicópteros.
Esta nueva jornada de violencia coincide con la visita a Damasco del jefe de los cascos azules, Hervé Ladsous, y del nuevo responsable de los observadores de la ONU, Babacar Gaye, que inspeccionan la situación sobre el terreno.
"Cuanto más tiempo permanezca Asad en el poder, más mortal será la situación en Siria", subrayó hoy Carney, que puso a Alepo como ejemplo de las "medidas extremas" que está tomando el régimen para "matar a su propio pueblo".
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015