En Villamaría conviven con el puma: logran registro fotográfico

Margaret Sánchez

LA PATRIA | MANIZALES

* Fotos tomadas por el trabajador de una finca que circularon por redes sociales: un puma merodeando el cadáver de una res en un potrero de la parte alta de Villamaría.

* Comentarios en grupos de Whatsapp: “El puma que ha matado ganado en La Quinta y El Plan. Nos tiene azotados. Es cínico, mira la cámara y todo”. “Qué hermosura de animal... Ojalá no le vayan a hacer daño, se ve muy tranquilo”.

* Testimonio de Jorge Iván Padilla, de la finca El Soplo, entre las veredas Playa Larga y Potosí: “Ese no fue cazado por el puma. Ese animal es de una finca vecina, la Hacienda Buenos Aires, murió por una enfermedad el fin de semana del 24 de julio”.

* Reporte de Óscar Ospina Herrera, líder de Fauna Silvestre de Corpocaldas: “El dueño de la finca informó que se trataba de un ternero que murió de carbón (enfermedad bacteriana infecciosa de ovejas y ganado) y lo dejaron para que los cóndores lo consumieran”.

El avistamiento de un puma en Villamaría muestra la importancia de las labores de protección y conservación de la fauna, pero recuerda que tenerlo de vecino genera conflictos con las fincas de la zona, por lo que hay que implementar acciones para disminuir el riesgo de los animales domésticos.

Jorge Iván Padilla expresa que su papá, Benigno Padilla Buriticá, observó una puma con dos crías, y años después vio dos adultos. “Creería que son los hijos de esa hembra”. Cuenta que en mayo del 2018 reportaron, por Twitter y correo electrónico, estos registros a Parques Nacionales, entidad que les recomendó evitar acercarse a los felinos y darles su espacio para no asustarlos.

“Como propietarios de la finca somos conscientes en respetar la fauna, no estamos interesados en cazar o envenenar. Debido a la conservación del ecosistema se incrementa su presencia, pero quién garantiza la protección de los niños que se mueven a las escuelas o de los animales domésticos”, manifiesta Padilla.

La pareja Angélica María Villa y Óscar Ortegón, quienes trabajaron hasta hace un año en la parte alta de Villamaría, comenta que sí han visto el rastro del puma, pero nunca se lo han encontrado de frente. “Sí hizo daños, se comió unos novillos y una yegua. Ese no respeta ni los corrales”.

Recomendaciones

El líder de Fauna Silvestre de Corpocaldas, Óscar Ospina Herrera, indica que desde hace un año no recibían reportes como el del martes en Villamaría, por lo que entre jueves y viernes funcionarios de la Corporación y la Fundación Ecológica Cafetera visitaron la zona para verificar si se están implementando acciones para disminuir las posibilidades de predación del puma y si han sido efectivas. Además de sensibilizar a la comunidad sobre el cuidado de la fauna.

“Combinando una serie de comportamientos humanos, estrategias productivas y de administración en las fincas, podemos convivir con la naturaleza y los predadores silvestres”, apunta Ospina Herrera.

Advierte que también han atendido otras causas de muerte de ganado como ataques por perros abandonados o por las condiciones pendientes del terreno, las vacas se ruedan, además de enfermedades que no se diagnostican a tiempo.

El funcionario reitera en estrategias como implementación de cercas, mejor si son eléctricas, en los límites con bosques y cuerpos de agua; ponerles campanas o cencerros a los animales; en la noche llevarlos a corrales o dejarlos cerca de la casa, sobre todo, las hembras preñadas, las crías y los animales enfermos que son más vulnerables.

Padilla asegura que este tipo de medidas en algunos casos no son viables por el tamaño de las fincas que pueden ir desde 300 hasta las 2.500 hectáreas, por lo que recoger el ganado para llevarlo a punto seguro es dispendioso o los pumas se acostumbran al sonido de las campanas.

Él y otros propietarios piden más constancia de los programas de Corpocaldas, con más control y monitoreo de los felinos.

Propietarios de fincas y habitantes de la parte alta de Villamaría recibieron información sobre la importancia del puma en el ecosistema.