En medio de la tensión que vive Paraguay por la destitución del presidente Fernando Lugo, su sustituto, Federico Franco, trató ayer de enviar un mensaje de gobernabilidad aunque alertó del riesgo de una "guerra civil" y no escatimó en advertencias a sus principales vecinos, Brasil y Argentina.
Tras nombrar a su ministro de Hacienda, Manuel Ferreira, Franco convocó de forma repentina a la prensa extranjera congregada en la sede presidencial para defender la legitimidad de su Gobierno frente al rechazo surgido en el exterior.
Al retiro de embajadores y llamada a consultas de otros por buena parte de los países suramericanos se sumó ayer Cuba, mientras el Comité Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) se reúne para evaluar la crisis paraguaya.
Pertrechado en la mesa de su despacho, este político liberal de 49 años y médico de profesión aseguró ser "el responsable de garantizar que no va a haber una guerra civil" en su país a raíz del breve y controvertido juicio político en el Parlamento que le costó el cargo a Lugo.
Recalcó que en las calles paraguayas "no hay policía ni militares" y la vida continúa con absoluta normalidad, con lo que su prioridad es "mantener la calma". De hecho ayer, se reanuda la interrumpida liga de fútbol.
Después, la meta es "transmitir desde acá a la comunidad internacional la tranquilidad y la gobernabilidad" en las calles y "hacer todo el esfuerzo para demostrar" que el suyo "es un Gobierno absolutamente democrático", añadió.
Franco anunció que hoy presentará al Legislativo su plan económico para los apenas 14 meses que le quedan de gestión y reiteró que "los plazos electorales van a ser respetados".
"Si Dios y la Virgen lo permiten, y también con ayuda de ustedes, los medios de comunicación internacionales, vamos a entregar mi Gobierno el 15 de agosto del 2013 y ojalá con un país más organizado", prometió.
El mandatario anunció que "en una semana" su Ejecutivo va a hacer "todo" lo que no se hizo en los últimos cuatro años con el exobispo Lugo, del que Franco fue vicepresidente.
En mitad de la improvisada y a ratos tensa rueda de prensa un periodista chileno preguntó a Franco si no sentía responsabilidad por el tiempo compartido en el poder con Lugo, ante lo cual el mandatario, medio en broma medio en serio, dijo que lo contrataría.
"Si no hubiera tantas cámaras me levantaba y le pasaba la mano. Además, le voy a recomendar para que mi jefe de prensa le contrate. Usted es muy hábil", le dijo.
"Carece de autoridad para cumbres"
Sobre Lugo, que pretende liderar una ola de manifestaciones pacíficas en las calles para recuperar su silla presidencial, también se mostró expeditivo. "Nosotros garantizamos el Estado de Derecho, la gente puede manifestarse, lo que no vamos a permitir son los excesos", indicó.
También consideró que el exobispo carece de "autoridad" para asistir a las cumbres de la Unasur y el Mercosur que a finales de semana debatirán la crisis paraguaya en Mendoza (Argentina), y de hecho ayer el canciller, José Félix Fernández, le advirtió que, si lo hace, "se expone al ordenamiento legal de la República".
Respecto a la relación con Brasil y Argentina, sus dos grandes vecinos y socios en el Mercosur junto con Uruguay, recordó a ambas la dependencia que tienen de las dos centrales hidroeléctricas compartidas con Paraguay, Yacyretá e Itaipú, cuya energía es imprescindible para Buenos Aires y Sao Paulo.
En el caso de Argentina, cuya presidenta, Cristina Fernández, fue la primera en rechazarlo y retirar a su embajador de Asunción, indicó que va a tratar de tener con la mandataria "un trato especial".
"No me va a sacar una sola palabra en contra de ella, voy a hacer todo el esfuerzo para que la señora Cristina entienda que Paraguay tiene con Argentina un compromiso claro con Yacyretá".
A la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, le pidió "que consulte con sus compatriotas" que viven en Paraguay cerca de la frontera común, conocidos como "brasiguayos" -unos 80.000 según el censo de 2002, y hasta medio millón según Franco, que hoy recibió a una delegación-, sobre su postura respecto a la crisis política.
La OEA trata el caso paraguayo
La OEA comenzó ayer una nueva sesión para analizar la crisis paraguaya, mientras Cuba anunció la retirada de su un hombre que protesta junto a pintadas contra el nuevo presidente de Paraguay, Federico Franco, en una calle de Asunción (Paraguay).embajador en Asunción y empezaron a surgir algunas voces en contra de la "intromisión" en asuntos internos de Paraguay.
"Esta es una situación bastante nueva, que no afecta el respeto de la ley, sino en la que las normas han sido aplicadas en una manera en que algunos Estados miembros consideran que produce perjuicio a la democracia", indicó el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza.
Insulza habló así al inaugurar la segunda sesión extraordinaria dedicada a Paraguay que el Consejo Permanente de la OEA celebra en menos de una semana.
El representante permanente de Paraguay ante la OEA, Bernardino Hugo Saguier, defendió a Federico Franco, que asumió el viernes pasado la jefatura del Estado, como el "legítimo presidente" de su país y pidió a los Estados miembros del organismo evitar la "injerencia" en los asuntos internos de esa nación.
Insulza dijo que la situación en Paraguay es de "crisis institucional", aunque reconoció que hay tranquilidad en el país, y opinó que "no puede resolverse sólo por la vía de la acción externa".
El secretario general del organismo continental había dicho previamente a una emisora chilena que la OEA no tiene atribuciones para intervenir en Paraguay de forma unilateral, pues "solamente actúa cuando le piden que actúe", aunque sí puede hacer gestiones "para acercar las partes" en conflicto.
"Podríamos haber actuado en el caso de Paraguay si el presidente Lugo hubiera recurrido mientras estaba en el palacio (presidencial) a la Carta Democrática Interamericana" de la OEA, explicó Insulza.
Mientras los embajadores ante la OEA debatían qué hacer, la lista de países que han tomado medidas contra el nuevo Gobierno paraguayo se engrosó con Cuba.
"Se ha procedido al retiro de nuestro embajador en Asunción (Bernardo Guanche), quien arribará a La Habana en las próximas horas", señaló la Cancillería cubana en una nota informativa.
Además de Cuba han retirado embajadores los Gobiernos de Argentina, Venezuela y Ecuador, y otros como Chile, México, Colombia, República Dominicana, Uruguay, Perú y Brasil han anunciado que llamaran a consulta a los suyos.
La crisis paraguaya se tratará esta semana en una reunión semestral del Mercosur en Mendoza (Argentina), que concluirá el viernes con una cumbre extraordinaria de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) convocada con el mismo fin.
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