EFE | LA PATRIA | Naciones Unidas
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó ayer por unanimidad una resolución en la que exige a las milicias prorrusas de Ucrania que faciliten la investigación sobre el avión malasio siniestrado en el país y den acceso inmediato a los expertos al lugar del suceso.
El texto, propuesto inicialmente por Australia y que finalmente patrocinaron la mayoría de miembros del Consejo y los países con víctimas en la tragedia, contó con el apoyo de Rusia, tras pequeños ajustes negociados en las últimas horas.
La versión aprobada demanda a los grupos armados que controlan la zona que se "abstengan de cualquier acción que pueda comprometer la integridad del lugar del impacto" y que permitan "inmediatamente acceso seguro, completo y sin restricciones" a los investigadores y expertos internacionales.
Lo hace tras expresar la "grave preocupación" del Consejo de Seguridad "por las informaciones acerca del acceso insuficiente y limitado al lugar del accidente".
También exige "que todas las actividades militares, incluidas las realizadas por grupos armados, cesen de inmediato en la zona inmediata que rodea el lugar del accidente a fin de garantizar la seguridad de la investigación internacional".
Además, "insiste en que el tratamiento y la recuperación de los cadáveres de las víctimas se lleven a cabo de una manera digna, respetuosa y profesional, y exhorta a todas las partes a garantizar que así suceda con efecto inmediato.
Apoyo
El texto "apoya los esfuerzos encaminados a establecer una investigación internacional plena, exhaustiva e independiente del incidente de conformidad con las directrices de aviación civil internacional" y reclama a todos los países que apoyen ese trabajo.
El máximo órgano de decisión de la ONU exigió "que los responsables de este incidente rindan cuenta de sus actos y que todos los Estados cooperen plenamente con los esfuerzos encaminados a establecer la rendición de cuentas".
Además, el Consejo condenó "en los términos más enérgicos el derribo del vuelo" y reiteró "su más sentido pésame y sus condolencias a las familias de las víctimas".
En la votación estuvieron presentes, entre otros, los ministros de Exteriores de Holanda, Frans Timmermans, y de Australia, Julie Bishop, dos de los países que más ciudadanos perdieron en el suceso.
El texto planteado durante el fin de semana por la misión australiana al resto de miembros del Consejo fue modificado en las últimas horas a insistencia de Rusia.
Entre los cambios destaca el mayor protagonismo que se da a la Asociación Internacional de Aviación Civil (OACI) en la investigación, en detrimento de Ucrania, y en el cambio de una expresión que daba por hecho que el avión fue derribado por un misil.
De otra parte, el Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas rusas dijo ayer que el día que se estrelló el avión malasio en el este de Ucrania, un aparato militar ucraniano volaba cerca del Boeing 777.
Cadáveres, a manos de expertos
Los cadáveres de los casi 300 pasajeros y tripulantes del avión malasio siniestrado en Ucrania partieron ayer en vagones frigoríficos con destino a la ciudad de Járkov, donde pasarán de las manos de los rebeldes prorrusos a las de los expertos internacionales.
El tren, donde los cadáveres se encuentran a una temperatura de cero grados, recibió ayer el visto bueno de tres forenses llegados de Holanda, los primeros expertos extranjeros en examinar su estado de conservación.
Los médicos holandeses abrieron los vagones estacionados en la localidad de Torez para examinar los cuerpos en presencia de la misión de la OSCE en Ucrania, encabezada por el suizo Alex Hug.
Tras varias horas de negociaciones, los insurgentes prorrusos, en cuyo poder supuestamente figuran las cajas negras del aparato, dieron el beneplácito para el traslado de los cuerpos abandonados en tierra de nadie durante cuatro largos días.
Los cuerpos desnudos y cubiertos de hollín no fueron recogidos hasta 48 horas después de la catástrofe, cuando fueron introducidos en camiones y refrigerados en un tren en una vetusta estación.
"Los trabajos de búsqueda de los cuerpos han terminado. Se puede constatar que se han encontrado 282 cuerpos y 87 fragmentos que pertenecen a 16 cadáveres", señaló el viceprimer ministro ucraniano Vladímir Groisman, responsable de la investigación de la catástrofe.
En Járkov serán recibidos por una treintena de expertos, en su mayoría de Holanda -193 víctimas eran de esa nacionalidad- y Malasia, país al que pertenecía el Boeing-777 accidentado frente a la aldea de Grabovo.
Dos aviones, uno con siete especialistas holandeses y depósitos especiales para cadáveres, y otro con expertos malasios aterrizaron ayer en Járkov.
Seguidamente, se procederá a su examen, tras lo que serán repatriados, aunque cabe la posibilidad de que algunos familiares puedan viajar a Járkov para identificarlos personalmente.
Afectados
Los familiares de las víctimas holandesas fueron recibidos ayer por el rey Guillermo-Alejandro de los Países Bajos, que se mostró "profundamente afectado" y expresó su confianza en que "se haga la luz sobre la causa del desastre".
Al respecto, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, acusó ayer a los separatistas prorrusos de "continuar bloqueando la investigación" e instó a Rusia a usar su influencia para permitir una investigación "transparente".
"¿Qué es lo que están tratando de ocultar? Lo que necesitamos es acceso inmediato y sin obstáculos al lugar de los hechos. El presidente ruso, Vladimir Putin, tiene responsabilidad directa para obligarles a cumplir con la investigación", dijo.
Siguen combates
Donetsk. Mientras concluía el rescate de las víctimas de la catástrofe aérea, los combates entre las fuerzas gubernamentales y los rebeldes prorrusos llegaron ayer a las calles de Donetsk, principal plaza fuerte separatista.
Decenas de personas, en su mayoría civiles, pueden haber muerto en los combates que estallaron cuando varios tanques ucranianos lanzaron una incursión en la ciudad que fue repelida con muchas dificultades por los milicianos.
"Los combates tienen lugar en todo el perímetro de la ciudad. La situación es muy complicada. La aviación bombardea también sobre la estación ferroviaria", dijo un líder de los sublevados, Andréi Purguín.
Las explosiones retumbaron en Donetsk desde primera hora de la mañana y varios proyectiles alcanzaron e incendiaron edificios de viviendas y comercios situados entre la estación de tren y el aeropuerto.
Varias columnas de humo, una proveniente de una estación de autobuses, se podían ver desde cualquier rincón de la ciudad, por lo que las autoridades restringieron el tráfico en ciertas zonas y suspendieron parcialmente el transporte público.
Los combates, en los que el Ejército ucraniano empleó tanques y piezas de artillería, han obligado a muchos de los inquilinos del barrio oeste de Donetsk a resguardarse en los refugios subterráneos habilitados por las autoridades locales.
Desde que el jefe de las fuerzas rebeldes, Ígor Strelkov, declaró el toque de queda, Donetsk es una ciudad fantasma, en la que los negocios han cerrados sus puertas a la espera de que se normalice la situación y los únicos clientes en los hoteles son los reporteros.
Mucha gente ha enviado a sus hijos al campo o a otros lugares del país, mientras ayer en la estación de tren muchos residentes abandonaban la ciudad con destino a lugares como Crimea, territorio ruso desde marzo pasado.
"Yo me voy con mi abuela, que vive en Israel. Aquí ya no se puede vivir", dijo a Efe Irina, una joven de 25 años.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015