Crecen los reclamos tras el incendio en Londres

Efe | LA PATRIA | Londres

En un ambiente de dolor e indignación, decenas de ciudadanos protestaron en el cruce viario de Oxford Circus, en Londres.

Reclamaban por la respuesta de las autoridades municipales y el Gobierno al incendio desatado el pasado miércoles en un bloque de pisos del oeste de la ciudad, que causó al menos 30 muertos, aunque se prevén muchos más.

Los residentes y vecinos del edificio, muchos de ellos personas con pocos recursos que vivían en pisos de protección oficial, acusan al Ayuntamiento Kensington y Chelsea, encargado del mantenimiento de la torre Grenfell, de desoír durante años sus advertencias sobre la pobre seguridad del edificio.

Otros piden la dimisión de la primera ministra, Theresa May, a cuyo Partido Conservador reprochan las medidas de austeridad que llevaron a los Ayuntamientos a efectuar recortes en áreas clave como vivienda y atención social.

Durante otra visita, ayer, a unas víctimas alojadas en la iglesia de Saint Clement, May anunció que se destinarán 5 millones de libras (5,7 millones de euros) para proporcionar ayuda de emergencia a los damnificados.

De familia caleña

Crece la incertidumbre para la familia de la niña Jéssica Urbano, de 12 años de edad, quien desapareció luego del incendio de la torre Grenfell en Londres.

Desde Francia, Alejandro Cortés, familiar de la pequeña, contó que la niña estaba sola en el piso 20 de la torre cuando ocurrió la emergencia, mientras su padre se encontraba en el tercer piso, visitando a un amigo. Los dos hombres fueron evacuados del lugar y desde entonces nadie sabe dónde está la menor.

La Policía confirmó que al menos 30 personas murieron en el incendio, aunque señaló que se esperan muchas más, y algunas, por la naturaleza del suceso, ni siquiera podrán ser identificadas.

De momento, hay solo tres víctimas conocidas, el niño de 5 años Isaac Shawo, la artista Khadija Saye y el refugiado sirio Mohammed Alhajali.

"The Guardian" publicó que la empresa encargada en el 2016 de las obras de reforma del edificio, construido en 1974 originalmente como vivienda social, utilizó un material barato e inflamable para revestir el bloque.