EFE | LA PATRIA | Caracas
Estados Unidos anunció ayer que busca con Colombia y "otros países" impulsar algún tipo de mediación en Venezuela, cuyo Gobierno ha rechazado, porque no la ve "necesaria", la posibilidad de que el presidente de Uruguay, Jose Mujica, haga esa misma labor.
El anuncio lo hizo el jefe del departamento de Estado, John Kerry, junto a la ministra de Relaciones Exteriores colombiana, María Ángela Holguín, después de una reunión en Washington, y hasta ahora no ha habido comentarios del Gobierno o la oposición de Venezuela al respecto.
En Brasil, antes de que Kerry hablará de la mediación, el canciller venezolano, Elía Jaua, acusó a Estados Unidos de haber "condenado a priori" a Venezuela por los sucesos de los últimos días y de negarse a reconocer que el presidente Nicolás Maduro se ha limitado a "cumplir con su deber de preservar la ley y el orden".
Venezuela no es un país de bárbaros", sino "una nación democrática y pacífica", señaló Jaua.
Ni Kerry ni Holguín aventuraron cómo sería la mediación que impulsan ni cuales son los "otros países" involucrados, aunque el secretario estadounidense dijo que se baraja esa posibilidad porque "obviamente ya se ha demostrado que es muy difícil que los dos lados (en Venezuela) puedan ponerse de acuerdo por sí mismos".
Sin embargo, más tarde la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, aclaró que el posible intento de mediación debe encomendarse a una "tercera parte", aceptable para el Gobierno venezolano y la oposición, y que no es probable que Estados Unidos se convierta personalmente en mediador.
De confianza
"El diálogo entre el Gobierno y la oposición puede requerir una tercera parte para mediar. La cuestión es quién es el mediador apropiado, y claramente esa tercera parte tendría que ser alguien en quien confíe tanto el Gobierno como la oposición", señaló Psaki.
Desde el pasado 12 febrero se registran en Venezuela protestas en contra del Gobierno y a causa de la violencia que se ha generado en algunas de esas manifestaciones han muerto 17 personas y más de 200 han resultado heridas, según la información oficial actualizada ayer.
Gobierno y oposición se culpan mutuamente de la violencia, mientras cada día se suman nuevas voces a los llamamientos al diálogo y a la reconciliación en Venezuela.
También hay denuncias de represión y de uso excesivo de la fuerza por los grupos del orden. El Gobierno ha informado que hay ocho agentes detenidos por tres de las muertes.
La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, condenó ayer la violencia en Venezuela, "independientemente de quiénes sean los responsables", e instó al Gobierno a velar por el respeto a la libertad de expresión y de reunión.
"La continua retórica incendiaria de ambos lados es completamente inútil. Es hora de renunciar al uso de la violencia y dar un paso más allá de la agresión verbal hacia el diálogo significativo. La crisis solo se resolverá si se respetan los derechos de todos los venezolanos", subrayó Pillay en un comunicado.
Por su parte, Kerry indicó que a su juicio lo que "debe ocurrir ahora es que el liderazgo venezolano lidie con su propio pueblo, que tenga un diálogo para enfrentar sus problemas".
El secretario de Estado consideró que "no es inapropiado" que el Congreso de EE.UU. estudie la posibilidad de imponer sanciones a Venezuela, como han pedido dos senadores.
Jaua era esperado ayer en Surinam, penúltima escala de una gira por Suramérica en la que ha buscado apoyo para una reunión especial de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) sobre Venezuela, como alternativa a la que Panamá ha propuesto que se celebre en la Organización de Estados Americanos (OEA).
Jaua indicó que formalizará esa propuesta en Surinam, actual presidente de la Unasur, porque ese organismo "ya demostró ser un mecanismo muy eficiente para la defensa de la democracia".
La ONG Human Rights Watch (HRW) advirtió ayer a la OEA que cometería "un grave error" si no permite una discusión en su seno sobre la situación en Venezuela.
La organización "no debería permitir que esta importante oportunidad para abordar los problemas de derechos humanos centrales a la situación en Venezuela sea desperdiciada", señaló HRW en un comunicado.
El director de HRW para las Américas, José Miguel Vivanco, opinó que lo que diferencia al Gobierno de Venezuela de otros que han enfrentado "manifestaciones masivas y mayoritariamente pacíficas" es "el modo en que ha reaccionado el Gobierno", con una combinación de "medidas abusivas" y "fuerza brutal" contra los manifestantes.
Sin Mujica
Durante su visita el jueves a Montevideo, Jaua señaló que el Gobierno de Venezuela rechaza la posible mediación del mandatario uruguayo, por no verla "necesaria" y le pidió en cambio que trabaje "para convocar a la Unasur" para tratar el tema.
La semana pasada, un grupo opositor venezolano le pidió al mandatario uruguayo que mediara, dada su buena sintonía con el gobierno bolivariano y el respeto internacional que tiene su figura, a lo que respondió que él haría "oportunamente su parte" para lograr la paz "hablando con los venezolanos".
Promete resolver desabastecimiento
Caracas. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, prometió ayer que su Gobierno resolverá el problema del desabastecimiento de bienes básicos en el país, pero señaló que las protestas que desde hace dos semanas se repiten en su contra no contribuyen a lograr ese objetivo.
"Hablando del tema del abastecimiento, lo vamos a resolver, está en curso resolverlo", dijo el presidente al encabezar una reunión de la Conferencia por la Paz, que se inició el miércoles y a la que ha convocado a todos los sectores del país.
El mandatario cuestionó a los manifestantes que dicen protestar por "la mala política económica" de su Gobierno y volvió a atribuir la escasez de algunos productos en los supermercados al contrabando, sobre todo en la frontera común con Colombia.
"Hay un pavoroso contrabando de casi el 40% de todo lo que circula en Venezuela, de todo el circulante de productos en Venezuela el 40% se está yendo para Colombia y las islas del Caribe. ¿Qué país aguanta eso?", dijo.
Tras defender el derecho de las personas a manifestar su descontento de manera pacífica, se preguntó si con las protestas "va a mejorar la situación y el abastecimiento del país".
También se refirió a las largas colas que se ven en la ciudad de San Cristóbal, capital del estado occidental de Táchira, para conseguir alimentos luego de que esa región se convirtiera en uno de los primeros focos de protestas contra el Gobierno de Maduro y que ahora sigue siendo uno de los lugares de mayor conflictividad.
"Ahorita en San Cristóbal hay unas llamadas súpercolas para comprar productos porque se ha desabastecido gravemente el Táchira. ¿Tiene derecho el pueblo de San Cristóbal a estar sufriendo de esta forma?", señaló.
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