El Ejército sirio continúo hoy sus bombardeos a las localidades de Deir al Zur (este) y Rastan (centro), indicaron fuentes opositoras, que señalaron que estas zonas están actualmente bajo el control de los rebeldes.
El jefe del Ejército Libre Sirio (ELS) en la provincia de Deir al Zur, teniente coronel Muhanad al Talaa, aseguró a Efe que sus hombres han evitado en los últimos tres días que las fuerzas del régimen entren en la ciudad, capital de la región del mismo nombre.
Al Talaa destacó que, en represalia, el Ejército bombardeó hoy la población con tanques y helicópteros, lo que causó un número indeterminado de muertos y heridos civiles, además la destrucción de casas.
El militar desertor agregó que la ciudad sufre de escasez de alimentos, medicinas y combustible, además de que las comunicaciones están cortadas.
Por su parte, el Observatorio sirio de Derechos Humanos indicó en un comunicado que un civil y un oficial del Ejército murieron hoy en la localidad de Rastan, en la provincia central de Homs, considerada el bastión del ELS, donde prosiguen los enfrentamientos desde hace meses.
Además, las fuerzas del orden bombardearon la localidad de Al Qusair, también en Homs, lo que dañó varias viviendas, informaron en una nota los activistas Comités de Coordinación Local, que añadieron que se registraron bombardeos en el barrio de Andán de la ciudad septentrional de Alepo.
Como cada viernes desde el inicio de la revuelta, los opositores salieron a las calles a manifestarse, si bien las fuerzas sirias se desplegaron cerca de las mezquitas, de las que suelen arrancar las protestas para impedírselo, según la Comisión General de la Revolución Siria (CGRS).
Este grupo opositor apuntó que las fuerzas del régimen abrieron fuego en varias ocasiones contra los manifestantes en el barrio de Salah al Din, en Alepo, o en la localidad de Al Qaritain, en Homs.
Durante las marchas, los sirios corearon consignas contra la protección de Rusia al presidente sirio, Bachar al Asad, e insistieron en mostrar su voluntad para derrotar al régimen sirio.
La violencia persiste en Siria pese a la presión internacional y al despliegue de unos trescientos observadores de la ONU en el país, donde en las últimas semanas ha habido un repunte de los combates entre las fuerzas gubernamentales y los rebeldes.
El jefe de la misión de observadores de la ONU en Siria, general Robert Mood, mostró hoy su frustración por la escalada de violencia en el país, que limita su labor de supervisión en el terreno.
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