Había abandono de las patologías crónicas en hospitales de Manizales

B. Eugenia Giraldo

LA PATRIA | MANIZALES

“Sabíamos que esto iba a pasar. La gente no aguantó más porque está muy enferma por el abandono de las patologías crónicas”. Así resume el médico internista adscrito a la Clínica Versalles Abelardo Montenegro Castillo, la situación que sortean las IPS en Manizales para hacer frente a estas enfermedades y también a la pandemia por la covid-19.

El médico dice que la diabetes, la falla cardiaca, la hipertensión, los problemas renales, la Enfermedad Obstructiva Crónica (Epoc) entre otras, fueron dolencias que durante la pandemia no estuvieron muy bien atendidas. Por ello culpa de este abandono a las EPS, pero no descarta que a la gente le faltó cuidado.

“Por estas razones es de esperarse que las Unidades de Cuidado Intensivo (UCI) tengan a diario una alta ocupación de pacientes con alguna de estas patologías, como sucedió esta semana”, sostiene Montenegro, quien aclara que las UCI se necesitan de manera continua porque la vida no para y la covid-19 tampoco detiene las demás enfermedades.

Ocupadas

En el reporte del viernes, la ocupación UCI llegó en Caldas a 79,1%. De este porcentaje, 38% está por patologías diferentes a covid, 35,3% por covid y 5,8% sospechosos del virus.

Cuatro IPS seguían con las UCI al 100% de ocupación, entre ellas la de la Clínica La Presentación, que tiene 11 camas, 2 de ellas con pacientes covid. Igual sucede en San Marcel donde las 22 UCI están ocupadas, de ellas, 10 con covid.

Jorge Iván Marín Uribe, coordinador de las UCI de las clínicas San Marcel y La Presentación, resalta que ahora se están enfrentando a otras enfermedades diferentes a la covid que también elevan la ocupación. “Son cuatro grupos: coronarias, cerebrovasculares, oncológicas y psiquiátricas”.

Entre las razones para que estén descompensadas, cita la pérdida del contacto médico-paciente, pues hay ciertas circunstancias que no se pueden medir a través de un teléfono, como la presión arterial, pesar al paciente o medir el porcentaje de grasa corporal. “Lo otro es el temor a un contagio y cuando ya consultan, la enfermedad está muy avanzada, sin contar que a lo largo de estos 13 meses el sedentarismo hizo que muchos aumentaran de peso, un factor de riesgo para sufrir obesidad, dislipidemia, diabetes e hipertensión".

Por último, habla de las alteraciones emocionales, sobre todo ansiedad y depresión, que también se convierten en un factor de riesgo para posibles infartos y enfermedades cerebrovasculares.

Cardiovasculares y respiratorias

El gerente del Hospital Santa Sofía, Carlos Alberto Piedrahíta, sostiene que durante los últimos 10 años la ocupación de las UCI en esta IPS es del 90% y apunta que la causa en el 50% es por enfermedad cardiovascular: infartos, cirugías cardiovasculares, heridas precordiales, 30% corresponde a enfermedad respiratoria aguda: Epoc descompensado, neumonía y un 10% por trauma severo.

Lo que preocupa ahora es que los hospitales no solo tienen que lidiar con estas patologías, sino que desde hace 13 meses deben atender a los afectados por la covid-19.

Coincide con Montenegro en que las EPS frenaron el uso de servicios, exigiendo autorizaciones y pusieron como excusa la pandemia, como sucede con todas las que hay represadas por cardiología. Solo que ahora hay más demanda, porque con la llegada de la vacuna, la gente acude sin menos temor a los hospitales.

Mayor demanda

Las 79 camas de UCI en el Hospital Departamental Santa Sofía completaron tres días llenas.

Lo delicado, según el gerente es que de 100 pacientes que llegan con o sin falla respiratoria y a los que se les toma la muestra para covid-19, 50% son positivos.

“Este incremento de la ocupación en las UCI, bien sea por pacientes covid-19 o por enfermedad general, nos tiene hoy en alerta roja en Caldas”, recalca Piedrahíta, que a la vez llama la atención porque en la medida que las UCI estén llenas, no hay dónde recibir a los nuevos pacientes, sin importar la patología.

El gerente también destaca que Caldas es un departamento con una tasa de longevidad mucho más alta, que se traduce en más enfermedades crónicas que demandan mayor capacidad en Cuidado Intensivo, sin contar que aún se desconocen los afectados por la cóvid-19 que dejará la Semana Santa, como sucedió con un joven que la semana pasada estuvo de vacaciones en Santágueda. “El muchacho bebió los ochos días, se aguantó un dolor abdominal tomando ibuprofeno, llegó al Hospital con la apéndice perforada y sufrió una peritonitis. Como resultado pasó a UCI y al tomarle la prueba para covid, salió positiva”, relata.

Añade que en Manizales es claro que faltan UCI, y aunque las lograron ampliar en esta emergencia, hay más demanda.

“De 79 camas UCI que tenemos, 50% están ocupadas con covid. Lo positivo es que no tenemos pacientes mayores de 80 años, lo delicado es que nos falta vacunar a los mayores entre 60 y 79 años, que son 128 mil caldenses con comorbilidades”. Por eso, asegura hay un riesgo más alto de mortalidad, como sucedió esta semana que fallecieron tres personas en ese rango de edad y uno de 48 años afectados por el virus.

Epidemia acelerada

Para el microbiólogo y director del Grupo de Resistencia Antibiótica de Manizales (Gram), Sebastián Hernández, este nuevo pico epidémico presenta una pendiente más pronunciada que lo observado en diciembre y recalca que el agravante es la ocupación de UCI general disparada.

En la gráfica, dice Hernández, se observa el pico epidémico de fin de año y principios de enero, cuyo resultado fue una ocupación de UCI por encima del 90% y llegar a la cifra de mil muertos por la pandemia de covid-19. Este jueves por ejemplo, la Territorial de Salud de Caldas reportó siete personas fallecidas por el virus: seis en Manizales y una en Marquetalia. “En las próximas 6 a 8 semanas tenemos la probabilidad de vivir lo peor de la pandemia: la mayor ocupación de UCI, mayor número de casos, mayor número de muertes, variantes del virus más agresivas y contagiosas como se ha visto en otras partes del mundo”.

“Puede que la persona esté bien, pero no controle los factores de riesgo y con un infarto grave requiera soporte, medicamentos. Su riesgo de muerte es muy alto y por eso entra a UCI”, Abelardo Montenegro Castillo, médico internista.

UCI

12 mil 230 en Colombia

292 en Caldas

248 en Manizales