Un concierto que se alborota

A Alboroto en Banda nada le sale bien ni completo. Mambo, Cartucho, Rula y Coqui parecen desbaratarse cada vez que intentan tocar una canción de rock.

La Compañía Circo Alboroto, de Argentina, rinde honor sin esfuerzo a su nombre: un verdadero desorden que exalta a los espectadores. En esta obra que se presentó en los parques Antonio Nariño (sector Cable) y en el Ernesto Gutiérrez fue un montaje listo para que se percibieran los detalles sin filtros, como detrás de cámaras, incluso con sus tropiezos y estornudos.

Alboroto en Banda pasa 50 minutos intentando tocar una canción, mientras sus integrantes se levantan en divertidas acrobacias y caídas, apoyadas en un discurso fuerte contra la producción de subjetividades normativas adaptada a la sumisión de los cuerpos en pro de los sistemas hegemónicos, el patriarcado y los microondas.

Le deja claro al público que el rosa es un color para cualquier persona, que son buenos acróbatas, que el público es parte del show y que el sonido de un quejido ouch, aya y uh, puede producir una pegajosa canción.

Alboroto en Banda reconstruye la idea de un concierto perfecto, desnuda a sus personajes, los muestra con extraordinaria destreza circense en una presentación espontánea que necesitó de cuatro sillas, un micrófono, un bajo, un teclado y una batería.

Catalina Hernández

Muy chévere, divertida y adaptada.

Santiago Castaño

Una obra súperbuena, los eventos son gratuitos y geniales.