La máxima representante diplomática de Venezuela en Kenia, Olga Fonseca, fue hallada muerta por estrangulamiento en su residencia oficial de Nairobi, donde la Policía abrió una investigación para esclarecer el crimen.
El jefe de la Policía provincial, Anthony Kibuchi, citado por la prensa local, aseguró que "la diplomática (que ejercía el puesto de encargada de negocios) fue estrangulada hasta la muerte ayer en la mañana", y agregó que se investigan las causas del suceso.
El asistente de administración de la Embajada de Venezuela, José Miguel Reyes, dijo que se "está investigando y, en principio, parece que (Fonseca) fue asesinada. Le ataron los pies y el cuello con unos cables".
En conversación telefónica, Reyes relató que la Embajada sospechó que podía haberle sucedido algo a Fonseca, que vivía en un lujoso barrio del norte de la ciudad, cuando notaron que la diplomática no había llegado a su despacho a su hora habitual.
Tras no lograr contactarla por teléfono, los miembros de la representación venezolana recibieron un mensaje desde el número de la diplomática, que ejercía de encargada de negocios.
Por eso, la Policía "también va a intentar rastrear su teléfono, porque en la mañana (ayer) recibimos un mensaje en español desde su móvil diciendo que estaba descansando y que nos veríamos esta tarde", explicó el asistente de administración.
Ante la demora de Fonseca, varios integrantes de la misión venezolana se acercaron a su residencia, que hallaron cerrada, si bien consiguieron acceder al recinto después de contactar con la compañía de seguridad encargada de la vigilancia.
Reyes dijo que, a través de una ventana, desde fuera de la casa, pudieron ver el cuerpo sin vida de la encargada de negocios, con los pies y el cuello atados con cables.
Preguntado por el posible móvil del crimen, el asistente de administración señaló que la Policía "todavía no quiere decir nada, porque están viendo todas las pruebas".
Cuatro empleados de la residencia fueron trasladados a la comisaría de Gigiri, zona del norte de Nairobi, en la que está la Embajada venezolana, para ayudar en la investigación del suceso, indicó el jefe de la Policía provincial.
Fonseca, que tenía 57 años y contaba con gran experiencia en el mundo de la diplomacia, llegó a Nairobi el pasado 15 de julio para hacerse cargo de la Embajada del país latinoamericano, apuntó Reyes.
El suceso ocurrió después de que personal keniano de la residencia oficial venezolana presentó una queja ante la Unidad de la Policía Diplomática en Gigiri, por haber sido supuestamente despedidos por Fonseca, informó el diario local "Daily Nation".
Esos empleados, siempre según el citado periódico, fueron supuestamente despedidos por negarse a retirar sus acusaciones de acoso sexual contra el antecesor de Fonseca, Gerardo Carrillo Silva.
Sin embargo, Reyes aclaró a Efe que los sirvientes "nunca fueron despedidos", sino que "no reconocían la autoridad (de Fonseca)", y subrayó que continúan trabajando en la residencia.
Varios investigadores de la Policía keniana desplazados al lugar del suceso, que rehusaron hablar con los periodistas, abandonaron el recinto con bolsas repletas de objetos que depositaron en sus vehículos.
El cuerpo de Fonseca, cubierto por una funda de color verde, fue trasladado a un tanatorio de la capital en una ambulancia, escoltada por vehículos policiales.
Marco, ciudadano italiano que habita enfrente de la residencia de la diplomática venezolana, indicó a que durante la noche de ayer no oyó ruidos, y que sólo supo del suceso al volver a su casa, "porque había mucha policía a la entrada".
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