Fotos | Cortesía Gobernación de Caldas | LA PATRIA   Proyecto de bloqueras comunitarias en Neira. El gobernador de Caldas sorteó las viviendas el 23 de diciembre pasado, pero cinco meses después los beneficiaros siguen esperando la entrega.

Fotos | Cortesía Gobernación de Caldas | LA PATRIA

Proyecto de bloqueras comunitarias en Neira. El gobernador de Caldas sorteó las viviendas el 23 de diciembre pasado, pero cinco meses después los beneficiaros siguen esperando la entrega.

LA PATRIA | MANIZALES

Quejas de los beneficiarios, demoras en las entregas, incertidumbre en el cierre financiero, avance por debajo del 1%, municipios endeudados y pagándole intereses a la misma Gobernación de Caldas y el malestar de alcaldes por las promesas incumplidas de la Administración de Luis Carlos Velásquez Cardona. Estas solo son algunas de las goteras que padece la publicitada revolución de la vivienda.

El rezago en el cumplimiento es tal que la Gobernación bajó en 1.782 las casas en todas las líneas que pretendía construir, pues en diciembre del año pasado la Secretaría de Vivienda hablaba de una proyección de 5 mil 157 casas, mientras que en Plan de Desarrollo la meta es de 2 mil. Hoy la estimación es de 3 mil 375 en todas las líneas, de las cuales han entregado 345, es decir el 10,2% (Ver infográfico Viviendas nuevas 2020-2023).

Mil Viviendas

El mayor rezago se presenta en la línea de Mil Viviendas. Pese a que la Gobernación proyectaba 1.324 casas el año pasado, actualmente ese número bajó a 980 y lo preocupante es que no han entregado ni una sola. El proyecto se está haciendo en dos fases: la primera cuenta con aportes de cinco municipios por $3 mil 120 millones, para 312 unidades; la segunda, con aportes de 10 municipios por $6 mil 526 millones, para 680 unidades.

LA PATRIA conoció un derecho de petición en el cual el Departamento reconoce que el proyecto debería tener un avance del 79,48% en la primera fase, pero lo cierto es que dicho porcentaje solo era del 0,66% a corte del 31 de diciembre del 2022 (Ver recuadro Avance de Mil viviendas por municipios).

De acuerdo con el testimonio de cinco alcaldes consultados por este diario, las obras están frenadas desde junio a raíz de una cesión en el contrato. Los mandatarios municipales dejaron ver su preocupación y contaron que hasta hace poco la Gobernación les informó que ya se cuenta con un nuevo contratista y con las pólizas del contrato, por lo que estiman retomar en junio.

Avance general

Además de Mil Viviendas, en la líneas de la Reserva Santamaría y Vivienda Social para el Campo tampoco han hecho una sola unidad, pese a que la promesa es de construir 1.080 viviendas entre los dos proyectos. Igualmente la línea de Guadua solo presenta una sola casa, pero la proyección es hacer 83, es decir, un cumplimiento de tan solo 2,4%.

El secretario de Vivienda, Javier Eduardo Torres Martínez, sostuvo que hoy las entregas ascienden a 486, pero de esas 141 se gestionaron en la Administración de Guido Echeverri, por lo que la cifra real de entregas de este Gobierno es de 345.

Con este panorama, la Gobernación tendría que construir 3 mil 30 casas para cumplir con su meta en el 2023. Sin embargo, el mismo gobernador sabe que el tiempo no les alcanzará y la nueva promesa es terminar 2 mil 284 unidades este año.

 

¿Cierre financiero embolatado?

Para el cierre financiero de Mil Viviendas, los alcaldes deben aportar $10 millones por cada vivienda y el predio para construir el proyecto; la Gobernación, cerca de $39 millones; el beneficiario entra con un crédito hipotecario de $5 millones 500 mil, y el subsidio del Estado (Mi Casa Ya) es de unos $39 millones.

Según la Corporación Cívica de Caldas (CCC), el cierre financiero del proyecto podría verse afectado, debido al aumento en los costos de los insumos para la construcción, sumado a los meses que estuvo frenado el contrato, lo que podría influir en el costo de Mil Viviendas.

En esto también coincide la gerente en Caldas de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), Angélica María Orozco Giraldo. “Hay un aumento de costos que es histórico. El hierro subió el 175% y supongo que esto cambió el cierre financiero de Mil Viviendas”, dijo.

Esto quiere decir que las casas hoy cuestan más. El problema es que el subsidio del Gobierno es solo para casas nuevas que clasifiquen como Vivienda de Interés Prioritario (VIP) y que cuesten como máximo $104 millones 400 mil (90 salarios mínimos).

Asimismo, la directiva regional de Camacol señaló que también hay nuevas reglas en la elección de los beneficiarios. Ahora los aspirantes deben registrarse en el Sisbén y obtener una puntuación entre A1 y D20 para recibir el dinero. “Hay familias que se ganan un salario mínimo o uno y medio y están haciendo reclamos porque quedan con un puntaje D21, o sea que no clasifican”, contó.

La excusa

"Entregaremos entre 100 y 150 de las Mil Viviendas. Teníamos una expectativa muy grande en Plan de Desarrollo de entregar 2 mil viviendas en general, pero vamos a cerrar con cerca de unas 1.200, entonces las cifras sí nos aporrean, lo aceptamos y lo reconocemos. Sin embargo, no hemos dejado de trabajar y los factores que no nos dejan avanzar son ajenos a la Gobernación", sostuvo el secretario de Vivienda de Caldas, Javier Eduardo Torres Martínez.

El funcionario dijo que el pasado 12 de mayo se firmó el acta de inicio para la fase II de Mil Viviendas. Estiman en 15 días abrir 10 frentes de obras y los trabajos de la fase uno retomarían en junio.

"La falta de subsidios y la incertidumbre de si el Gobierno iba a continuar o no el proyecto lo afectaron y el constructor de la fase I decidió ceder el contrato, pero el Gobierno ya informó que habrá $1 billón para esa bolsa de subsidios", anotó Torres Martínez.

Frente a la preocupación de los alcaldes por los intereses, el funcionario explicó que la suma de intereses que pagarán los municipios será la misma sin importar lo que demore en construirse el proyecto de Mil Viviendas. "Estamos seguros de que el proyecto se va a ejecutar y no perderán el empréstito. La plata no se ha gastado", aseguró.

Respecto a los $793 millones 348 mil gastados en contratos de prestación de servicios, agregó que el proyecto necesita apoyo a la gestión, como cualquier otro, para que los asesoren en la parte técnica, jurídica y en la ejecución. "Yo quisiera que fuera menos gente", manifestó.

Se han gastado $793 millones 348 mil

El Patrimonio Autónomo Fideicomiso (PAM) Vivienda Gobernación de Caldas, que opera para el programa de vivienda, tiene por lo menos 10 contratos por prestación de servicios vigentes. El cuestionamiento es que ya existe un contrato con Conurbano Consultores para la prestación de servicios profesionales por $1.724 millones, pero también se contrató a nueve personas adicionales.

El gobernador, Luis Carlos Velásquez Cardona, manifestó el pasado diciembre que se necesitaron servicios adicionales por la magnitud del proyecto y que Conurbano es el encargado de adelantar la gestión predial para posteriormente escriturar las casas a los beneficiarios. Agregó que ese contrato todavía no está en ejecución, ya que las Mil Viviendas no están listas y por lo tanto el contratista no ha recibido un peso. "Los demás asesores son para diferentes aspectos del proyecto, como financiero, jurídico, técnico y demás", dijo.

Sin embargo, a corte del 23 de marzo de este año, la Gobernación se había gastado cerca de $793 millones 348 mil en los contratos de prestación de servicios profesionales de los otros nueve asesores, en sus auxilios de transporte, en comisiones e impuestos, pese a que el proyecto duró frenado por meses y todavía no han terminado una casa de Mil Viviendas.

La Corporación Cívica de Caldas cuestionó la legalidad de esos contratos realizados por medio de la fiducia, “ya que varios tienen un objeto contractual que responde a las actividades generales de la Secretaría de Vivienda y no del programa. La contratación a través de la fiducia se rige por el derecho privado y es preocupante que se utilice esta figura para contratar servicios que deben realizarse directamente por la entidad pública”.

Avance de Mil Viviendas por municipios

Según la Gobernación, este es el avance real frente al avance que debería tener el proyecto en los municipios de la primera fase a corte del 31 de diciembre del 2022.

 

 

* Marquetalia: 1,15%, pero ya debería estar culminado.

 

* Samaná: 0,82%, debería ir en el 53,33%.

 

* Salamina: 0,33%, debería ir en el 81,79%.

 

* Pácora: 0,30%, debería ir en el 95,24%.

 

* Viterbo: 0,50%, debería ir en el 61,06%.

 

Municipios endeudados

 

Andrés Duque Osorio, alcalde de Pácora

Aspiramos a construir 100 casas de Mil Viviendas. Se realizó un empréstito con Inficaldas y se desembolsó a principios del año pasado. Hemos pagado $130 millones en intereses. Es una nostalgia que no podamos entregar el proyecto. Esperamos que la Gobernación logre sacar adelante el proyecto. Es una decisión muy difícil invertir ese dinero en otra cosa, porque se les estaría negando el derecho a vivienda a 100 familias. Yo sé que ya no entrego las casas, pero espero por lo menos que en dos o tres años esas familias tengan su casa.

 

Mauricio Jaramillo Martínez, alcalde de Palestina

Aportamos $1.000 millones para 100 viviendas, que están en la fiducia, y aportamos el predio, que costó $236 millones. Lo triste es que ya hicimos todo y el proyecto no arranca, pero eso no depende de nosotros sino de la Gobernación. Dicen que el subsidio de Mi Casa Ya está desfinanciado y otros dicen que no, es una incertidumbre para las familias. Yo tengo que salvaguardar los intereses de Palestina. El empréstito fue de $1.500 millones con Inficaldas. Estoy preocupado porque si seguimos pagando intereses nos vamos liquidar. Ya van entre $180 millones y $200 millones.

 

Eduardo Andrés Grisales López, alcalde de Chinchiná

Hicimos un aporte de $1.000 millones para 100 viviendas y $700 millones por 20 casas de ubicación. Enviamos $1.700 millones a la fiducia y de intereses hemos pagado $152 millones 948 mil. Hay un atraso increíble que nos preocupa porque el propósito era entregar las casas en este periodo. Desde el año pasado debió darse inicio a la ejecución. Pese a que hicimos el mayor esfuerzo, la gente nos reclama es a nosotros y no a la Gobernación. Hemos tratado, pero no es fácil para ellos entender que un proyecto que debió iniciarse el año pasado apenas vaya a firmar el acta de inicio.

 

Jhon Mario Giraldo Arrubla, alcalde de Viterbo

Giramos $900 millones para la construcción de 90 viviendas. El préstamo fue con Inficaldas y hemos pagado $70 millones en intereses. Nosotros sabemos que el proyecto enfrenta dificultades por los contratistas. Esperamos que la Gobernación arranque en un plazo no mayor a un mes. Esperábamos que en marzo ya estuvieran entregadas las casas. Ahora creemos que por lo menos podremos entregar la mitad de las viviendas este año. El proyecto no ha avanzado como queríamos porque según el cronograma en este momento deberíamos estar entregando las viviendas.

 

Juan Carlos Ramírez Aguirre, alcalde de Aguadas

Estamos en la fase II del proyecto, que serían 70 viviendas. Se entregaron a la fiducia $340 millones para la construcción. Cerca de $217 millones son de un empréstito con BBVA. El proyecto estuvo frenado por el cambio del Gobierno nacional y la consecución de las pólizas, que eran responsabilidad del contratista y de la Gobernación. Tememos que el proyecto colapse. Ojalá podamos tener las viviendas porque resta muy poco tiempo. Los mandatarios le apostamos a un proyecto y confiamos en la Gobernación, pero el retraso nos ha generado incertidumbre.

 

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