Sebastián Castella, el toreador

Luis Felipe Molina R.

EL PREGONERO | Manizales

La Banda Municipal de Manizales, cuando toca en la temporada taurina, siempre reserva una pieza en especial para un torero. El Toreador, aquella composición que hace parte de la ópera Carmen de Georges Bizet. Cuando Sebastián Castella confecciona sus mejores faenas llega la música de Bizet para acompañar fuera del rango del pasodoble al torero galo.

Ayer no fue la excepción. Sebastián Castella demostró que tiene recorrido y pundonor, y por eso sacó adelante sus dos salidas al ruedo para conquistar tres orejas, ganas a ley, luciendo los profundo de su talento y cuajando fuertes oles de los tendidos.

Talento

Castella, que no falla su cita anual en Manizales, recogió de lo sembrado en años anteriores. Con Pamplónica, un toro de 482 kilos, de la ganadería de Las Ventas del Espíritu Santo, logró una oreja que justificó gracias a su toreo cadencioso, de calidad que le permitió fajar pases al natural, al menos cuatro, fajados con aires de la mayor pureza.

En su segundo, el quinto de la tarde, de nombre Barco, zarpó directamente al éxito. Fue el toro más alegre y fijo de la tarde y, aunque muchos pedían indulto, acertó la presidencia al exigir que se ejecutara al suerte última. Dos orejas que le permitieron a Castella llegar a buen puerto con Barco, que este lograra la vuelta al ruedo por su gran rendimiento, mientras el galo abrochó en su jornada la salida por la puerta grande.

Mala suerte

Que en los toros domine o no la suerte es algo que hay que dejárselo al azar. Ayer, Álvaro Lorenzo estuvo muy cerca, pero se sobregiró en la faena de su segundo y pasó por varias fatigas para pasaportar al toro. Una oportunidad perdida, porque en su primero no logró grandes hazañas tras una faena mesurada y muy seria. Lorenzo llegaba con las expectativas altas tras lo sucedido el año pasado en el Festival y, aunque exhibió sus talentos, no pudo acompasarse al cien con el toro.

Paco Perlaza pagó caro con el peor lote de la tarde; su primero no le dio mucho, si es que en algún momento le permitió algo. En su segundo primero, que fue devuelto inexplicablemente a los corrales, pues se vivió una historia sin conclusión. Fue muy tempranera la devolución, quizás a presión del público que no se da tiempo para conocer al toro, o por darle una nueva oportunidad al torero caleño. De todas formas, el cuarto bis no fue nada generoso y el torero que llegó por méritos de Toros y Ciudad, desde octubre, nada pudo hacer.

Una tarde de varios tonos, pero, al menos, con alegrías para todos.

¿Les gustó el encierro?

William Ruiz

A mí me gustó. Hubo un toro de indulto.

Juan José Ochoa

Yo vengo de Medellín y estaba prevenido. A pesar de todo la ganadería respondió.

Jorge Alberto Hurtado

Por momentos fue aceptable. Al cuarto lo devolvieron porque la gente lo pidió.