Honda: 480 años de historia y transformación

Sergio Villamizar Dussan*

Durante las últimas décadas, Honda ha sido una ciudad de paso. Por su ubicación, fue un lugar de interconexión clave en el país, entre ciudades como Bogotá, Ibagué, Manizales, Medellín, los santanderes y la región Caribe. Los millones de viajeros que cruzan por allí lo hacen por un costado de la población, entre hoteles de paso, talleres mecánicos, gasolineras y restaurantes.

La mayoría no imagina que a pocas calles de allí se encuentra una ciudad con una historia clave para el país, pero que además, si ha sido televidente de los canales colombianos, seguramente la ha visto en varias ocasiones, pues su belleza es tal, que sus calles son usadas en series y telenovelas como si fueran el centro histórico de Cartagena o Mompox. Así ha sucedido en producciones como Siempre Bruja o el caso de Bolívar.

Honda, ciudad patrimonio, está cambiando de nuevo su papel. Tras ser lugar clave para la conexión entre el Caribe y el interior del país como el principal puerto fluvial y ubicado a 160 kilómetros de Bogotá, se transformó en la mencionada ciudad de paso, que de cierta forma lo está dejando de ser por los nuevos proyectos viales de interconexión del país, con vías más modernas y ágiles, junto a su reciente terminal de transportes que ha disminuido el caos que se solía presentar con la llegada de los buses intermunicipales.

Pero lo que parecía un gran problema que prometía transformarse en una crisis para buena parte de la economía municipal, lo han convertido en una oportunidad para el desarrollo del turismo de la región, y sus habitantes son los primeros en empezar a reconocer el valor histórico y cultural del casco histórico de Honda.

Foto/Colprensa/Papel Salmón

El centro de Honda (Tolima) esconde lugares que atraen al turismo extranjero.

Son 480 años de historia de la ciudad que nació y rápidamente logró un gran desarrollo por su ubicación estratégica a orillas del Río Magdalena que, en su momento, era la única vía posible de comercio con el interior del país. De ahí que aún se puedan admirar edificios de la época que en su momento eran consulados de distintos países, todo por el alto comercio que se trasladaba por este puerto y la gran afluencia de extranjeros a la región.

Entre su arquitectura republicana y el estar a orillas del Río Magdalena, se ha transformado en un nuevo destino turístico de alto nivel, con el crecimiento de sus hoteles boutique en su centro histórico en donde los visitantes pueden conocer más de la cultura de la región y la historia del país, pero también, realizar un recorrido por el Magdalena, un tradicional baño de río y para los más expertos, la pesca deportiva.

Viene en aumento el turismo extranjero que llega al país para el avistamiento de aves, una de las actividades de turismo natural de mayor crecimiento en distintas regiones de Colombia. Visitantes usualmente de alto nivel adquisitivo.

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La Calle de las Tramas con su topografía sinuosa y piso en la ciudad de Honda (Tolima) guarda parte de la historia de sus 480 años.

En su historia

Su centro histórico cuenta con una serie de calles muy bien cuidadas y que en los últimos años han sido adquiridas por extranjeros o para desarrollar proyectos en torno al auge del turismo, como hoteles boutiques, casas de alquiler o restaurantes de mayor nivel.

El inconveniente, como sucede en las grandes históricas ciudades turísticas del mundo, en sus temporadas bajas de visita, el centro histórico de Honda se convierte en una ciudad fantasma.

Es de aquellas ciudades que vale la pena visitar tanto de día como de noche, teniendo en cuenta que aún se encuentran varias obras de restauración arquitectónica en desarrollo.

Hay que recorrer la Calle de las Tramas, que posee una topografía sinuosa y en zigzag, con un piso en piedra evocando las construcciones andaluzas. En ella, inician las cuestas como la Zaldúa, Owen, San Francisco, y callejones como San José y La Broma, sencillamente imperdibles.

A pocas calles del centro histórico se encuentra el Puente Navarro, con más de 100 años de historia, el más antiguo de Sudamérica con ese tipo de diseño y declarado Monumento Nacional hace 25 años. Construido entre los años de 1894 a 1898 e inaugurado el 16 de enero de 1899, une a los departamentos de Tolima y Cundinamarca.

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El Puente Navarro tiene más de cien años de historia.

También se encuentra la Catedral de Nuestra Señora del Rosario, con una construcción que data de mediados del siglo XVII e inicios del siglo XVIII, mientras que la Plaza de Mercado, que cuenta con un plan de restauración fue construida sobre el terreno donde funcionó durante dos siglos el Convento de San Bartolomé de los Franciscanos. Por su hermosa arquitectura es un Monumento Nacional desde 1996.

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Catedral de Nuestra Señora del Rosario comenzada a construir a mediados del siglo XVII.

En cuanto a los museos, no se puede dejar de visitar el Museo del Río Magdalena que opera en una construcción colonial del siglo XVIII donde funcionó ‘La bodega El Retiro’ o ‘Puerto de El Retiro’, que prestaba sus servicios a los mercaderes que atracaban y zarpaban bergantines, barcos a vapor, champanes, canoas, piraguas. Además, a finales del siglo XIX fue sede del Cuartel de la Gendarmería comandado por el señor Gilibert, luego fue biblioteca y archivo municipal.

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Casa Museo Alfonso López Pumarejo.

Se puede visitar la Casa Museo Alfonso López Pumarejo, Centro Cultural Alfonso Palacios Rudas, Biblioteca Luis Ángel Arango, Biblioteca Museo del Río, Biblioteca Archivo Municipal y Casa de la Cultura Alfonso Palacio Rudas.

A sólo quince minutos del centro histórico se encuentra el Parque Agua, Sol y alegría, un parque acuático de diversiones con más de 30 años de historia y que es ideal para los días donde las temperaturas superan los 39 grados de temperatura.

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Museo del Río Magdalena

Mirada al río

Mirar de nuevo al río Magdalena, rescatar su importancia y promover su conservación dio lugar a la creación de La Magdalena Fest, que cumplió su segunda edición este año con actividades culturales como la música, montajes teatrales, el cine, la promoción de las artesanías locales y su gastronomía, siempre en relación con el río, la importancia de volver a él, pero en especial, el protegerlo y conservarlo.

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La ciudad de Honda mira hacia el río Magdalena.

En su primera edición, 2018, logró una convocatoria cercana a las cuatro mil personas, mientras que este año, la cifra superó los ocho mil asistentes, quienes disfrutaron de la música de artistas como Totó La Momposina, así como The Latin Brothers, junto a la exhibición al aire libre del documental Ganges, sobre el mítico río de la India que se encuentra en serio riesgo, y con él la sostenibilidad de millones de personas.

Además, durante las dos primeras semanas de febrero, la época de mayor actividad económica y comercial de la región, se celebra el Carnaval de la subienda como el homenaje a la temporada de mayor pesca del lugar. También se realiza el Festival Nacional del Río Magdalena.

*sergiov@colprensa.com