Nhora Clemencia Alcalde: tejedora de ilusiones y ceramista

Darío Augusto Cardona S

LA PATRIA | Manizales

Nhora Clemencia Alcalde nació en Mistrató (Risaralda), pero vive en Manizales desde hace 25 años. Hoy está casada y tiene dos hijos, Juan Diego y Santiago.

Gracias al apoyo incondicional de ellos y al de su esposo, Richard Nelson Román , se ha podido dedicar a la artesanía en dos facetas: el tejido a mano y la cerámica.

Nhora resalta que ha tenido en el aeropuerto La Nubia un almacén de artesanía llamado Tienda Artesanal. Sin embargo, este punto se vio afectado por la pandemia de la Covid-19 desde el 20 de marzo, fecha en la que cerró la terminal aérea. Eso a pesar de que Inficaldas congeló los contratos hasta el 1 de octubre, cuando se reactivaron las operaciones aéreas.

Los trabajos que realiza como artesana se venden en Guatapé, Murillo, Cartago, Salento y Medellín. Los clientes los compran para colección, pero son artículos que se pueden usar como cualquier utensilio de la casa.

Pasatiempo

Destaca que los tejidos los comenzó a hacer por gusto y se convirtieron en un pasatiempo que le genera ingresos. La ayuda fue mayor durante esta cuarentena, ya que se volvió una terapia. También comenzó a tejer muñecos personalizados, que le generan emociones a sus clientes.

La cerámica es otra actividad de la que se enamoró y que le permitió explorar sus habilidades artísticas. Hoy tiene diseñado vasos, pocillos, jarras, placas y recordatorios. Todo estos productos son tallados y pintados a mano. Incluso en temporada alta genera dos empleos.

Asegura que su secreto es la pasión y el amor que les dedica a estas actividades, ya que el cliente debe recibir lo mejor. "De mi parte, el mejor regalo que recibo es la alegría y la emoción de ellos cuando les entrego los productos", dice.

El valor de un pocillo oscila entre los $18 mil y 25 mil y el de las muñecas tejidas y personalizadas bordea los $60 mil.

Su trabajo de artesana lo realiza con entidades como Barrio Amigo, programa de la alcaldía de Manizales; Artesanías de Colombia, y Asomarte, asociación con la que comercializa sus productos en los hoteles de la ciudad.

El proceso de elaboración de un vaso de cerámica comienza con la preparación de la mezcla del caolín, luego hace el vaciado de los moldes, las tallas, la pintura a mano y por último los hornea a altas temperaturas (1000 grados centígrados).