El Principito llega a las tablas por los Niños de los Andes

LISET ESPINOZA

LA PATRIA | MANIZALES

Por distintas circunstancias cada uno fue llegando. Algunos llevan años, otros meses y unos, incluso, días. El lote que hay en la vereda El Arenillo de Manizales es más que una parcela, es su casa, es la Fundación Niños de los Andes.

Allí no solo encontraron un hogar, sino que desarrollaron habilidades que desconocían y este martes y miércoles las darán a conocer en el Teatro Los Fundadores al representar la novela del escritor y aviador francés Antonie de Saint-Exupéry, El principito.

Alberto Jaramillo Echeverri, director de la Fundación en Manizales, expresó que desde febrero comenzaron a estudiar la obra para celebrar los 30 años de la entidad que alberga a 149 niños. De ellos, 55 participan en el montaje y 10 intervinieron un muro en la Avenida Paralela en el que pintaron al personaje principal de esa obra literaria.

“Queremos que la gente vaya y comparta con los niños la obra. Las funciones serán a las 7:30 de la noche y quienes deseen asistir deben comprar un bono de apoyo de $10 mil. Lo que recolectemos es para pagar gastos. Sin embargo, también nos ayuda el programa Nacional de Concertación del Ministerio de Cultura el cual desde hace años nos apoya en el trabajo con los niños”, dijo.

Casting

Gordito puede sonar despectivo para algunos, pero para los Niños de los Andes, no. Esa palabra es sinónimo del abundante amor que los une con Alberto y por ello, desde que se ingresa a ese lugar solo se escucha “hola, gordito”, “cómo estás, gordito”, “gracias, gordito”, “ya almorzaste, gordito”, entre otras expresiones.

Danza, teatro, muralismo y música son algunas disciplinas que aprenden los menores en esa institución, pero para ser parte de la obra y del mural no solo tuvieron que tener un buen comportamiento, sino hacer un casting.

“Leonardo Arias es el docente de teatro y estuvo dos días seleccionando las mejores interpretaciones. Lo mismo pasó con los que estarían en el mural. En este último los niños pintaron el muro en compañía del practicante de publicidad y del muralista. Los participantes están entre los 8 y los 23 años”, comentó Alberto.

Los seleccionados

Entre los seleccionados para intervenir el mural está un joven de 15 años. Según él, dibuja desde que era más pequeño y al ingresar a la Fundación pulió su talento. "He pintado sobre tela y en las paredes de la institución. Esa fue una de las pruebas y me gané el derecho de pintar el logo de la Fundación en el muro. Eso me tiene muy feliz"dijo.

Varios talentos se presentaron para estar en la obra y por eso, el público observará a distintos principitos. Uno tiene 19 años. Él sostuvo que el personaje se lo ganó por el empeño que puso para aprenderse los textos. "Me ha ido muy bien con los demáscompañeros y estoy feliz porque voy a participar por primera vez en una obra de teatro"

El otro Principito tiene 16 años y a diferencia de su amigo, a él se le dificultó aprenderse los diálogos porque, según él, estuvo un tiempo fuera de la Fundación. "Me gusta el teatro porque a través de ese arte puedo expresar muchas cosas. Desde pequeño me ha interesado y acá tuve la oportunidad de hacer algo. Es la primera obra en la que participo".

Otros personajes son La culebra, El vanidoso, El hombre de negocios y El zorro, interpretados por adolescentes entre los 15 y 17 años. Para ellos la experiencia es enriquecedora y aunque uno que otro sufre de pánico escénico, manifestaron que con los ensayos han aprendido a controlar los nervios y están orgullosos de representar a su Fundación.

Estas últimas semanas los ensayos han aumentado. Pasaron de hacerlos todas las tardes, durante dos horas, a trabajar los fines de semana, pues toda la música que se escuchará en la puesta en escena es interpretada y construida por los Niños de los Andes con ayuda de los profesores de esa área.

Datos

*Los bonos de apoyo puede comprarlos en la oficia de la Fundación Niños de los Andes ubicada en la calle 18 número 21-32 o en la sede de la entidad.

*La Fundación Niños de los Andes tienen un contrato con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar para trabajar con menores en situación de vulnerabilidad. Algunos tienen una discapacidad moderada.

*En la institución los menores reciben clases de canto, instrumentación, danza, teatro, muralismo, huertas, lectura, escritura, manualidades, educación ambiental y de tejidos.