La muerte bailó vallenato y papayera

A plena luz del mediodía los muertos regresaron a la Plaza Alfonso López. Los acompañó un diabólico saltimbanqui que no paraba de rebotar con sus zancos de resorte. Se trató de Catrinas, una coproduccion entre Circlown Rodará de Puebla (México) y Triciclos Negros Teatro de Piedecuesta (Colombia). Un arlequín de tres metros de altura para simbolizar la muerte, y múltiples actores en escena. Decididos a dibujar una sonrisa en la gente, los muertos, muy saltartines, sacaban a bailar a los más animados. Papayera y vallenatos marcaron el ritmo. Las mujeres maquilladas de calavera y vestidos lúgubres, fueron aclamadas por el público, que se arremolinó para tomar fotografías.