EFE|LA PATRIA|CARACAS
El candidato de unidad de la oposición venezolana, Henrique Capriles, pidió ayer al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, un "debate de altura" en la campaña para las elecciones del 7 de octubre, al tiempo que aseguró que las encuestas que él maneja lo sitúan por delante de su contendiente.
Al hacer un balance del primer mes de campaña, Capriles reclamó a Chávez no meter el debate en un "pantano", señaló que está trabajando para ganarse la confianza de todos y mencionó la reciente polémica por las advertencias del poder electoral asegurando que "han puesto las gorras de moda" y lo va "a aprovechar".
Capriles afirmó ayer en una conferencia de prensa que, de acuerdo con las informaciones que maneja, está por delante de Chávez en intención de voto y que su ventaja empieza a crecer, e incluso vaticinó que ganará las presidenciales por un margen que no será estrecho.
"Esta situación, lo dijimos, arrancamos en una carrera pareja, ya la situación empieza a crecer, y ¿qué va a pasar el 7 de octubre? no crean ustedes que vamos a tener un resultado cerrado, sin triunfalismos, por supuesto", dijo Capriles.
El candidato opositor, elegido en comicios primarios en febrero, llamó a la gente a votar en octubre porque el triunfo se alcanza con votos. "No es suficiente la alegría, la esperanza y la energía que vivimos en cada comunidad que visitamos", argumentó.
En ese sentido, indicó que en el oficialismo "la procesión va por dentro" y por eso cada vez que Chávez "sale a hablar es de mal humor, es para regañar a alguien, es para amenazar, es para insultar". "Nosotros no andamos recorriendo el país para insultar a nadie", apuntó.
Las palabras de Capriles contrastan con la mayoría de las encuestas difundidas en las últimas semanas en Venezuela, que señalan que Chávez lo aventaja con una diferencia que oscila entre los 15 y 25 puntos, aunque alguna encuesta, como la de Consultores 21, sitúa la situación en empate.
Capriles, abogado de 40 años, recriminó al presidente venezolano los constantes insultos y que incluso lo tratara de vincular con grupos nazis, por lo que pidió respeto para sus bisabuelos, judíos asesinados en el gueto de Varsovia, y para su abuela, superviviente del holocausto.
Chávez volvió a reiterar ayer que tenía "pruebas" de que Capriles había formado parte "de aquella organización fascista llamada Tradición, Familia y Propiedad. Gente muy rica que le rapaban el coco a los jóvenes y los inducían por caminos extraños", y que, afirmó, estaba formada por "neonazis, violentos, fascistas".
"Una campaña política no creo que debamos meterla en un pantano. Él no tiene ni idea de lo que significa el nazismo o el fascismo. Dios nos ampare no solamente en nuestro país sino en el mundo de que se volviera a vivir una situación como esa", replicó Capriles, al reiterar que él no se ha metido con la familia de Chávez.
Sobre lo que han sido los primeros 30 días de campaña, el exgobernador del estado Miranda (centro) indicó que ha visitado 118 pueblos en 21 de los 23 estados (además del Distrito Federal) del país, y afirmó que continuará visitando a los venezolanos "pueblo por pueblo".
Señaló que la campaña "ha sido un proceso de aprendizaje de ir a cada comunidad, comunidades que nunca han sido visitadas en estos años por quienes han tenido todo el poder, todos los recursos".
"Ha sido gratificante, extraordinario, creo que nunca antes se había hecho una campaña con esta intensidad, con este compromiso", puntualizó.
Acusó a Chávez de "reciclar promesas", de inaugurar fábricas que habían sido inauguradas hace cinco años y de mantener a Venezuela en "un presente de estancamiento que mira hacia el pasado".
A falta de dos meses y un día para las elecciones en Venezuela, la polémica sobre una gorra del candidato opositor, Henrique Capriles, la presencia del actor estadounidense Sean Penn y las sempiternas utilizaciones de la imagen de Bolívar aliñan una campaña electoral muy previsible y poco espectacular.
El presidente venezolano y candidato a la reelección, Hugo Chávez, con sus continuos actos multitudinarios y actividades transmitidas por televisión, y Capriles, inmerso en una maratón de mítines masivos en localidades y ciudadess, repiten hace semanas el mismo patrón con el fin de conquistar el voto el 7 de octubre.
Chávez encabezó un acto de Gobierno en el centro del país, que, como es habitual, fue transmitido en cadena obligatoria de radio y televisión.
Acusado reiteradamente por sus detractores de usar políticamente esa prerrogativa que le confiere su condición de jefe de Estado, Chávez comenzó su intervención recordando que estaban en cadena para que, dijo: "no hablemos de campaña electoral ni nada de eso, porque a veces a alguien se le sale algo por la emoción".
En tanto, después de varios días encabezando decenas de actos con comunidades en pueblos y ciudades, Capriles recurrió a la red social en internet Twitter para hacer algunos comentarios y acusar a Chávez, el "candidato del continuismo", de desesperar porque "14 años después sólo él cree sus mentiras".
Para el analista político John Magdaleno, profesor del Instituto de Estudios Superiores de Administración de Caracas (IESA), "los formatos de comunicación" de estos aspirantes "son bastantes convencionales" y no está habiendo "grandes innovaciones" en la campaña con vistas a las elecciones presidenciales del 7 de octubre, a las que se presentaron otros cinco candidatos.
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