Obama señala a los prorrusos como responsables del siniestro

Ignacio Ortega

Efe | LA PATRIA | Donetsk (Ucrania)

La tragedia del avión malasio que se estrelló el jueves con 298 personas abordo no ha traído la paz al este de Ucrania, donde ambos bandos en conflicto buscan adeptos en Rusia y Occidente para endosarle al rival la culpa de la catástrofe.

"Ya no se puede viajar a Shajtiorsk. En cuanto oscurece, los coches son tiroteados. Además, en el aeropuerto ha habido nuevos combates", aseguró Eduard, un taxista que se negó a desplazarse desde la ciudad rebelde de Donetsk al lugar del siniestro del Boeing-777.

Los insurgentes prorrusos permitieron el acceso restringido a la zona de los inspectores de la OSCE, pero aún no acuerdan con el Gobierno de Kiev un alto el fuego que permita una investigación internacional del accidente.

En la capital de la república popular de Donetsk los ánimos están caldeados y en cada esquina se forman grupos en los que la gente discute quién pudo haber derribado el avión.

Tampoco ha contribuido a calmar la situación la decisión de los rebeldes de declarar un toque de queda, que aunque rige a partir de las 11:00 de la noche ahuyenta a los habitantes de Donetsk de las calles ya mediada la tarde.

En los escombros

Mientras los combates prosiguen, los equipos de rescate siguen recogiendo cadáveres entre los escombros del avión siniestrado con la ayuda de los mineros de la cuenca hullera local.

Sin embargo, el Gobierno estadounidense mostró su preocupación por los informes de que rebeldes prorrusos negaron el pleno acceso a los observadores al lugar donde se estrelló el avión y urgió a eliminar todo tipo de trabas al trabajo de los observadores.

El presidente ucraniano, Petró Poroshenko, no alberga dudas al respecto y tachó el siniestro de "acto de terrorismo internacional", mientras la dirigente política Yulia Timoshenko comparó a los insurgentes con la mismísima red Al Qaida.

Al respecto, las autoridades ucranianas se han ganado el respaldo de cancillerías occidentales que han comenzado a afirmar que el aparato fue derribado deliberadamente.

El presidente de los EE.UU., Barack Obama, fue más allá al apuntar directamente a los rebeldes prorrusos como los culpables del derribo del aparato, para lo que habrían utilizado un cohete lanzado desde un sistema de misiles "Buk", que ya habría sido escondido en Rusia, según Kiev.

"Las pruebas indican que el avión fue derribado por un misil tierra-aire que fue lanzado desde un área controlada por los separatistas respaldados por Rusia dentro de Ucrania", sostuvo Obama en una declaración a la prensa desde la Casa Blanca.

"Y sabemos que esos separatistas han recibido un flujo constante de apoyo de Rusia. Eso incluye armas y entrenamiento, incluye armamento pesado, e incluye armamento antiaéreo", alertó.

Los rebeldes respondieron que no disponen de tal armamento, pero a finales de junio anunciaron a bombo y platillo la toma de una unidad militar ucraniana en cuyo arsenal figuraban esos sistemas destinados a abatir cohetes balísticos y aviones estratégicos.

Discrepancias

El presidente ruso, Vladímir Putin, discrepó de esas acusaciones occidentales y considera que el único responsable de la tragedia son las autoridades ucranianas por ser incapaces de pacificar el este del país y permitir vuelos civiles internacionales en la zona de conflicto.

Los ojos de la comunidad internacional están ahora en el Kremlin, ya que la tragedia del Boeing-777 es una bola de nieve que convirtió el conflicto ucraniano en un contencioso internacional entre Rusia y Occidente.

La canciller alemana, Angela Merkel, pidió al jefe del Kremlin que presione a los rebeldes para que cesen las hostilidades que hoy (ayer) se recrudecieron en Lugansk, donde habrían muerto más de una veintena de civiles en el fuego cruzado entre rebeldes y fuerzas gubernamentales.

Mientras tanto la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) adoptó una resolución consensuada entre todos los 57 países de esa organización, incluidos Rusia y Ucrania, en la que pide que no se obstaculicen las investigaciones del siniestro.

Latinoamérica, solidaria y también cauta

Los Gobiernos latinoamericanos expresaron su pesar por la muerte de las 298 personas que viajaban a bordo del avión malayo y pidieron que se investiguen las causas, pero sin respaldar abiertamente la tesis de que fue blanco de un ataque con un misil.

Solo el Gobierno de Costa Rica dio por seguro que no se trató de un accidente, aunque no entró en detalles sobre quiénes serían los responsables de lo que calificó como un "brutal ataque".

Cuba, por su parte, responsabilizó directamente a Ucrania de la tragedia aérea. En la misma línea, Venezuela señaló que detrás de lo sucedido está la "injerencia" de EE.UU. y la OTAN.

Asimismo, consideró que esas acciones de intromisión son "causa de la compleja situación de Ucrania, Libia, Irak, Siria y algunos países de África".

Llegará un equipo de identificación de víctimas

Interpol anunció que, a petición de Ucrania, enviará un equipo para coordinar la identificación de las víctimas del avión de Malaysia Airlines.

Los procedimientos que utiliza son los estándares globales para proceder a este tipo de identificaciones y han probado su eficacia en grandes desastres como el tsunami que asoló el sudeste asiático en el 2004 y el accidente en el Atlántico de un avión de Air France que cubría el trayecto Río de Janeiro-París.

Por segunda vez un ciclista salvó su vida

El ciclista holandés Maarten de Jonge esquivó por segunda vez la muerte tras cambiar a última hora su billete de avión en el siniestrado vuelo de Malaysia Airlines, según declaró al diario holandés Algemeen Dagblad.

Ésta es la segunda vez que el ciclista "salva" su vida, ya que el pasado 8 de marzo tenía previsto viajar en el avión de la misma compañía malasia que desapareció con 229 pasajeros a bordo.

En aquella ocasión, Maarten de Jonge decidió cambiar su vuelo a última hora por uno que no tenía escala.

Esta vez, el joven de 29 años compró el billete para viajar el jueves a Kuala Lumpur ya que su madre y una amiga de ella podían acercarlo al aeropuerto ese mismo día, pero decidió cambiarlo por uno más barato.

"Era bastante caro, de más de mil euros, en el último momento decidí cambiarlo por un vuelo para el domingo, ya que era 300 euros más barato", declaró el ciclista al diario holandés.

El MH370

Todavía no se ha resuelto la desaparición el pasado 8 de marzo del vuelo MH370 de la misma compañía, en el que viajaban 239 personas, y cuya búsqueda se reanudará el mes próximo en el océano Índico.