Papá e hija en Manizales comparten con Indiana Jones en casa

RUDDY DÍAZ

LA PATRIA | MANIZALES

César Agusto Gómez y su hija, Alejandra Gómez Piedrahíta, inician una aventura que ellos consideran épica en tiempos de confinamiento. Se ponen sus sombreros y toman sus materiales caseros para crear un plan que los ayude a combatir el aburrimiento.

El hombre y la niña suben a su laboratorio de creatividad instalado en el cuarto piso de una casa en el barrio La Sultana de Manizales estos personajes buscan la forma de hacer la mejor casa del árbol como dos aventureros de la legendaria película de Indiana Jones El templo de la perdición, en la que Jones es acompañado por un niño asiatico para encontrar una piedra mágica

Los protagonistas son amantes de las aventuras de Indiana Jones y de las manualidades. Desde hace 15 días trabajan en la contrucción de un diorama, maqueta que busca ilustrar una escena.

César es ingeniero industrial y junto a su hija que es scout construyen todos los días una casa en un árbol para que viva Indiana Jones, representado en muñeco.

Cuando empezó la cuarentena, Alejandra le dijo a su papá que quería hacer una manualidad porque él siempre la acompaña en sus ideas artísticas. Así que pensó en una casa del árbol, César recordó que tenía un chamizo guardado en su taller de trabajo y decidió sacarlo para realizar la obra artística con su hija.

Para la creación utilizaron chamizo, soporte de madera, palitos de madera, piola, roca y alambre. La casa se conecta con un puente tibetano parecido al que aparece en la película del arqueólogo.

César Gómez contó que la idea los integró mucho.“Yo no tengo paciencia para jugar con las barbies por eso buscamos algo que nos guste a los dos, estamos armando y no nos desesperamos”, menciona el padre.

El trabajo es conjunto. Mientras el padre elabora la casa del árbol, la hija hace el punte tibetano y la madre acompaña sus horas de trabajo subiéndoles comida, postres y tomándoles fotos.

“Yo ya quiero que eso se termine para poder jugar, sería tan chévere” manifiesta Alejandra con emoción. La niña de 12 años pertenenciente al grupo scout de Manizales, cuenta que se imagina jugando como un aventurero que llega de un viaje muy largo y se refugia en la casa para descansar y sentirse libre.

Alejandra resalta que su padre tiene aura de niño “ a él le encantan los juguetes, le gusta la aventura. Uno no se siente con un adulto aburrido sino con un amigo al que le puede hablar”.

Alejandra Piedrahíta elebaró el puente tibetano utilizando palitos de madera y piola. Duró tres días tejiéndolo. 

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