Fotos | Freddy Arango | LA PATRIA La suerte de las banderillas, por El Juli, estuvo entre lo más emocionante en la tarde.
Luis Felipe Molina R.
EL PREGONERO | Manizales
Había muchas preguntas sobre cómo se desarrollaría una corrida en solitario para cerrar la 65 Temporada Taurina de Manizales. ¿Cómo puede ser? ¿Puede volverse cansino? Esas preguntas, al cierre de la tarde, tienen solo respuestas relativas. Ayer, en la plaza de toros de Manizales se vivieron dos historias: las de los primeros tres toros y las de los últimos tres.
No fue fácil seguir sin distracciones lo que sucedió en los primeros tres toros. Nada salía bien porque El Juli intentaba sin cansancio ir tras los toros, pero estos no tenían ni las fuerzas ni la fijeza necesaria para responder a sus talentos toreros. Al llegar a la mitad de la jornada, poco o nada había que contar, ante una plaza que pedía emociones y que esperaba casi ansiosa que algún toro embistiera para brindar algo de emoción a una fresca tarde en la plaza de toros. Solo las lopecinas que llevó en el tercero lograron prender los ánimos.
Después de más de una hora y 20 minutos de festejo sin mayores emociones, el pasodoble de la Feria de Manizales volvió a sonar en la plaza a las 5:15 p.m., justo cuando El Juli lidiaba el cuarto toro de la tarde, Guacamote, de 500 kilos, que rindió al ir humillado a la muleta, aunque el matador tuviera que acercarse y esforzarse más por no ver claudicados sus intentos de mantener una faena provechosa. Toro y torero se conectaron y llegó la redención con la primera oreja de la tarde.
En el quinto se escribió la historia más gloriosa de la tarde. Con Flautista, de 442 kilos, El Juli encontró el ritmo ideal para torear. Después de una pésima ejecución de banderillas, el torero encontró la nota del toro, se surtió de recursos e ideas con la muleta y cortó dos orejas a ley que le garantizaron la salida a hombros.
El sexto toro, Barbazul, de 496 kilos, fue pura vida cuando El Juli, a petición del público, decidió poner las banderillas. Lo hizo prodigiosamente y puso los tendidos a vibrar. El toro se fue apagando y con ello también la faena. El público reconoció el esfuerzo del lidiador por jugárselas ante toros muy cómodos y poco ofensivos de pitones.
Este episodio cierra una temporada llena de episodios especiales que plazas casi llenas confirmaron tarde a tarde.
Fotos | Freddy Arango | LA PATRIA
La suerte de las banderillas, por El Juli, estuvo entre lo más emocionante en la tarde.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015