Madre María Berenice Duque, segunda beata de Caldas

MARTHA LUCÍA GÓMEZ

LA PATRIA | MANIZALES

La intercesión de la madre María Berenice Duque Hencker ante Dios para curar al joven Sebastián Vásquez Sierra, de Medellín, cuando la ciencia había determinado como imposible porque padecía una enfermedad terminal, le permitieron a esta hermana caldense dar el paso a la beatificación.

Así lo ordenó el papa Francisco desde Roma, por decreto que se conoció ayer, junto con otro para la beatificación del papa Juan Pablo I, que autoriza a la Congregación para las Causas de los Santos promulgar las curaciones milagrosas de estos dos nuevos beatos luego de intensos estudios.

Esta beatificación se suma a la de fray Esteban Maya Gutiérrez, nacido en Pácora (Caldas), declarado beato en 1992.

Sus principales obras

La madre Berenice nació en Salamina el 14 de agosto de 1898, su nombre de pila fue María Ana Julia. Desde muy temprano mostró sensibilidad por las personas necesitadas y por la oración. Al terminar sus estudios ingresó a la comunidad de las hermanas Dominicas de la Presentación en la que se ordenó.

Siempre buscó mejorar las condiciones de personas humildes y marginadas de la sociedad. Fundó en 1943 la Congregación de las Hermanitas de la Anunciación, en 1957 el Instituto Misionero de las Hermanas Franciscanas de Jesús y de María, en 1965 los Misioneros de la Anunciación siempre pensando en las vocaciones, en cumplir el evangelio y la voluntad de Dios.

Tras 14 años postrada en cama por una enfermedad que la fue consumiendo, falleció en Medellín el 25 de julio de 1993, a los 95 años. Con su muerte, muchas personas empezaron a orarle y a pedirle intervención para que el Señor les concediera favores, entre ellos Sebastián, que llevaba ocho años enfermo y reducido a una silla de ruedas. Recibió la oración de la madre Berenice, la rezó con fe y confianza y alcanzó su curación. Ya tiene 20 años.

Entre el 23 de mayo del 2002 y el 23 de octubre del 2003 la Curia Eclesiástica de Medellín elevó la consulta diocesana para investigar la vida y virtudes de la madre Berenice, reconocidas el 26 de agosto del 2005.

El 15 de enero del 2019, los cardenales y obispos de la Congregación para las Causas de los Santos le conceden el título de Sierva de Dios por haber ejercitado de modo heroico las virtudes teologales y cardinales. Ayer, el papa Francisco firmó el decreto del milagro atribuido a la intercesión de la madre Berenice y la declara beata.

Reacciones

Monseñor José Miguel Gómez Rodríguez, arzobispo de Manizales

Es un proceso que todo el país esperaba, pero que en la Arquidiócesis gozamos de manera especial. Sus libros, correspondencia y testimonios de personas que la vieron y la escucharon son suficientes para que no solo por los decretos y reconocimientos de la Santa Sede, sino por el aplauso de toda la gente que la conoció, sea reconocida como santa. En fecha próxima será declarada beata, que quiere decir dichosa o bienaventurada, y esperamos que más adelante con otro milagro sea posible declararla santa en el último de los procesos que se llama la canonización.

Juan Pablo Ospina Rosas, alcalde de Salamina

Para los salamineños, la Arquidiócesis de Manizales, caldenses y colombianos es un orgullo la beatificación de la madre Berenice, persona que centró su vida y obra en las poblaciones desvalidas, las mujeres vulnerables, los niños. Por todo este proceso que avisorábamos, incluimos en el Plan de Desarrollo tener un turismo religioso, porque propios y visitantes se volcarán al municipio.

Hermana Gloria Benjumea López, coordinadora de Convivencia en el Colegio Nuestra Señora de la Anunciación de Cali

Para la iglesia es un regalo, porque tener un santo es tener un intercesor ante Dios, y más una persona que fue como nosotros, que luchó como nosotros, y que se interesó por el sufrimiento y las necesidades de los demás. También es una bendición enorme para la Congregación y para Salamina, tenemos una santa en camino, este es el penúltimo peldaño, porque de aquí en adelante necesitamos otro milagro y ya, la proclamamos santa.

Hermana Eva Díaz Bárcenas, directora de la Casa de Oración, Peregrinación y Acogida en Salamina

Es una gran alegría por todo el trabajo apostólico que en nombre de la hermana Berenice ha hecho la comunidad, somos fruto de todo su trabajo. Fue una persona muy dulce, humilde, humana y que estaba muy conectada con Dios porque vivió la espiritualidad eucarística y mariana y lo transmitía. Un grupo de familias de Salamina nos está colaborando para tener la casa en mejores condiciones y adaptada para este acontecimiento, que primero tendrá un acto de beatificación en Medellín y luego en Salamina.

Pastora Ceballos Fonseca, rectora de la Institución Educativa La Presentación

Me siento orgullosa de lo que la madre Berenice representa como persona y religiosa. El servicio a la iglesia mediante la evangelización de niños y jóvenes sin distinción de raza o condición social y teniendo como fundamento la familia nos anima a fortalecer las creencias y la fe siendo ejemplo de santidad y amor al prójimo. Su beatificación nos invita a continuar su obra de amor entrañable.