Al bibliotecario lo buscó favorecer su amiga por abusar de dos menores. Él terminó condenado y ella, absuelta.

Foto | Ilustración | LA PATRIA

Al bibliotecario lo buscó favorecer su amiga por abusar de dos menores. Él terminó condenado y ella, absuelta.

Autor

Mentir al parecer para proteger al bibliotecario por un abuso sexual a dos estudiantes menores de edad, tuvo cerca de pagar una condena a una docente por falso testimonio. Sin embargo, una serie de errores y hasta la negativa de las víctimas a responder con certeza, permitieron su absolución.

 

Condenado por abusarlas

Entre el año 2006 y el 2007, el hombre aprovechaba su labor para tocarles las partes íntimas a dos niñas dentro de la biblioteca, situación que conocieron docentes y rectora del establecimiento educativo. La denuncia llegó tanto a la Secretaría de Educación de Caldas como a la Fiscalía.

En el año 2009, un juzgado lo condenó a pagar 7 años y 4 meses de prisión por actos sexuales con menor de 14 años. Su defensa apeló, pero en segunda instancia, el Tribunal Superior de Manizales ratificó la sentencia en mayo del 2010.

Entre quienes rindieron testimonio estaba la profesora, amiga cercana del condenado, quien según las autoridades judiciales, faltó a la verdad. Ella afirmó que las víctimas se le acercaron y le confesaron que los tocamientos y los comentarios morbosos nunca habían ocurrido, que solo acudían a la biblioteca porque les gustaba.

Sin embargo, las mismas menores la desmintieron durante sus declaraciones. Eso se demostró con la sanción que recibió el abusador tanto en lo disciplinario como lo penal. De ahí se desprendió la solicitud de investigar a la mujer.

 

Condenada

En abril del año 2017, siete años después de la condena al bibliotecario, le imputaron cargos a la mujer, pero ella no los aceptó. Se tuvo que esperar hasta enero de 2018 para la formulación de acusación, la audiencia preparatoria se dio en julio de 2019 tras muchos aplazamientos y en marzo de este año se concluyó el juicio con una sentencia condenatoria y el beneficio de detención domiciliaria.

El juez consideró que esta buscaba favorecer de manera deliberada al abusador “sin importar si engañaba a una autoridad administrativa o a cualquier otra, emitiendo su espuria declaración, es decir, el perjurio necesario para obtener esa finalidad, el salvaguardar a su amigo”.

Entre los testigos estaba una víctima del abusador. El juzgador resaltó que ya siendo mayor de edad, la joven fue congruente con sus relatos y recordó que nunca le dijo a la procesada que las agresiones sexuales no habían ocurrido.

El juez puntualizó que durante el juicio, las aseveraciones de la señalada resultaron siendo abiertamente falsas para favorecer al bibliotecario, muestra fehaciente de que se materializó la conducta de falso testimonio, además se contradecía con lo que dijeron las menores.

 

La apelación

La abogada de la defensa apeló y pidió que se decretara la nulidad desde el juicio oral porque consideró que el juez no fue imparcial y absolvieran a la mujer por falta de pruebas que acreditaran el delito.

Primero, sostuvo que el juez solo podía hacer preguntas complementarias o aclaratorias apenas finalizara el interrogatorio, pero este lo hizo interrumpiendo al fiscal y, por otro lado, los testigos no efectuaron señalamientos directos sobre la docente.

Incluso, reclamó que no se demostró cómo la procesada pudo haber hecho caer en un error al jefe de la Unidad de Control Interno de la Gobernación por su testimonio y no se tuvo en cuenta los argumentos expuestos en los alegatos de conclusión, pues dio el sentido de fallo apenas finalizó el juicio.

 

Absuelta

En segunda instancia, el Tribunal Superior de Manizales indicó que por regla general, el juez no puede interrumpir el interrogatorio para efectuar preguntas y cuando asume una participación activa, transgrede la imparcialidad.

Tras revisar el testimonio de la joven, abusada cuando era menor, los magistrados encontraron que la Fiscalía realizaba preguntas que no entendía ella y el juez intervino para que esta entendiera el cuestionamiento y respondiera.

En una segunda ocasión, debido a que la mujer se negaba a leer un documento para refrescar memoria que el fiscal le mostró, nuevamente el mencionado interrumpió. Por eso, se determinó que estas partes del interrogatorio debían retirarse, pero no anular el juicio como pretendía la defensa.

El Tribunal aprovechó para criticar la labor del ente acusador, pues consideró que hubo un deficiente manejo del interrogatorio y de la testigo, y tampoco se esforzó por buscar a la otra víctima del bibliotecario, quien hubiera sido fundamental en el proceso contra la señalada.

En la decisión final se optó por no darle nulidad al proceso y se le se dio la razón a la defensa en sus alegatos y se absolvió a la mujer por los cargos de falso testimonio.

 

El falso testimonio

De acuerdo con el Código Penal, el que en actuación judicial o administrativa, bajo la gravedad del juramento ante autoridad competente, falte a la verdad o la calle total o parcialmente, incurrirá en prisión de 6 a 12 años.

 

Casos siguen

En un informe reciente, se expuso que en Caldas, las oficina de control interno de la Alcaldía de Manizales y de la Gobernación investigan a 42 docentes por supuestos casos de abuso sexual con menores estudiantes y por posibles agresiones a alumnos y compañeros.

Los casos de abuso, además de Manizales, también se denunciaron en La Dorada, Risaralda, Riosucio, Samaná, Norcasia, Neira y Villamaría.

 

Cuidado con el abuso

- Los comportamientos de los estudiantes también son una señal de alerta.

- Conductas sexuales inadecuadas para la edad. Que un niño o niña demuestre tener un conocimiento acerca de las relaciones sexuales que no debería, que se toque con insistencia sus órganos sexuales, que haga representaciones de una relación sexual, por ejemplo, con sus pares o con un muñeco al que le hace movimientos con su pelvis, o que haga dibujos alusivos a una relación sexual es un claro indicador de que algo no va bien.

- Aquí hay que indagar, de forma amable, respetuosa y amorosa, dónde aprendió eso, con quién o con quiénes lo aprendió, quién inició la actividad y cómo participa cada uno.

- Cambios bruscos en su estado de ánimo. Cuando es víctima de abuso sexual, generalmente, tiende a volverse introvertido, ansioso o agresivo.

- En otros casos puede mostrarse más extrovertido de lo normal. También debe llamar la atención la incomodidad o el temor que manifieste con respecto a un determinado adulto.

- Retrocesos en su desarrollo. Hay niños que, tras ser sometidos a situaciones estresantes, o a sucesos que les provocan angustia y temor, presentan retrocesos.

- Cambios físicos. Aunque la mayoría de víctimas de abuso sexual no presentan señales corporales, en algunos casos sí es posible que se presenten pequeñas lesiones o cicatrices genitales o anales, dolor abdominal o en la región genital que deben ser consultados inmediatamente con el personal de salud.