Tomás Posada cabestrea una oveja madre que encabeza el rebaño de 200 ovejas de la finca Llano Franco.

Fotos | Freddy Arango | LA PATRIA

Tomás Posada cabestrea una oveja madre que encabeza el rebaño de 200 ovejas de la finca Llano Franco.

LA PATRIA | MARULANDA

Ovejas de la Hacienda La Esperanza, que hace parte de la Cooperativa Ovina de Marulanda, y de otras seis fincas salieron ayer de sus rebaños a las calles del casco urbano en el tradicional desfile del Festival de la Lana.

Don Octavio Llano fue el precursor de esta actividad en el 2000, que ha dado a conocer el municipio a nivel nacional e internacional. Él falleció hace tres años y medio, por eso su hija Claudia decidió continuar con su legado para conservar la cultura ovina y dar a conocer ruanas, cobijas, guantes, gorros y entre otros productos hechos con la lana.

El desfile de los rebaños de ovejas se inició en el 2000, se realizaba cada año, y luego cada dos años durante el Festival de la Lana. La Cooperativa de Ovinocultores lo emprendió como una respuesta pacífica al conflicto armado que golpeó la región en esa época, para que la gente visitara el municipio.

  

Los ovinos son el reglón más importante de la economía Marulanda, pueblo patrimonio que enamora. "Las ovejas son parte de lo que somos y nos representan", expresa Claudia Llano.

Los rebaños de cerca de 2 mil ovejas, negras y blancas, ingresaron al casco urbano por la vía que llega de San Félix, continuaron por la Calle de Atrás y giraron por el colegio para recorrer el parque principal.

La mansedumbre de los ovinos permitió que turistas y habitantes de Marulanda se tomaran sus fotos y guardaran el recuerdo del desfile.

  

Bueyes, mulas cargadas y con sus arrastras, y arrieros dieron inicio a la fiesta ayer en Marulanda.

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