Foto | Archivo | LA PATRIA Julián López Escobar, 'El Juli'.
Luis Felipe Molina R.
LA PATRIA | Manizales
El cierre de la 65 Temporada Taurina de Manizales es un evento diferente a los broches de las anteriores ediciones feriales. Una corrida en solitario, como se le llama en el argot taurino, protagoniza la clausura de la temporada manizaleña y se surte con un efecto de exclusividad pues es la única presentación de El Juli en América esta temporada.
“Surgió lo de Manizales como algo especial y, dada la comunión que me une con esta plaza, decidí aceptar. Tengo una conexión distinta, una unión realmente especial con esta plaza y sentía que era el momento de hacer algo distinto aquí”, le dijo el El Juli hace pocos días en exclusiva a LA PATRIA.
La cercanía entre el madrileño y Manizales es clara; Julián López es un torero apetecido en América y Europa, pero ha dado preferencia a sus presencias en Manizales, donde también ha radicado gran parte de su crecimiento como torero. El Juli concluyó el 2019 en el tope del escalafón y volvió a respirar profundo en la configuración de la tauromaquia mundial.
¿Y cómo ver a El Juli en solitario? Quizás es la pregunta que muchos asistentes de la tarde de hoy se hacen, pues muchos pueden considerar que puede ser únicamente un concierto de muleta ante seis ejemplares de la ganadería de Ernesto Gutiérrez.
Sin embargo, Julián López también es picador y banderillero, facetas que quizás se recuerdan poco entre los aficionados. Esos mismos espectadores que esperan ver todas las florituras del español con el capote, buscando las zapopinas o lopecinas. Luego, con la muleta, tendrá que tejer seis buenas faenas porque, quizás, lo de hoy, si sale bien, puede ser histórico en Manizales.
A El Juli le ha sido históricamente bien en la ciudad y su presencia en los más recientes cierres de feria puede certificar el nivel y la estima que traen en el arraigo los organizadores y los espectadores caldenses.
“Lo bonito de mi trayectoria en Manizales es que no podría quedarme con una sola tarde. Aquí he sentido emociones muy grandes en las que me he sentido plenamente como torero. Le estoy muy agradecido a la afición por todo el cariño que he recibido todos estos años”, dijo El Juli, continuando con la simpatía con la ciudad.
Probablemente se recuerden las presentaciones en solitario de Pepe Cáceres el siglo pasado o las de Guillermo Perla Ruiz en años anteriores en jornadas alternativas a la feria; pero este cierre es nuevo para muchas generaciones. Por lo tanto, para quienes confrontarse de lleno a la tauromaquia de El Juli, se encuentran oportunidades para dar una pelea visual y entender cuán amplio puede ser el talento de un torero.
Lo que haga El Juli depende del juego que le den los toros de Ernesto Gutiérrez, sobre todo después de la buena respuesta de los últimos años, a pesar de la petición que se hace desde tendidos por más seriedad de pitones. Que sea lo que tenga que ser, pero lo que sea, hay que verlo.
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