Elvira Palomo
EFE | LA PATRIA | Washington
Los grupos proinmigrantes buscan una solución permanente, con una ley que salga del Congreso, que incluya un camino a la legalización y a la ciudadanía, algo que apoya el propio mandatario, que no ha conseguido convencer a demócratas y republicanos de que lleguen a un acuerdo para legislar sobre la materia.
Estas medidas han eclipsado el resto del debate migratorio, al que en primavera se añadió una crisis que el Gobierno consideró "humanitaria" por la entrada masiva de menores que cruzaron solos la frontera sur de forma ilegal, sin compañía de un adulto, la mayoría de Centroamérica, que desbordó a la administración y puso rostros al drama de la violencia y la pobreza.
"Obama se está redimiendo con la comunidad latina", asegura en declaraciones a Efe Vanessa Cárdenas, analista del Center for American Progress (CAP), que señala que "finalmente" adoptó unas medidas de una "magnitud increíble", que van a cambiar la vida a millones de familias.
Cárdenas recuerda que, aunque es un paso para la comunidad no son soluciones permanentes, pues no dan un estatus legal, sino que suspenden la deportación temporalmente y otorgan un permiso de trabajo de 3 años a quienes hayan estado en el país más de 5 años y tengan un hijo que sea ciudadano o residente permanente legal.
Deportador
El año ha transcurrido entre acusaciones cruzadas de los grupos de activistas al presidente por no haber cumplido con su promesa de llevar a cabo una reforma migratoria para regularizar a los once millones de indocumentados en el país, llegando a declararle "deportador en jefe", por los dos millones de deportaciones registradas durante su mandato.
El presidente, por su parte, no ha dejado de recriminar a la mayoría republicana en la Cámara de Representantes no proceder con el proyecto de ley de reforma migratoria que aprobó en el 2013 el Senado, de mayoría demócrata.
Amenazó a la oposición, por un lado, y garantizó a los inmigrantes que si el Congreso no actuaban tomaría medidas dentro de los límites de su poder ejecutivo.
En cuanto a los republicanos, advirtieron de que, si el presidente actuaba "unilateralmente", se levantarían en armas. Y así ha sido. Ya han asegurado que torpedearán los fondos destinados a ejecutar la medidas y se plantean denunciarle por exceso de poder.
La analista del CAP se pregunta cuál será la estrategia republicana, porque aunque "hemos visto reacciones variadas" cree que cuando se forme el nuevo Congreso harán un esfuerzo para "aplacar a sus bases" con un discurso más moderado.
"2016 está a la vuelta de la esquina", dijo en referencia a las presidenciales. "Tal vez lo que vamos a ver son muchas otras propuestas legislativas centradas en la seguridad", agrega.
El líder republicano John Boehner alertó de que con sus medidas, Obama está "saboteando" cualquier opción de aprobar una reforma migratoria en el Congreso y fomentando la inmigración ilegal.
No obstante, Alfonso Aguilar, director ejecutivo de Latino Partnership for Conservative Principles, se muestra seguro de que tras las primeras reacciones las aguas volverán a su cauce y los republicanos tendrán que legislar, porque de cara al 2016 "a la larga saben que tienen en juego perder la mayoría en el Senado. El mapa electoral beneficia a los demócratas", comenta.
A su juicio, el presidente debería de haber esperado y dar una oportunidad a este nuevo Congreso.
Para Daniel Garza, director ejecutivo de LIBRE Initiative, el año ha estado marcado por la "desilusión" con ambos partidos, porque "han trabado un progreso" para lograr una reforma migratoria "por cuestiones políticas".
Obama ha sido "incapaz" de saber negociar como reconciliar esas diferencias, mientras que los republicanos "están fragmentados" y no se ponen de acuerdo dentro del partido sobre cómo debe de ser la reforma que ellos puedan aceptar.
El reto de Obama para el 2015 será la puesta en marcha de las medidas de forma "efectiva y clara" porque "este proceso va a marcar el tono para algo más grande", asegura Cárdenas, que considera que debe continuar pidiendo al Congreso una solución permanente y llamando a los republicanos a la mesa del diálogo.
El año se cierra con la noticia del descongelamiento de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba, lo que favorecerá a muchos migrantes, pero también genera la colera de un importante grupo de cubanos radicados en Miami, que exigen respeto a los derechos humanos en la isla.
Atrás quedó la "Gran Recesión"
Seis años después del estallido de la burbuja financiera que provocó la mayor depresión de la economía de EEUU en ocho décadas, bautizada como la "Gran Recesión", los economistas coinciden en que la recuperación está en marcha.
En octubre, el desempleo cerró con una tasa del 5,8%, nivel mínimo desde julio del2008, y el FMI pronosticó que el crecimiento económico de EEUU será en 2014 del 2,2 % y del 3,1 % en 2015, a la cabeza de los países avanzados junto con el Reino Unido y en un momento en el que Japón y la Unión Europea se tambalean.
"¿Un crecimiento del 3,5 %? Si se lo dices a un europeo ahora, empezarían a llorar de alegría", aseguró Jay Bryson, economista global de banco Wells Fargo en una nota tras conocerse la cifra anualizada de actividad económica en EEUU en el tercer trimestre del año.
También en octubre, la Fed decidió cerrar la manguera, después de tres multimillonarias rondas de inyección de liquidez (2008, 2010 y 2012), y dar así por finalizada la progresiva retirada del estímulo iniciada en 2013.
La discusión en la Fed ahora se centra en el momento adecuado para la primera subida de tipos de interés, que se encuentran en niveles excepcionalmente bajos de entre el 0 % y el 0,25% desde diciembre del 2008, algo que se prevé suceda a mediados del 2015.
Se trata de un debate inédito en EEUU desde hace más de un lustro, y adelanta un futuro en el que la economía del país deberá mostrar su salud para sostenerse sola sin las cómodas muletas del apoyo monetario.
"La economía ha mejorado significativamente. No hay duda de ello. Desde que llegué a la Casa Blanca hemos creado más empleos en EE.UU. que la suma de cualquier otra economía avanzada", aseguró Obama en una entrevista en noviembre en el popular programa "Face the Nation", de la cadena CBS.
Aunque los ciudadanos se muestran menos optimistas, especialmente al constatar la creciente desigualdad económica, sí que comienzan a notar los efectos positivos en elementos básicos, como el combustible.
Pese a ello, desde el Gobierno de EEUU se ha advertido en diversas ocasiones de que la cada vez mayor integración global obliga a repensar la recuperación económica como una cuestión que no puede darse aislada.
Precisamente, antes de participar en la reunión del G20 del mes pasado en Australia, el secretario del Tesoro estadounidense, Jack Lew, señaló que su país no puede ser "el único motor" de crecimiento global y agregó que es un error "confiar en que Estados Unidos crecerá suficientemente rápido para compensar el débil crecimiento de las grandes economías".
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015