Camaleón recordó a los muertos de Pueblo Bello

LISET ESPINOZA

LA PATRIA | MANIZALES

La edición 53 del Festival Internacional de Teatro de Manizales (FITM) tiene como eje conceptual Teatro y verdad, y la Corporación Cultural Camaleón puso en práctica la temática al llevar a las tablas lo ocurrido el 14 de enero de 1990 en el corregimiento Pueblo Bello, de Turbo (Antioquia) en donde paramilitares asesinaron a 43 personas por el robo de igual número de cabezas de ganado.

En la obra Érase una vez un Pueblo Bello, Jacinto Negrete, al igual que su hija, su madre y otros residentes del lugar les relataron, a quienes se dieron cita de nuevo en el Auditorio de la Érase una vez un Pueblo BelloUniversidad Nacional, cómo la paz en esa zona se desdibujó por la presencia del grupo armado ilegal. Los murmullos comenzaron a tener eco, algunos dejaron sus tierras, el miedo se apoderó de quienes no quisieron irse y el sonido de campanas se convirtió en la alarma que advertía que los comandados por Fidel Castaño, a mano armada, vengarían con ellos, al tildarlos de "cómplices", el hurto que cometió la guerrilla.

El miedo reflejado en el rostro de los habitantes al sentir la presencia paramilitar.

Frases

"Jacinto me quiero morir porque en una tierra en que en terramos a los hijos estamos maldecidos. Los muertos son mi memoria", expresó en medio del dolor su madre, mientras él manifestó frases como: "43 reses le costaron la vida a 43 hombres", "el pueblo vivía en medio de comentarios cómo matarán a algunos o a unos cuántos, tumbarán las torres de la luz y en medio de la zozobra me preguntó ¿qué delito se cometió?, ¿por qué este trato tan vil?, ¿por qué tanta sangre y dolor?, ¿qué le contesto a mis hijos que preguntan igual que yo si el Gobierno es para todos, a Pueblo Bello lo olvidó?

El dolor al ver la atrocidad de la violencia.

Destacado

"Para poder vivir en un territorio de paz se necesita contar la historia, enfrentarla y exorcizar los miedos. Por eso esta obra, porque tenemos que darle una mirada al futuro, pero para eso no podemos olvidar el pasado", María Victoria Suaza Gómez, directora de la Corporación Cultural Camaleón.

El Bullerengue, el canto y el baile fueron ingredientes que hicieron parte del relato.