Un indio llamado Sadhu Amar Bharati afirma haber mantenido desde 1973 su brazo levantado. Después de 38 años, el brazo se ha atrofiado de tal manera que se ha quedado en un pedazo de piel con un hueso inmóvil.
Era un hombre normal de clase media, que tenía su familia y trabajo como todo el mundo. Pero un día decidió dejarlo todo para dedicar su vida a un dios hindú. Se dice que él se sintió muy desilusionado por todas las guerras y maldad que había en el mundo y decidió levantar su brazo como signo de paz. Su brazo quedó inutilizado, aunque él quisiera no podría moverlo. Afirma que sintió mucho dolor los primeros meses, después el dolor se fue y su brazo está como clavado en esa postura. También se puede apreciar su uñas retorcidas y gruesas por no cortárselas durante todo este tiempo.
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