Títeres: Los abuelos son la sabiduría que hay que cuidar

LISET ESPINOZA 

LA PATRIA | MANIZALES 

Caldas cada vez tiene menos nacimientos y más población adulta, convirtiéndolo en el segundo departamento en Índice de Envejecimiento del país, según el Censo del 2018 del DANE. Sobre esto se centró ayer el Teatro de Títeres Manicomio de Muñecos, de Medellín, con su puesta en escena  El zapatero y los duendes. 

"Venimos con esta obra con un objetivo muy importante y es generar consciencia sobre la situación de los abuelos, esas personas cargadas de sabiduría, que dejamos relegadas, en un segundo plano, o incluso en instituciones olvidándonos de que existen cuando nos han dado tanto amor", expresaron. 

Función

Los primeros en llegar al auditorio de Confa fueron los niños en compañía de sus familiares. Durante la función, Samuel Carrasco estuvo atento a la historia de Agapito Zapata Botero y de su esposa, Julia, un zapatero y una costurera que con el paso de los años perdieron su agilidad y habilidad para realizar sus oficios. Eso los lleva a tener poca producción y, por ende, no tener dinero para pagar tres meses de arriendo, comprar comida y cuero para hacer zapatos.

Agapito no ve bien y en el día solo logra elaborar un zapato y Julia para tener lista una bufanda en diciembre debe empezarla a tejer desde febrero. Están solos, no tienen nietos, no tienen hijos y mucho menos quién los visite. Sin embargo, la ayuda llega por medio de dos duendes quienes aprovechan la noche, mientras los ancianos duermen, para ayudar a Agapito a fabricar zapatos, específicamente el calzado que le hace falta para completar el par. 

El asombro llegó al otro día para los ancianos y planearon hacer nuevos zapatos para descubrir quién los ayudaba. Agapito preguntó de qué color y qué clase de calzado fabricar, a lo que Samuel respondió rojos, verdes, botas y tacones.

Al final, los abuelos descubrieron que los duendes los ayudaban y a cambio les pidieron que fueran sus nietos, pues con la colaboración pudieron pagar el arriendo y comprar comida. 

"Los títeres es el primer contacto que tienen los niños con todas las artes y a través de ellos podemos transmitir mensajes y qué rico que los más pequeños valoren y tomen consciencia de que los abuelos son el eje de una familia", indicaron las titiriteras Liliana María Palacio y Alejandra maría Barrada.