Kevin Santos, un niño brasileño de dos años de edad, fue declarado muerto en un hospital del norte de Brasil. Según los médicos la causa de la muerte fue por insuficiencia respiratoria, deshidratación y neumonía. Pero un día después, durante su funeral el pequeño inesperadamente se reincorporó y dijo: "Papá, ¿puedo tomar un poco de agua?", según relata un sitio web de noticias brasileña. Su padre, Antonio Santos, contó: "Todo el mundo empezó a gritar, no podían creer lo que veíamos. Entonces pensamos que era un milagro y nuestro hijo había vuelto a la vida". Volvió a recostarse en su ataúd y no volvió a dar señales de vida, pese los intentos de la familia de hacerlo despertar.
Toda la familia corrió con el pequeño hasta el mismo hospital donde un día antes le habían dado por muerto, y nuevamente fue declarado muerto ya que no tenía constantes vitales. "15 minutos después llegar al hospital y lo llevaran para reanimarlo, vinieron, me informaron que estaba muerto y me entregaron su cuerpo. Me aseguraron que él realmente estaba muerto y no me dieron ninguna explicación de lo que habíamos visto y oído", contó el hombre.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015