Enamorado del mar de los siete colores

LISET ESPINOZA

LA PATRIA | MANIZALES

La primera vez que le dijeron a Miguel Pertusa Romero que era poeta fue saliendo de la Plaza de toros de la Maestranza, en Sevilla (España), su país de origen. El talento para la poesía lo descubrió a los 43 años y lo combina con su pasión por la tauromaquia.

Nació en Daya Nueva, municipio de la Comunidad Valenciana, situado en la provincia de Alicante al sur oriente de España. Desde muy joven asistió a la Feria de Sevilla donde se comenzó a relacionar con figuras del mundo del toreo español como Ramón Valencia y Eduardo Canorea, empresarios de la Plaza de Sevilla; Álvaro Domecq Díez, Fermín Bohórquez y su hijo Fermín Bohórquez Domecq, ganaderos y rejoneadores, y Rafael de Paula y Manolo Vázquez Garcés, toreros a los que les comenzó a escribirles poemas.

A Manolo Vázquez Garcés. Torero de lujo y postín.

De época y elegancia de frente se presentó Manolo Vázquez

en el cielo como cuando toreaba cara a cara.

Torero, torero de alma Colombia te recuerda con lágrimas y palmas.

(Poesía a Manolo Vásquez Garcés)

Pertusa Romero llegó a Manizales la semana pasada, ciudad que siempre nombraban sus amigos toreros y ganaderos con motivo de la Feria. "La conocía de oídas porque ellos me hablaban mucho de ella. Incluso los banderilleros y los mozos de espadas me decían que la Feria de Manizales era la más prestigiosa de toda Colombia y posiblemente de América Latina. Además, veía su nombre en periódicos y crecía mí curiosidad por conocerla", dijo.

Como aficionado no quiere que se acaben las corridas de toros en el país. Para él, los antitaurinos no están pensando bien las cosas porque detrás de las corridas hay muchos puestos de trabajo.

"Les preguntaría: ¿Señores ustedes no comen pollo, cerdo, pescado? ¡Oiga, muchos hasta comen hormigas culonas! El toro de lidia, si no fuera por las corridas, sería un animal que posiblemente estaría al borde de la extinción porque no es rentable en cuanto a la carne, como otras razas", indicó.

Colombia

Extasiado, pero nunca confundido, escribo escribiendo tu grandeza

sol de mares y ríos de faunas y floras de pureza.

De tus montañas, llanuras y selvas hasta el aire que respiro

y de tu ciudades, pueblos y aldeas

la belleza de mujeres, hombres y niños,

con tanta gracias y lindezas

que ningún arte igualará lo que aquí siempre he sentido.

(Poesía para Colombia)

Miguel Pertusa Romero fue empresario de la construcción en España. Por su trabajo viajó por el mundo, pero en ninguna parte encontró el mar que vio en revistas con el nombre de San Andrés y que no ubicaban el país al que pertenecía.

"En un viaje que hice a Colombia conocí Bogotá, Barranquilla y Cartagena. Allí vi un cartel con el mar de San Andrés y por fin supe que la isla pertenecía a este país y cuando lo conocí quedé flipao. Hace 23 años vivo allí".

Miguel llegó a Colombia con 49 años. Ahora tiene 72 años y cambió la construcción por la poesía. Tiene alrededor de 2 mil 500 poemas dedicados a las mujeres, los toros, a la naturaleza, a los paisajes, al mar y a sus amigos.

"Siempre sentí una inclinación por las artes. Me gusta la pintura y la música. De niño tocaba el laúd, instrumento de cuerdas de origen árabe. Ahora soy poeta, aunque la gente en España no lo crea".