Ecos del XXXIX Festival Internacional de Teatro de Manizales 2017

Germán Sarasty Moncada*

Nuestro Festival Internacional de Teatro de Manizales se celebró entre el 2 y el 8 de octubre y las obras seleccionadas por su calidad, diversidad y acogida constituyeron un preámbulo a lo que será la celebración del cincuentenario de su creación, de la cual anticipó Octavio Arbeláez Tobón, su director: “Queremos poner a dialogar la tradición con los creadores de la misma. Es decir, hay agrupaciones teatrales que tienen sesenta años, otras son una generación intermedia que ha crecido con nosotros y una última, la generación emergente”.

Teniendo en cuenta el momento actual en el cual, firmados los acuerdos de paz, logrados tras arduo trabajo y luego de los ajustes necesarios, se ha alcanzado lo que algunos filósofos han denominado, la paz negativa o ausencia de guerra; hemos llegado al post-conflicto, el cual nos compromete a todos si queremos instaurar lo que esos mismos filósofos han denominado la paz positiva o presencia de justicia, y para ello se requiere combatir con convicción y decisión las desigualdades generadoras de los conflictos.

Esto constituye una creación colectiva que nos implica cambiar el paradigma que expusiera Sartre “el infierno son los otros”, aceptando al otro con su idiosincrasia, su forma de pensar y así establecer un diálogo, que sea mejor una conversación con ánimo constructivo, en la búsqueda de puntos de convergencia que satisfagan a ambos. No es fácil, pero debemos intentarlo si no queremos que la paz sea una utopía. Fue la propuesta del XXXIX Festival Internacional de Teatro de Manizales, que con su motivador slogan “El teatro te abre los brazos”, nos concitó en esta versión a que no sólo abriéramos los brazos, sino el corazón.

La obra de la inauguración

Foto/Archivo La Patria/Papel Salmón

Cambuyón - Compañía Enlace SC de Tenerife, Islas Canarias - España

Como invitado especial estuvo Tenerife, Islas Canarias, que por su privilegiado posicionamiento geográfico, ha servido de crisol multicultural por sus sólidas relaciones con África, Europa y Latinoamérica; además de España, tuvimos representaciones de Francia, Holanda, México, Chile Argentina, y Costa Rica, y por Colombia fuera de grupos nacionales, hubo una interesante participación local.

Para la inauguración el espectáculo que ofreció la Compañía Enlace SC de Tenerife, Islas Canarias, con su obra Cambuyón, constituyó puro goce. Con una escenografía mínima pues solo hay unos cajones, unas tablas sueltas, dos instrumentos musicales (guitarra y flauta traversa), unas luces y algo más; siete personajes logran configurar, unas escenas que se desarrollan en el muelle de un puerto, en una lancha en la mar bravía, en el solaz de una playa o en la cubierta de un barco. La magia consiste en que vemos el cargue y descargue, en donde las estibas para manipular la carga y ella misma sirven de escenario para que esos personajes, con lo mejor de sí mismos, logran la ilusión de una multitud abigarrada gozándose la vida.

Con sus propios cuerpos utilizados al máximo como instrumentos de percusión o en elástica danza, dan vida a un festival para los sentidos, pues usando botellas, simples cajones y cajas, improvisando las baquetas para su toque, nos entregan música, baile, voces, silbos, canciones, palmas y aplausos que no solo emergen de los actores, sino que también involucran a los espectadores en una espontánea respuesta a una excelente puesta en escena. La energía que irradian da al espectáculo una connotación de una verdadera fiesta en la que participamos todos en una compenetración rítmica destacable.

Los problemas de convivencia

Foto/Archivo La Patria/Papel Salmón

El matrimonio Palabrakis - Teatro en Código de México

Dentro de los ejes temáticos trataré de explorar lo ofrecido sobre los problemas de convivencia tanto en el hogar como en los ambientes laborales, pues hay signos coincidentes en ambos y en las obras ofrecidas hay casos emblemáticos.

En cuanto a la cotidianidad del hogar pudimos encontrar como dentro de El matrimonio Palabrakis, tan avenidos y gozosos se esconde una gran tragedia propiciada por él y tolerada por ella, una perversión que los une en un lazo demoniaco que solamente puede ser roto por una nueva violencia. En una narración que va y viene, en donde aparecen fragmentos de información que le permiten al espectador armar el rompecabezas del incesto, su encubrimiento y su castigo; el ambiente se torna cada vez más tirante, hasta que el desenlace nos deja estupefactos. El grupo Teatro en Código de México realiza una puesta en escena en la cual hacen participes al público en una fiesta que no implica complicidad.

Foto/Archivo La Patria/Papel Salmón

La extinta poética - Compañía Nueve de Nueve, de España

En este mismo eje vemos la Compañía Nueve de Nueve, de España en su obra La extinta poética del dramaturgo Eusebio Colonge y la dirección de Paco de La Zaranda, con una puesta en escena que en un estrecho apartamento y una sala de urgencias hospitalarias muestra la forma de relacionarse de una familia disfuncional: una madre, un padre, una hija casamentera y un pobre ser que su misma progenitora rotula “fue muy difícil de criar esto”.

No podemos hablar de un ser minusválido, los otros también a su manera lo son, pues para sobrellevar cada uno su carga, se han vuelto farmacodependientes, ya que para todas las dolencias que padecen la ciencia ha sabido suministrarles el medicamento adecuado, que además requiere de otro para evitar los efectos colaterales del primero y así se han sumido en una cadena de consumo que los mantiene casi “normales” físicamente, pero que los ha vuelto seres irascibles, intolerantes, amargados y desesperados.

En la obra hay un guiño a la Ofelia de Hamlet, la novia que esperó la concreción de un amor imposible, hasta que enloqueció, por ello la menor afirma: “Yo soy Ofelia retrasada, disminuida; mi hermana es Ofelia abandonada a su depresión; mi madre es Ofelia sumergida desde hace años en su amargura. Mi padre como el de Hamlet también es un fantasma, el asco le alcanzó hasta las raíces. Todos, todos combatiendo la vida con pastillas”.

Aunque la aparente ruptura de comunicación aflora, si se profundiza se encuentran sentimientos muy arraigados, casi que en el inconsciente, pero que mantiene, así sea en la fragilidad, esa extraña convivencia pues están pendientes de la inválida, se angustian con el abandono que ha vuelto a sufrir la mayor y le dicen que no se preocupe, que ahí tiene a su familia; ante la perspectiva de la muerte de la niña se acongojan, pero al mismo tiempo descansan; en la relación conyugal casi rota, los hilos del amor aunque sutiles permanecen y ahí van arrastrando sus vidas.

Cuando la fea crisálida se convierte en hermosa mariposa, aunque no haya quien la vea, el espectáculo es bello en sí, es lo que sucede en la obra cuando cansada de sufrir y hacer sufrir, el cuerpo de la inválida decide abandonarla para dejar emerger la belleza liberada que guarda en su alma y como el cisne antes de morir decide dar el bello espectáculo de ballet del gran compositor francés Camille Saint-Saëns con interpretación del dúo Brooklyn (The swan, chelo y piano), para mostrarnos que la belleza existe aún en lo más grotesco.

Los ambientes laborales

Foto/Archivo La Patria/Papel Salmón

La entrevista - Proyecto La Entrevista - Colombia

Los otros ambientes de tensión son los constituidos en el sector empresarial y así el teatro ha de servir para hablar y poner en evidencia lo que incomoda, como el conformismo, la explotación laboral o más bien el acoso que no necesariamente es sexual, la fragilidad de los desempleados frente a semidioses que fungen de seleccionadores en las empresas y así, otros tantos atropellos que se develan para que nos cuestionemos frente a lo que ocurre y queremos ignorar.

Encontramos la propuesta ofrecida por el grupo colombiano Proyecto La Entrevista, con su montaje La entrevista, en la cual vemos en un ambiente cargado de hostilidad, dentro de una oficina estrecha, con mala distribución y decoración, como se apresta al desafío por lograr una oportunidad laboral, un personaje con un nerviosismo manifiesto, pero con una férrea convicción.

La postiza, arrogante, prepotente y afanada entrevistadora quien, con aire de suficiencia, después de dos segundos de recibirlo, sin mirarlo, decide dar por terminada la atípica entrevista en donde no se requieren preguntas ni interacción con el candidato. Pero ante ese desprecio por el necesitado, así sea de un poco de consuelo, la persistencia que lo caracteriza no lo deja amilanar y al contrario lo estimula a exigirle lo entreviste dignamente.

Una corta e intempestiva ida de la luz sirve para que la energía fluya a favor de nuestro personaje, quien comienza a tomar control, mostrando con ello que es el único que no ha improvisado para este encuentro, pues la secretaria es otra que no sabe ni qué hacer en esta situación. Todo lo que le ha imputado la ejecutiva al entrevistado, él lo utilizará en su contra y comenzará una develación con claros argumentos, de quién es el impreparado, el ineficiente, el dependiente, el inseguro, en fin un pobre diablo, que no asimiló lo que aprendió y acreditó en su hoja de vida. Se siente tan seguro con su diatriba contra la suficiencia de su entrevistadora, que llega hasta sugerirle que su diploma que orgullosamente exhibe debe ser tan falso como todo lo de ella y su empresa.

Por medio de ese “tour de force” logra nuestro hombre sacar lo más mezquino y recóndito del ser humano, el patetismo al pretender los jefes en las empresas mostrar el interés por sus colaboradores cuando ni los conocen, la sordidez de las vidas íntimas de quienes posan de pulcros e íntegros, las culpas por nuestras desgracias que tratamos de endilgar a los otros y además se las cobramos ejerciendo violencias inusitadas; en fin las inseguridades que finalmente nos caracterizan a todos, pero que tratamos de mimetizar. La catarsis que se logra con la obra nos deja meditabundos y perplejos por tanto cinismo y descaro, pero querámoslo o no, estos campean en donde el terreno les es propicio.

Foto/Archivo La Patria/Papel Salmón

La punta del iceber - Delirium Teatro de Tenerife, Islas Canarias - España

Otra de las obras en esta temática nos la ofreció Delirium Teatro de Tenerife, Islas Canarias con su montaje La punta del iceberg donde la primera impresión muestra una empresa multinacional dedicada al desarrollo de tecnología de punta, con gran proyección en ventas, amplia penetración del mercado, constante innovación y altos estándares de desempeño en la cual se nota un personal comprometido con los logros, pero eso es solo lo visible, pues a raíz de la muerte de tres empleados de una de las sedes, se ha abierto una investigación interna para establecer la causa de esos “inconvenientes”.

A medida que se entrevista a empleados de diferente jerarquía, va aflorando un clima organizacional tóxico en el cual solo cuentan los resultados, en donde las personas son consideradas como insumos en los procesos y su trabajo debe relegar lo más importante que es la atención a la familia. Como todo esto compromete no solo a los directivos locales, sino también a los de la casa matriz, el reporte elaborado que trata de establecer como causas, solo generalidades para seguir ocultando la situación, se verá desmentido en el momento de la entrega al directivo local, por un nuevo insuceso.

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La titánica y constante labor del grupo comandado por esa especie de taumaturgo del arte Octavio Arbeláez Tobón, sigue haciendo posible esa semana de reflexión y al mismo tiempo sano esparcimiento, que como ejercicios espirituales, pero esta vez intelectuales, nos lleva a concluir que el mundo nos es sólo nuestra concepción, debe ser una construcción o mejor reconstrucción colectiva, si queremos alcanzar la paz positiva.

*Profesional en Filosofía y Letras Universidad de Caldas.