Masacre en Nueva Zelanda, escena de horror en las redes

Javier Romualdo

Efe | LA PATRIA | Washington

La matanza de 50 personas ayer en dos mezquitas de Nueva Zelanda se retransmitió en directo a través de Facebook. Un macabro video que grabó un atacante y que permaneció en internet, cuestionando el papel de las redes sociales.

A pesar de que Facebook eliminó de inmediato la escena, varios internautas comenzaron a subirla de nuevo tanto a esta plataforma como a YouTube y Twitter, haciendo imposible seguir el rastro de las imágenes en su recorrido por la inmensa red de redes.A pesar de los esfuerzos, la velocidad de internet, la sobredosis de información diaria y los clics fáciles dados por millones de usuarios llevaron esta tétrica escena un paso más cerca de la distopía.Ya no solo se propaga y organiza el odio en los rincones oscuros de internet, sino que también las masas consumen los actos violentos como si fueran escenas de películas de acción con la diferencia de que, en lugar de intérpretes, las víctimas y el sufrimiento son de verdad.

Tiroteo y cerebro

Los ataques se produjeron a primera hora de la tarde en las dos mezquitas situadas en el centro de Christchurch, la mayor ciudad de la Isla Sur de Nueva Zelanda.Un total de 41 víctimas murieron Los creyentes asisten a la oración semanal del viernes Zhuhr durante la cual el Imam habló de los ataques de Nueva Zelanda y dirigió oraciones por las víctimas en el Centro Islámico del Sur de California en Los Ángelesen el tiroteo en la mezquita Al Noor, mientras que otros 7 fallecieron en la de Linwood y uno murió en el hospital. También resultaron heridas de bala 48 personas, incluidos niños.El presunto cerebro del tiroteo, identificado como Brenton Tarrant, llevaba inscrito en sus fusiles los nombres de personas de extrema derecha, incluido el neonazi español Josué Estébanez, y también fechas como 1683, año del asedio del Imperio otomano a Viena, y otros nombres como Sebastiano Venier, comandante de la flota veneciana en la batalla de Lepanto contra los turcos.Así se desprende de las fotografías de las armas y cargadores exhibidas en la cuenta de twitter del supuesto atacante que fueron eliminadas por la red social, pero recogidas por numerosos medios y usuarios, incluido el diario el New York Times.

En campos de batalla

Las autoridades búlgaras confirmaron que Tarrant, un supremacista blanco de 28 años, estuvo entre el 9 y el 15 de noviembre en Bulgaria, de donde viajó a Rumanía y Hungría, explicó el fiscal general búlgaro, Sotir Tsatsarov.

En ese tiempo visitó al menos nueve ciudades vinculadas al pasado del país, incluida su antigua capital, Veliko Tarnovo, además de otros lugares en los que en diferentes etapas históricas se libraron batallas entre ejércitos cristianos y musulmanes.

Por el momento, según el fiscal general, los primeros datos apuntan a que Tarrant estuvo en el país solo por turismo.

La primera pista sobre su estancia en Bulgaria surgió cuando en las fotografías de las armas y los cargadores del terrorista se vieron escritos en alfabeto cirílico y latino los nombres de reyes búlgaros y de lugares de importantes batallas, una de ellas durante la guerra entre Rusia y Turquía de 1877-1878.

Tarrant fue detenido junto a otros dos presuntos cómplices, mientras que una cuarta persona detenida fue puesta en libertad.

El sospechoso compareció ayer ante un tribunal acusado de varios cargos de asesinato.

Solidaridad con los musulmanes

La ONU condenó el ataque terrorista y pidió a todo el mundo mostrar solidaridad con la comunidad musulmana.

El jefe de la organización, Antônio Guterres, se declaró conmocionado e indignado por el atentado y trasladó sus condolencias a las víctimas y a toda Nueva Zelanda.

Su portavoz, Stéphane Dujarric, dijo que Guterres reitera la urgencia de trabajar mejor juntos a escala global para responder a la islamofobia y eliminar la intolerancia y el extremismo violento en todas sus formas.

En la misma línea, la presidenta de la Asamblea General, María Fernanda Espinosa, también subrayó: "Este vergonzoso acto de violencia extrema contra un lugar de culto es un horrendo crimen".