Tras 30 años, se reencuentran en el Festival

Foto | Martha Monroy | LA PATRIA

Mapa Teatro fue fundado en París en 1984 y se trasladó a Bogotá en 1986. Genera procesos de investigación y experimentación con la realidad colombiana.

ALEJANDRA CASTAÑO ALZATE

LA PATRIA | MANIZALES

La compañía Mapa Teatro de Bogotá presentó la obra Casa tomada hace 30 años en el Galpón de Bellas Artes y en función nocturna durante el Festival Internacional de Teatro de Manizales.

El pasado viernes se mostró al público reunido en la capital caldense por segunda vez, en el mismo lugar y horario, con el tríptico Los incontados.

Este, encaje de las representaciones individuales Los Santos Inocentes (2010), Discurso de un hombre decente (2012) y Los incontados (2014), es una instalación que desarrolla la relación entre la fiesta y la violencia.

Las actuaciones de 1986 y el 2016 tuvieron en común algo más importante que el sitio y la hora: la emoción de José Luis Blondet, quien tres décadas después regresó a La Ciudad de las Puertas Abiertas para ver a Mapa Teatro.

Lagrimones

Rolf Abderhalden, cofundador del grupo y codirector del tríptico Los incontados junto a Heidi Abderhalden, manifestó antes de abrir el telón que le dedicaba la obra a un espectador.

"Fue muy emocionante, no sabía que Rolf iba a hacer eso. Solo estaba sentado allí y se me pusieron unos lagrimones en los ojos. Me los sequé y me dispuse a verla", expresó Blondet.

Él llegó al Festival en el 86 como integrante de una agrupación teatral venezolana. "En mis ratos libres intentaba ver lo que más pudiera. Solo cuando entré a la Casa tomada dejé esa búsqueda compulsiva. Sentí que el tiempo iba lento y hondo. Aunque no los conocí en ese entonces, me enseñaron sobre la vida y el lenguaje. Le agradezco a Manizales por haberme regalado a Mapa".

Pasaron 27 años para que José Luis decidiera contactarlos. "Ahora trabajo como curador de un museo en Estados Unidos (Museo de Arte del Condado de Los Ángeles). Para un proyecto que estoy haciendo sobre instalaciones rastreé el correo de ellos y los ubiqué hace tres años. Me siguen sorprendiendo sus labores en escena, las historias que cuentan dentro de una y la relectura teatral".

Confidencias de Rolf

1. "No voy a contar todo... la noche del viernes fue muy emotiva porque regresamos a Manizales y por ver a ese mismo espectador en el público. Si el teatro ha valido la pena por una persona, ha sido por haber estado con José. Es mágico que este oficio, que a veces parece tan inútil y tan anacrónico, produzca encuentros improbables".

2. "La niña (que se estaba durmiendo durante la obra) estaba cansada. Era muy tarde y nunca había actuado a las 11:00 de la noche. Además había llegado a Manizales a las 6:00 de la mañana. Ellos no son actores, son niños. Han entendido que forman parte de un juego mayor que les hemos propuesto y lo asumen con rigor. Intentamos que la vida no se ausente del escenario, a pesar de ser un lugar de ilusión y ficción".

3. "Más que una escenografía, nosotros hablamos de arquitectura. Esta se relaciona con la sede que tenemos en Bogotá. Cuando salimos de allí hacemos muchas operaciones para conservar el espíritu original. Es como un chef que cambia de cocina. Sufrimos, pero sale adelante".

La arquitectura de Los incontados, como la llaman, tiene una profundidad de cuatro escenarios en uno, donde se relata la violencia en Colombia desde la segunda mitad del siglo XX con proyecciones audiovisuales, testimonios escritos, música en vivo, actores y testigos.

Tres

Los Santos Inocentes: hombres enmascarados, vestidos de mujer, dan látigo a quienes salen.

Discurso de un hombre decente: un narcotraficante escucha a quien en la vida real fue su músico de cabecera.

Los incontados: en una casa de familia, niños y un mago son la promesa de una fiesta que no se hizo.

Foto | Alejandra Castaño | LA PATRIA

Rolf Abderhalden y José Luis Blondet.