EFE | LA PATRIA | PARÍS
Los simpatizantes del socioliberal Emmanuel Macron recibieron los resultados que dan a su candidato la victoria provisional en la primera vuelta de las presidenciales francesas con un estallido de júbilo entre un público joven y banderas de Francia y de la Unión Europea.
La audiencia, que había estallado en vítores y cantos de "¡Macron presidente!" tras las primeras proyecciones de voto, entró en éxtasis cuando Macron compareció en torno a las 22.15 hora local (20.15 horas GMT).
Con el 80% escrutado, Macron sobrepasó a la ultraderechista Marine Le Pen al obtener el 23,24 % de los sufragios frente al 22,79 % de la presidenta del Frente Nacional.
Segunda vuelta
Macron y Le Pen. Un socioliberal y una ultraderechista. Dos concepciones de Francia y Europa radicalmente opuestas se enfrentarán en la segunda vuelta de las presidenciales, que dieron un histórico portazo a los dos grandes partidos tradicionales.
Los encuestadores dormirán tranquilos. Los pronósticos por una vez acertaron y fueron dos autoproclamados antisistema quienes medirán sus fuerzas el próximo 7 de mayo, con ventaja aparente para Macron.
El socioliberal se hizo, según él mismo anunció, con la victoria en la primera ronda. Tras lograr la proeza de pasar en un año de ser un ministro de Economía poco conocido al candidato más votado en las elecciones, pretende ahora convertirse, a los 39 años, en el jefe de Estado más joven de la V República.
Pese a que sus detractores se empeñan en pintarle como el heredero del impopular presidente François Hollande, lo cierto es que Macron ha tocado una tecla en el electorado francés.
Su imagen fresca y su propuesta de ruptura para "desbloquear" los anquilosados cimientos de la sociedad gala han calado sobre todo entre el electorado con mayor nivel educativo y en las ciudades.
"En un año hemos cambiado la cara de la política francesa", dijo un eufórico Macron ante sus partidarios en el Palacio de Congresos de la Puerta de Versalles de París.
A la cabeza del movimiento "En Marcha" creado a su imagen y semejanza -lleva hasta las iniciales de su nombre-, el socioliberal enarbola un discurso que trasciende las barricadas ideológicas con el que pretende aglutinar a sus compatriotas.
"Nuestro país atraviesa un momento inédito marcado por el terrorismo, el déficit, el sufrimiento social y ecológico, y ha respondido votando masivamente y decidido a situarme en cabeza de la primera vuelta", dijo.
Con el mismo afán antisistema, Le Pen alcanzó, con mayor sufrimiento del que parecía hasta hace solo un mes, la segunda vuelta, la misma frontera a la que su padre Jean-Marie llevó las ideas ultraderechistas del Frente Nacional (FN) en 2002.
En Hénin-Beaumont, ciudad del deprimido norte del país que ha convertido en su feudo electoral, Le Pen lanzó un discurso patriótico y populista en el que proclamó: "Hemos superado la primera etapa que llevará a los franceses al Elíseo".
No desaprovechó un momento para cargar contra Macron, y se felicitó de enfrentarse al exministro -que trabajó en el pasado como banquero de finanzas- en la segunda vuelta para escenificar "el gran desafío de estas elecciones: la globalización salvaje".
"Apelo a todos los patriotas sinceros, de todo origen, para que me apoyen, que abandonen peleas anquilosadas, porque está en juego el interés del país, la supervivencia de Francia, la unidad nacional", insistió ante un millar de fieles.
Camino difícil
Sin embargo, Le Pen no tendrá tan fácil convertirse en la primera presidenta de Francia.
La primera encuesta aparecida con el escenario de la final, divulgada ayer por el instituto demoscópico Ipsos, otorga una cómoda victoria a Macron con el 62 % de los votos.
Los grandes derrotados de la noche, el conservador François Fillon y el socialista Benoît Hamon -a quien las estimaciones no dan más del 7 % del voto-, anunciaron inmediatamente que votarán al socioliberal para evitar así el triunfo de la ultraderecha.
Tras asumir el desastre que supone para sus partidos quedar fuera de la segunda vuelta por primera vez en la V República (instaurada en 1958), reconocieron su responsabilidad personal en los resultados.
Más batallador, el líder de La Francia Insumisa, el izquierdista Jean-Luc Mélenchon, admitió que el resultado augurado por las proyecciones de voto "no era el que esperaba", aunque pidió esperar a las cifras oficiales que deberá divulgar el Ministerio del Interior.
"Los 'mediácratas' (sic) y los oligarcas están jubilosos. Nada es tan bello para ellos como una segunda vuelta entre dos candidatos que quieren prolongar las instituciones actuales, que no expresan ninguna conciencia ecológica y que piensan tomarla con los logros sociales más elementales", dijo.
Además, apuntó que someterá a consulta entre su militancia su posicionamiento de cara a la segunda vuelta.
Sea cual sea el resultado de esa segunda ronda dentro de dos semanas, los franceses escribieron ayer una página única dentro de la historia política de un país que aparece en pleno movimiento telúrico.
--R1
Datos
En las elecciones también participaron el conservador François Fillon, quien se situó en la tercera posición con el 19,75% de los votos, por delante del izquierdista Jean-Luc Mélenchon, con el 19,45 %.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015