Macroproyecto San José, cada vez más lento y con menos viviendas de las prometidas

JUAN CARLOS LAYTON

LA PATRIA | MANIZALES

Nada. Solo abandono, la larga espera de las viviendas, viejas vigas y cimentaciones llenas de malezas, algunos apartamentos con humedades, más invasiones en el sector, pero ninguna construcción nueva.

Los reclamos son de habitantes del barrio La Avanzada, de la Comuna San José, entre ellos Jéniffer Ocampo Marín, dueña de la tienda y revueltería Plan La 27; José Édgar Murillo Cruz, presidente de la Junta de Acción Comunal del Macroproyecto San José, y Esther Grisales Valencia, residente del sector.

Sus dudas se incrementaron ante los recientes cuestionamientos que se hicieron en el Concejo de Manizales sobre la gestión de la Empresa de Renovación Urbana (ERUM), que desde el 2015 tiene la gerencia integral de este proyecto, hoy calificado por la Contraloría General entre los mayores elefantes blancos de la región.

Este órgano de control lo incluyó dentro de las 60 obras irregulares y sin entregar en Caldas, junto con el cable aéreo de Los Yarumos, escenarios deportivos y el Centro Integrado Comunitario (Cisco), también de la Comuna San José, entregado el 22 de enero, pero que aún no abre sus puertas.

Lo que ha pasado

Desde el mostrador de su tienda, con nostalgia Jéniffer Ocampo Marín mira al frente, señala con su mano derecha y explica:"Todo eso eran viviendas. El sector estaba lleno de casitas. Ahora se ve mucha delincuencia y vicio. Por ahí se meten varios locos. Hay laderas vacías y mucha gente e inquilinos se quedaron rodando. De milagro hicieron esos apartamentos, pero de resto han bananeado a la gente, dizque iba a empezar este año, pero mire, nada".

Jénnifer se refiere a ese sector de su casa, de las llamadas unidades funcionales 4 y 5, donde a pesar de los 13 años transcurridos desde que el alcalde Juan Manuel Llano prometió la megaobra, no hay ninguna vivienda. Solo maleza y cimientos viejos que, al parecer, se podrán utilizar.

Lo único nuevo es un aviso amarillo que anuncia el inicio de un trámite administrativo ante la Primera Curaduría Urbana para las 88 casas que corresponden a la Unidad 4. Sin embargo, más abajo el texto reza: "Esta radicación no autoriza iniciación de obras". ¿Inician trámites, pero todavía no habrá obras o qué?, se pregunta la comunidad.

El balance

Del total de 612 apartamentos de Vivienda de Interés Prioritario (VIP) incluidos en las cinco unidades funcionales que se prometieron en las últimas cuatro administraciones, desde Llano hasta Carlos Mario Marín, pasando por Jorge Eduardo Rojas y Octavio Cardona, hoy el balance es igual al que hizo LA PATRIA el 1 de septiembre del 2019: obras sin terminar, pendientes de entrega y contratistas que, a pesar de la buena reputación y experiencia que presentaron, incumplieron. Otros se fueron con anticipos, pero no respondieron, por lo que se adelantan procesos penales.

Hoy solo está completa la unidad 1, que incluía 24 apartamentos. Se entregó en la Alcaldía de Jorge Eduardo Rojas, que además dejó la promesa de dignificar ese sector.

De las unidades 2 y 3 faltan 9 casas, de las 320 estimadas en estos dos conjuntos de unidades, por problemas de distanciamientos de laderas, y en las 4 y 5 no hay nada.

Si se suma el total de los apartamentos entregados, hasta ahora el número de VIP asciende a 335, según se cotejó con la ERUM, lo que equivale al 54,7% de las 612 proyectadas. Sin embargo, si se promedia con los 664 que se prometieron al principio de la Alcaldía de Juan Manuel Llano, el porcentaje es del 50%. (Ver recuadro: los apartamentos en cada una de las cinco unidades).

Lo prometido y lo real

A medida que pasa el tiempo hay más cambios. El gerente de la ERUM, Gustavo Salazar Saddy, anunció que en las unidades 4 y 5, ya no se edificarán los 268 apartamentos prometidos inicialmente, sino 158, es decir 110 menos de lo previsto, pues según él, una cosa es el potencial y otra lo que realmente se puede construir. (ver recuadro: Unidad 4 y 5). Con esto, las proyecciones de los apartamentos que se erguirán pasaron de 664 a 502, 166 menos que los previstos, 25% por debajo de las viviendas de lo que el Gobierno Nacional calificó en mayo del 2009 como el proyecto de interés social nacional más importante para el centro occidente de Colombia.

La queja de algunos exalcaldes, funcionarios y la comunidad es que se dejó sola la región desde las primeras promesas en el gobierno de Álvaro Uribe Vélez.

Stand by

En el 2013, en lotes del barrio La Avanzada, se arrancó con el movimiento de tierras y la construcción de los primeros apartamentos. La queja que mantienen los líderes comunitarios es que desde que se inició la compra de predios y la demolición de estructuras, la zona es insegura.

"Es lo que demuestra que esto va de mal en peor. Por eso se llama el macrodesastre, porque son 13 años esperando. Mire el abandono en que nos tienen y pueden ver lo que hay, nada de poda, nada de desarrollo y menos de construcción. Gente tapando con un plástico, porque cuando tumbaron unas casas las otras se quedaron destapadas", asegura José Édgar Murillo Cruz, presidente de la Junta de Acción Comunal.

Dice que cuando le preguntan a la Fiduprevisora, administradora de los recursos, les responden que nada tienen que ver. "Que vayamos a la Alcaldía y allí tampoco nos dicen nada. Dígame usted qué construcción entonces, si no han podido entregar siquiera el Cisco. Todo sigue en stand by".

Esther Grisales Valencia, habitante del sector, afirma: "Esto es terrible, se convirtió en un foco de abandono, de vicio y de desesperación. Ahí hay una millonada de plata enterrada que se perdió. Eso es terrible. Me parece que esto es como un engaño, ya sumamos 13 años y ¿cómo es que a estas horas hay apartamentos sin entregar?", se pregunta, mientras se lleva la mano derecha a su cabeza, en señal de preocupación.

Unidad 1

Fecha de entrega: 30 de abril del 2015

Número de unidades de vivienda construidas: 24

Número de unidades de vivienda entregadas: 24

Costo de construcción: $1.729.970.945

Tuvo un problema con el primer contratista, Covín S.A, de Medellín. Le terminaron el contrato de forma anticipada por incumplimiento. Las obras de estabilidad y del edificio las terminó el consorcio Manizales FG San José.

Unidad 2

Fecha entrega: 29 de junio del 2018

Número de unidades de vivienda construidas: 108

Número de unidades de vivienda entregadas: 105

Costo de construcción: $3.625.967.976,81

El contratista fue el consorcio La Avanzada UEU 2 (diferente a los socios de la Unidad 3, 4 y 5). Esta firma, de Cali, por diferencias con Fiduprevisora, no terminó las obras. Las dejó en casi 96%. Las concluyeron otros contratistas. La firma inicialmente contratada entregó las torres con servicios públicos. Todavía hay tres viviendas pendientes de asignación del subsidio, para su adjudicación y entrega. Según el gerente, Gustavo Salazar Saddy, esto se debe a que no tienen permiso de ocupación de la Curaduría Urbana y de Planeación Municipal, ante los problemas de retiro de la ladera de los primeros pisos, con menos de 5 metros de distancia . Revisan cómo solucionar esta situación.

Unidad 3

Fecha entrega: 26 de agosto del 2019

Número de unidades de vivienda construidas: 212

Número de unidades de vivienda entregadas: 206 a la fecha

Primer contrato de obra: $6.931.028.384

Segundo contrato obra: $2.738.333.590

Tercer contrato obra: $2.732.782.800

Costo total de construcción: $12.402.144.774

Ha sido el proyecto con más problemas. El contratista inicial, en el 2016, fue el consorcio Internacional Renovación Urbana UEU3 (Sigsa 50%- Inmatec 50%), de Antioquia y Bogotá. El 28 de febrero del 2017 se le terminó el contrato, ya que, según la interventoría, incumplió. En julio del 2018 se lo entregaron a la antioqueña Obras Capital, y el 26 de ese mismo mes se supo de su retiro. Argumentó un ambiente complicado y poca seguridad dentro y alrededor del sitio. La ERUM calificó esto como pretextos. "Buscaron excusas para no continuar", dijo en su momento a LA PATRIA el exgerente Mario Alberto Urrea (fallecido). En enero del 2019 se le adjudicó al consorcio Los Nevados, conformado por RSM Cía. S.A.S y Héctor Jaime Giraldo Jaramillo. Esto hizo posible entregar 173 apartamentos. Prometieron entregar los otros 39 dos o tres meses después en la Administración de Octavio Cardona. Sin embargo, aún faltan 6, por los mismos problemas de aislamiento o distanciamiento con la ladera. Se adicionaron $3 mil millones para terminar obras.

En esta unidad 3 se proyectaron inicialmente 264. Después la meta se bajó a 212, es decir 52 menos, al parecer por las condiciones técnicas del terreno.

Unidad 4 y 5

Fecha entrega: Ni siquiera se han comenzado a construir.

Número de unidades de viviendas a construir: 268

Número de unidades de vivienda entregadas: 0

Anticipo: $3.384.601.595

Estudio de patología: $90.500.000

Costo a la fecha: $3.475.101.595

Al Consorcio Constructor La Avanzada UEU 4 y 5, el 11 de abril del 2017 se le terminó de forma anticipada el contrato por incumplimiento. Los representantes de este consorcio antioqueño son los mismos a quienes se les suspendió el contrato de la Unidad 3, bajo el nombre de consorcio Internacional Renovación Urbana UEU 3 (Sigsa 50%- Inmatec 50%). Solo cambia su participación accionaria en la 4 y 5, son Sigsa 70%-Inmatec 30%. Esta firma solo avanzó en el 8,02%. Contó LA PATRIA el 28 de agosto del 2019, que el problema mayor es que por las condiciones de las obras de cimentación se contrató un estudio de patología estructural para saber si se podía reforzar o tumbar para comenzar de cero. En marzo del 2020, el entonces subgerente de Proyectos de la ERUM, Juan David Duque, explicó que el estudio de la firma Quásar Ingenieros Consultores S.A.S. arrojó que los cimientos (caisson) se pueden aprovechar para nuevas construcciones. Las vigas sí tendrán que derrumbarse por no cumplir las condiciones técnicas, además estuvieron a la intemperie mucho tiempo. Muchas de esas vigas ya desaparecieron. Poco a poco se robaron lo que había.

Otra firma

Según la ERUM, existe un nuevo contrato con el consorcio Interobras, conformado por firmas de Manizales e Ibagué. Su meta es construir la Unidad 4, de 88 apartamentos. El contrato, por 21 meses, se firmó a finales noviembre pasado. Se les otorgaron 6 meses para los estudios y diseños, presentarlos a la curaduría –ya lo hicieron- y obtener las licencias de urbanismo y construcción. Estas deben renovarse porque, según la ERUM, tienen un plazo de solo dos años. Su meta es empezar en agosto. Incluso prometen entregar en enero o febrero, porque el sistema constructivo que proponen es más ágil y eficiente.

Menos unidades

El gerente de la ERUM aseguró que ya se tiene el contrato por $6 mil 200 millones para los 88 viviendas de la unidad 4, de recursos que estaban en caja. Para la Unidad 5, aunque faltarían 180 apartamentos como se ha prometido a lo largo de este proyecto, la ERUM ya anunció que construirán solo unos 70. Según el gerente, una cosa es el potencial de viviendas planeadas y otra cosa son las unidades que efectivamente se construirán.

Para construir estas viviendas, la meta es recuperar la plata del anticipo que se le hizo al consorcio La Avanzada: $3 mil 384 millones. Las dudas prevalecen, pues son las mismas denuncias penales instauradas ante la Fiscalía hace tres años. Se suma la demanda civil que se le hizo a Seguros del Estado para que responda por esos recursos amparados. Además, se incluirían otros dineros, según la ERUM, que están en caja, ya que el proyecto costará unos $4 mil 700 millones.

¿Debe desaparecer la ERUM?

La pregunta se la plantearon en el Concejo, durante los dos debates de control que se hicieron. Gustavo Salazar Saddy, gerente de la entidad, responde: "Esto es un poco de desconocimiento de una entidad que arrastra una fama y deterioro de su credibilidad. Entendí que era un reto sacar esta empresa adelante, porque iba en la vía de la liquidación, pero estamos trabajando para darle viabilidad económica y financiera".

Según él, cuando recibió la entidad, tenía un presupuesto de $1.900 millones y unos gastos iguales, y una viabilidad solo hasta agosto de este año. "Ya hemos adelantando el Cisco de San José, el diseño del parque El Arenillo y tenemos un presupuesto adicional de $4 mil millones, contra los mismos gastos de funcionamiento de unos $2 mil millones".

El problema con el Cisco, reconoció la propia Secretaría de Ambiente, es que aunque se le hizo una inversión de $4 mil 679 millones, y fue entregada por la Empresa Nacional Promotora del Desarrollo Territorial (Enterritorio), a través de un convenio con Prosperidad Social, solo está el cajón solo, la obra no más. Ahora se debe efectuar otra inversión de $1.900 millones para cerramientos y dotación de equipos.

El gerente de la ERUM también defiende que se cuenta con una planta de personal de solo 14 funcionarios, contra 26 que puede contratar y que cuando emplean a alguien más son temporales, por prestación de servicios.

Asegura que están cubiertos los gastos hasta diciembre 31 y que la meta es generar utilidades, realizar otros contratos y llevar el presupuesto a $7 mil millones u $8 mil millones. "La empresa no se debe liquidar. Lo que necesita la ERUM es una oportunidad y que la Administración municipal le dé un apoyo decidido".

Propone que les den participación en las obras y proyectos previstos en el Plan de Desarrollo para ejecutar esos contratos y participar en la gestión social, que incluye comprar bienes, como por ejemplo en la línea 3 del Cable, para darle aire y oxígeno a una empresa que hace parte de la reactivación económica de la ciudad.

¿Y las VIS?

Con respecto a las Viviendas de Interés Social, la ERUM resalta que el año pasado hizo un estudio financiero para las 620 unidades en la unidad G. El resultado fue que, tal y como lo pide la Resolución 544 que rige el macroproyecto, es financieramente imposible este desarrollo. Por esa razón radicaron ante el Ministerio de Vivienda una solicitud de modificación para variar el área mínima de las unidades y el número de parqueaderos.

Según el gerente, Gustavo Salazar Saddy, se exige que el área mínima de los apartamentos sea de 60 metros cuadrados y que haya un parqueadero por cada unidad de vivienda. Propone que el área sea menor, entre 45 y 50 metros cuadrados y reducir el número de parqueaderos. Que sean 2 parqueaderos por cada 5 unidades y no uno por cada vivienda, como estaba definido inicialmente.

"Esto es con el fin de que el negocio sea viable y se puedan vender esas unidades en 135 salarios mínimos ($122 millones 651 mil 10) y de este valor se les otorguen 25 salarios mínimos como subsidio ($22 millones 713 mil 150)".

La semana pasada se esperaba una visita para la aprobación de esa modificación. Confía en que esto podría permitir la construcción de 730 apartamentos en total. Este proyecto VIS lo prometió el presidente, Iván Duque, en el taller Construyendo País del 2 de febrero del 2019, en el colegio Liceo Isabel La Católica.

¿Qué dice la Fiduprevisora?

Nelson Forero Hurtado, gerente de negocios de Fiduprevisora S.A., explica que esta entidad ejerce como vocera y administradora del Patrimonio Autónomo del Macroproyecto San José. Administra los recursos confiados a la Fiduciaria. No obstante, asegura que la responsabilidad de ejecución de las obras, recae en la entidad fideicomitente, que en este caso se encuentra en cabeza de la ERUM e Infimanizales.

"Si hay que hacer estudios de suelos, compra de predios, contratación de obras, o cualquier otra tarea que implique el cumplimiento del objeto del contrato de fiducia, son instruidas por la entidad fideicomitente para que la Fiduciaria proceda con la elaboración y suscripción de estos, los cuales son firmados por su representante legal. Además, es responsable de la ejecución de los pagos derivados de los citados contratos, y de las demás obligaciones pactadas en el contrato de fiducia, pero no ejerce la supervisión de ninguno de los contratos”, sostiene.

La Fiduprevisora ha insistido en las sesiones en el Concejo en que hay desfinanciación, aunque recientemente Infimanizales objetó tal aseveración. Ante la solicitud de LA PATRIA para conocer el monto de los aportes administrados, la Fiduprevisora negó entregar la información, porque el fideicomitente (Infi) no lo autorizó.

En el Concejo

En el Concejo de Manizales se aprobó una comisión accidental de seguimiento al macroproyecto para revisar las nuevas tareas y compromisos de la entidad. La queja de los corporados es que, aunque esta Administración no es la responsable de todo lo que ha pasado en este proyecto, sí critican el poco avance en la Alcaldía de Marín, que había prometido resultados inmediatos. Después de 18 meses se adelantan algunas gestiones.

¿Qué dicen los exalcaldes?

LA PATRIA llamó a los exalcaldes Juan Manuel Llano, Jorge Eduardo Rojas y Octavio Cardona, para conocer su concepto sobre la situación del macroproyecto y su responsabilidad. Al cierre de esta edición, Llano no contestó.

Octavio Cardona, Partido Liberal

"El enemigo del macroproyecto es el tiempo y me da mucho pesar, porque nosotros gestionamos los recursos con el Minvivienda para que pusieran la plata para las unidades 4 y 5, pero si desde la Alcaldía no hacen la gestión, no hay qué hacer. La situación de la ERUM siempre ha sido difícil, porque desde la concepción del proyecto se soñó con algo para lo cual no se tenía la plata. Si al macroproyecto no se le hace una inversión cuantiosísima, es inviable. Se suma el consorcio que se apropió de unos dineros y quien tenía que dar esa pelea es la Fiduprevisora, pero ha sido cicatera en esa defensa. El Gobierno Nacional también dejó sola a la ciudad. Fuimos los que más apartamentos entregamos".

Jorge Eduardo Rojas, Partido La U

Nosotros logramos hacer las inversiones más grandes del proyecto, como construir la Avenida Marcelino Palacio y conectarla con un túnel con la del Centro y generar otra conexión para la ciudad, sin sobrecostos. Además entregamos las viviendas de la unidad 1, ojalá hubiéramos hecho más, pero era lo que estaba aprobado con recursos. También hicimos una gran inversión en el Cisco, evitamos que no lo tumbaran y recuperamos los servicios sociales. Hicimos una apuesta en seguridad, porque era la comunidad más insegura de la ciudad y ampliamos el Colegio Instituto Manizales. Hoy veo muchas palabras y pocas acciones, en lo público hay que hablar menos y hacer más, falta más acción.