En la edición 34 del Festival Internacional de Teatro de Manizales el invitado de honor es el Complejo Teatral de Buenos Aires (Argentina). Su director es Alberto Ligaluppi, responsable del centro teatral más grande de Iberoamérica y por consiguiente de la producción cultural de la capital argentina.
Tiene mil 200 empleados, siete salas de teatro, una de música, una galería de arte y estudios de televisión, y producen al año 35 obras. Además en su programación cuentan con espectáculos extranjeros.
El complejo fue fundado en 1944, pero en la década del 60 fue reestructurado y funciona en una torre de 13 pisos. El año pasado lo visitaron 500 mil espectadores.
Junto a Ligaluppi está en Manizales Gabriela Ricardes, directora del Centro Cultural San Martín, encargado esta noche de la obra inaugural, llamada La pista tango, producción que surgió del proyecto Polo Circo.
Alberto habló sobre el Festival de Manizales y las artes escénicas en Latinoamérica, y recomendó las obras uruguayas y colombianas.
Producción argentina
-¿Cómo sostener un complejo teatral en está época en que la cultura no es valorada?
Tenemos a nuestro favor que el complejo está enraizado culturalmente en Buenos Aires. En otras palabras, es un punto de referencia permanente entre los argentinos, lo que hace que los gobiernos hayan tratado de defenderlo y mejorarlo para probar ante los ciudadanos que la cultura fue parte de su gestión gubernamental. Tiene mil 200 empleados y contrata 300 actores por año, una cifra descomunal. Los recursos llegan del gobierno de la ciudad a través del Ministerio de Cultura; contamos con una fundación que se dedica a juntar dinero, además de lo que vamos produciendo con nuestras obras.
- ¿Qué se verá en la obra inaugural?
Es una producción del Centro Cultural San Martín con su proyecto Polo Circo. Una obra magnífica, símbolo de lo que sucede en este momento en Buenos Aires, donde se está mezclando lo tradicional con lo contemporáneo. En el montaje convergen músicos y bailarines de tango, actores, artistas de circo de la más alta factura. Por ejemplo, quien dirige la música es Gustavo Mossi, director del Festival Internacional de Tango de Buenos Aires. Son 14 artistas en escena y la obra es para todo tipo de público.
- ¿Y en la obra de cierre?
Una obra para toda la familia que tiene diferentes lecturas. Los más chiquitos probablemente se quedarán con la historia de La Farolera que vive una aventura en la que quiere devolver la luz a un pueblo, mientras que los grandes seguramente se quedarán con las canciones, la música y el baile. Son 19 actores en escena en un clima mágico.
Teatro local
- ¿Qué opina del Festival Internacional de Teatro de Manizales?
Soy su defensor a muerte. Este festival es la historia viva del teatro latinoamericano. Es el que marca el cambio de las artes escénicas en el continente. Toda la gente del teatro en Latinoamérica tiene gran amor por este festival, por ser el más viejo y el abanderado.
- Y, sin embargo, a sus organizadores cada vez les queda más difícil conseguir presupuesto...
Siempre es difícil, pero el Festival de Manizales debe ser una prioridad del Estado, lo debe tener como una marca cultural que se constituyó en Iberoamérica.
- ¿Le gusta el ingreso de las nuevas tecnologías al teatro y su transmisión vía internet?
Las nuevas tecnologías en el escenario son un muy buen recurso, pero no creo que el teatro se pueda transmitir por internet. El teatro es piel con piel y eso es lo que lo ha hecho valioso. Además todas las funciones son diferentes, nunca habrá una igual. Las nuevas tecnologías vienen a ser un soporte de la acción en el escenario, pero siempre con los actores ahí.
-¿Qué opina de la renovación de directores?
Me gusta lo que estoy viendo. Hubo un momento en que no había mucho joven haciendo teatro en Latinoamérica o, por lo menos, no con la fuerza de ahora, aunque hay de todo, cosas buenas y malas, lo importante es que hay renovación y lo mejor es que las propuestas son diferentes porque los temas que tocan los jóvenes de Argentina son diferentes a los que tocan los brasileños o colombianos.
- ¿Hacia dónde va el teatro latinoamericano?
Volvió a la ideología; no a la directa, sino a la poética. Está volviendo a ser muy reflexivo, un teatro de pensamiento y universal, además de político.
* Instituto Goethe con Antígona Oriental y Complot Teatro con Mi Muñequita y Ex, porque sus productores son muy jóvenes y traviesos.
* Teatro Petra, de Fabio Rubiano, porque nos hace reflexionar sobre la vida contemporánea.
* La Maldita Vanidad, porque nos muestra la irreverencia colombiana.
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